HÍGADO, del lat. vg. FଆCATUM, alteración del lat. JECUR FզCଵTUM ‘hígado de animal alimentado con higos’, por influjo de la denominación griega correspondiente συκωτóν (derivado del gr. σǢκον ‘higo’), imitado en latín vulgar con una pronunciación S?COTUM; esta denominación se explica por la costumbre de los antiguos de alimentar con higos a los animales cuyo hígado se comía.
El vocablo que nos interesa es general en castellano, sin otra variante que la antigua
fígado, y la dialectal
fégado, que corresponde al asturiano (
fégadu, R, V) y otras hablas leonesas (Cabrera Baja:
RFE XI, 196), ya documentada en el ms. leonés del
Alex., y continuada hacia el Noroeste por la forma del gallego normal (
fégado), mientras que en el resto de Galicia y en Portugal reaparece un tipo más semejante al castellano (
fígado). Para la justificación de la etimología y la discusión de sus detalles, V. además del trabajo fundamental de Gaston Paris (
Miscellanea Ascoli, 40-64;
Rom. XXX, 568), M-L. (
REW 8494) y Wartburg (
FEW III, 491-3), con la bibliografía allí citada. Lo seguro es que hubo un cruce entre el gr.
συκωτóν y su traducción latina
FզCଵTUM; Wartburg opina que primero se dijo en latín
FզCଵTUM y después se ejerció sobre esta forma una influencia progresiva de la denominación puramente griega y sin traducir (Wartburg,
Litbl. LI, 453-4), mientras que M-L. y otros partían de una modificación paulatina del gr.
sycotum hasta convertirse en la forma puramente latina
FզCଵTUM. En favor de la opinión de Wartburg milita la distribución geográfica de las variantes romances, que muestra las puramente latinas en los lenguajes más arcaizantes de la periferia y las más parecidas al griego hacia el centro de la Romania. Así el tipo
FզCÁTUM ha dominado en rumano (
ficat), dalmático, retorrománico, veneciano y sardo meridional;
FଆCATUM en portugués, castellano, picardo (
fie), logudorés (
fícatu,
fígadu)
1, y en Sicilia, Apulia y Calabria (
fícatu); una forma
FԸCATUM, documentada en glosas
2, con influjo de la
Ǣ del griego, pronunciada
œ en la baja época
3, es la que ha dado la forma gallego-leonesa
fégado, la fr.
foie y la it.
fégato, y de ésta salió finalmente una variante
FԸTICUM, con metátesis y latinización de la vocal postónica, que dió el oc. y cat.
fetge; el gasc.
hitge (
BhZRPh. LXXXV, § 186) combina las características de este tipo y el castellano
4. El traslado del acento
FզCଵTUM >
FÍCATUM se debe a una pronunciación
s?cotum, explicable por ser la acentuación aguda
συκωτóν imposible en latín (para un caso semejante, vid.
DAMASCENA). De interés para la etimología de
hígado es la denominación cast.
higaja ‘hígado, especialmente el de las aves y animales pequeños’ [‘hígado del hombre’, Lucas Fernández, 64], que la Acad. recoge como desusado en sus ediciones del S. XX, y que siendo derivado castellano de
higo nos muestra la supervivencia de la costumbre culinaria de engordar con higos a los animales cuyo hígado se utiliza para la aumentación. V. la discusión entre Wagner y Wartburg sobre la cronología de las variantes romances, en
RF LXV, 405-8;
ZRPh. LXX, 65-72, LXXII, 295-7.