GUIRNALDA, del mismo origen incierto que el port. grinalda, cat. y oc. garlanda, fr. ant. garlande, it. ghirlanda; quizá se tomó del fr. ant. garlande, donde debe proceder de un fráncico WARNJANDA, quizá ya reducido a WARNANDA: garlanda se cambiaría en guirlanda en lengua de Oc por influjo de varias palabras autóctonas, y de ahí se pasó a guirnalda por metátesis.

1.ª doc.: guerlanda, 1288, Libros del Acedrex, 378.12; la guirlanda, su aguirlanda, h. 1300, Gr. Conq. de Ultr., I, 78vºbl9, 77rºb4, Cooper; guirnalda, h. 1400, glos. del Escorial y de Toledo; 1438, Corbacho, ed. Pz. Pastor, 286.2 (ed. Simpson, 308)1.

Más documentación antigua: guyrlanda, Canc. de Baena, p. 293; guirlanda, Carvajales en el Canc. de Stúñiga, 379; íd. en el Marqués de Santillana (RH LV, 44; Viñaza, col. 787); guirlanda, APal., 237b, 413b, 449b2 (pero guirnalda, 154d); íd. en el Canc. de Castillo I, 97; «alguirnalda de flores: serta», Nebr. Además una forma parecida a la catalana y galorrománica: garlanda, invent. arag. de 1330 (BRAE II, 548), en otro de 1403 (BRAE IV, 524) y en el Canc. de Castillo I, 21. El port. grinalda ya se halla en Alvares do Oriente († h. 1595), pero hay grillanda en un texto del S. XVI (Nascentes) y guirlanda subsiste hasta hoy en el Alto Alentejo (G. Viana, Apost. I, 525). El cat. garlanda es frecuente en todas las épocas, desde fines del S. XIII (R. Lulio, Meravelles, N. Cl. II, 110). En lengua de Oc predomina en lo antiguo la misma forma, de la que se citan 8 ó 9 ejs., desde princ. S. XIII (Crozada dels Albigés, Flamenca, etc.), hay uno de guirlanda como variante manuscrita, y uno del verbo guirlandar ‘adornar con guirnalda’, en Blacatz, de la misma fecha; hoy es garlando la forma predominante, pero hay también guirlando en Languedoc y Bearne, guerlando en el Delfinado, guierlando en el Ródano, según Mistral. El it. ghirlanda es ya frecuente en Dante, Petrarca, Boccaccio y los Villani, figura también en un anónimo del S. XIII (Monaci, Crest. 100, i, 65)3, pero garlanda en un texto pavense de la misma centuria (íd. 144.187). En cuanto al fr. ant. garlande, los ejs. que se citan son relativamente tardíos (gallande en el Roman de la Rose y en 1367, garlande 1409, y muchos en el S. XV)4, pero será olvido casual de los lexicógrafos, pues el derivado sinónimo garlendesche ya figura en el S. XII (Chrétien de Troyes) y otros textos bastante antiguos, el verbo garlandechier ‘adornar con guirnaldas’ desde 1285, y el sinónimo garlander es frecuente desde el S. XIV; en el S. XVI [1540] la forma italiana se superpuso a la francesa dando el fr. mod. guirlande (RF XXVII, 74; Vidos, ARom. XIV, 138-9).

En conclusión, la documentación permitiría suponer que pasara esta voz desde Francia a los demás romances, pero no es consecuencia forzosa desde el punto de vista filológico. En cuanto a la etimología, no se ha encontrado nada serio hasta ahora. Ya Diez, Wb., 163, insinuó una etimología germánica, pero haciendo constar que era muy insegura: se trataría de un a. alem. med. *wierelen, derivado de wieren ‘guarnecer’, ‘trenzar’, ‘adornar’ (a. alem. ant. wiara ‘corona’); pero no conociéndose un verbo romance *guerlar, tal etimología, doblemente hipotética, resulta increíble. No la mejoró, por cierto, Brüch (Einfluss d. germ. Spr., 64) al suponer un lat. vg. *GUզRULANDA, derivado de *GUզRULARE, que a su vez se debería a un cruce del germ. occid. *WÊRÔN, antepasado del a. alem. med. wieren, con el lat. ORULARE ‘orlar’, e influjo parcial del romance VզRARE ‘volver, torcer’; todo el mundo ha estado de acuerdo en que esta construcción arbitraria no es aceptable (M-L., REW, 9524; Gamillscheg, EWFS, s. v.; A. Castro, RFE III, 195); el celta *VEGROLENDA ‘manto de hierba’, sugerido por Thurneysen (Keltorom., 63), es hipótesis muy atrevida y está en desacuerdo con el tratamiento fonético de la inicial y del grupo intermedio; tampoco sirve de nada relacionar, según hace Gamillscheg, con el fr. ant. galonner ‘adornar la cabeza con cintas’, fijándose en las formas como gallande, que no son raras en francés antiguo; pero ignoramos el origen de esta otra voz francesa (V. GALÓN), y no se explica así la r que aparece en la gran mayoría de las formas francesas y en todas las de los demás romances. M-L. sugiere que la oposición entre la a del francés antiguo y la i de la lengua de Oc puede explicarse por una doble forma, fráncica allá, y visigótica acá, con el tratamiento normal en estos dos idiomas de la del germánico primitivo; sin embargo, nótese que la forma con a es también predominante en lengua de Oc antigua, y es la única conocida en catalán, donde esperaríamos hallar la forma gótica.

