GÁLBULA, ‘fruto cónico del ciprés y árboles semejantes’, tomado del lat. galbŭlus íd., diminutivo de galbus ‘verde pálido’.

1.ª doc.: gálbulo, Acad. ya 1817.

La misma forma masculina dan las ediciones de 1843-1899, y Pagés cita ej. de la misma en P. A. de Alarcón. La forma actual es evidente adaptación errónea de la forma francesa galbule [1801], m., uno de tantos galicismos puestos en circulación por los botánicos.

DERIV.

De galbus deriva su sinónimo latino GALBէNUS, de donde el fr. jaune ‘amarillo’, fr. ant. jalne, que pasó al castellano en la forma jalde [1288, Acedrex, 336.33; princ. S. XV, Canc. de Baena, W. Schmid; 1432, J. de Mena; «lo mismo que oropimente, color», Nebr.; como término heráldico todavía en el Quijote; jaldo, jaldre y jaldado como términos de Cetrería en Vallés, 1565, y el último también en Baena], gall. ant. jalne ‘amarillo áureo’ («h?a branqu’escudela ch?a d’un manjar mui jalne») (Ctgs., Mettmann, p. 164); jaldeta ant., quizá ‘franja de color diferente en una armadura’ [J. Ruiz, 1254b S y T; Canc. de Baena, n.° 436, v. 18], después ‘cada una de las vertientes de una armadura de tejado desde el almizate al estribo’ y ‘la distancia que hay entre las alfardas que las forman’ (1633, Lz. de Arenas, 16, 178, etc.; no parece que pueda ser diminutivo de halda como sugiere Mariátegui en su glosario, pues en este tiempo no hay todavía casos de j por h).