Puesto que varias de estas hipótesis parten del sufijo romance -ANDA y de un verbo que significa ‘guarnecer’, se me permitirá observar que hay otra etimología más sencilla, que, cualesquiera que sean sus méritos, es en todo caso preferible a las difíciles combinaciones que se han ideado hasta ahora: pudo sencillamente formarse en francés un derivado *garnande de garnir ‘adornar’, ‘guarnecer’, ‘proteger’, en el cual la disimilación de las dos nn en l-n era forzosa y por lo tanto debió generalizarse pronto; nótese que entonces se explicaría muy fácilmente el significado del fr. ant. garlander que Godefroy define «garnir d’une cloison de briques, créneler», teniendo en cuenta que garnir en el sentido de ‘fortificar’ es muy frecuente en esta época (God. IV, 234).

Del fr. habría debido pasar el vocablo a la lengua de Oc, y de ésta a los demás romances (que de un verbo así habrían ciertamente formado un derivado en -enda y no en -anda); este extranjerismo sufrió, fuera de su territorio primitivo, alguna contaminación o influjo que cambiara garlanda en guirlanda, quizá debería partirse de guernir, wernir, que tan frecuente es en textos del Este de Francia, o bien hubo influjo de oc. guinsalh «hart, corde, laisse» o de guimpla «ornement de tête pour les femmes»; pero lo más probable me parece que al entrar garlanda en lengua de Oc, como voz advenediza, fuese en cierto modo nacionalizada según el modelo de guirent frente al fr. garant, de guizardon frente a gazardon, guizarma frente a gazarma. No se objete que de garnir esperaríamos más bien *garnissande, pues no debemos olvidar que se trata de un derivado muy antiguo, formado en fecha arcaica, por el mismo tiempo en que se formó garnement (posteriormente garnissement y hoy garnissage); sabido es que éste sufrió la misma disimilación en lengua de Oc, donde hallamos garliment (comp. Arlempdes ARENEMETIS, y el cast. Ferlandina < Fernandina), pero en nuestro caso la tendencia disimilatoria era forzosamente más robusta porque la nasal siguiente era inmediata y se hallaba en posición más fuerte (no intervocálica), y además el lazo semántico con garnir era más laxo.

Si esta etimología tiene punto débil está en la poca frecuencia de los derivados en -ande en francés; de todos modos hay buvande, lavande y viande, a los que se agrega miranda en lengua de Oc, y no se olvide que en francés las formaciones en -ande se refuerzan con el femenino de -ant (-ANTEM): marchand, marchande, marchandise, manandie, buanderie, lavandière (M-L., Hist. Gramm. d. frz. Spr. II, § 23); desde el punto de vista semántico, la formación puede explicarse teniendo en cuenta que la guirnalda no era más que un trenzado que luego había de adornarse con flores o fortificarse con almenas: de ahí *garnande ‘lo que debe guarnecerse’, como buvande ‘lo que está por ser bebido’; por lo demás, miranda nos muestra ya que este tipo morfológico pronto amplió el área de su significado.

Me siento ahora mucho más seguro de que mi etimología era fundamentalmente acertada. Sólo que ateniendo a la rareza de estas formaciones en francés, creo que se tratará de un vocablo ya formado en germánico con el femenino del participio activo, que en fráncico había de ser WARNJANDA, quizá ya reducido a WARNANDA (comp. el a. alem. ant. warnenta). El sentido ‘guarneciente, guarnecedora’ es perfectamente adecuado para guirnalda, y desde el francés, garlande se trasmitió a los demás romances en la forma ya explicada. Otra formación germánica paralela debió de existir en occitano antiguo: garanda, que es vocablo frecuente, derivado del verbo gót. *WAÍRAN ‘garantir’, y aunque su significado no está al abrigo de todas las dudas, comúnmente se le atribuye el de ‘garantía’, ‘promesa’, ‘seguridad’, ‘cualidad de lo que es de fiar’, y a garandar el de ‘garantir’, vid. Levy y Raynouard III, 424. He aquí otro ej., que falta en ambos diccionarios: «La sospeita / de mort, furt, pecat es desdeita. / Depta, no ren. Salva comanda. / Mejana vida a garanda / d’aventura ni bo ni mal» en el Poème sur les signes géomantiques publ. por Theodor Ebneter (Istituto Svizzero di Roma, 1955, v. 2708). El publicador traduce «garantie». Es texto languedociano de princ. S. XIV. En este caso podemos partir del femenino gótico del participio activo, *WAÍRANDEI, o quizá del masculino *WAÍRANDA.

En cuanto al paso de guirlanda a guirnalda en castellano y portugués, es metátesis del mismo tipo que la sufrida por AGUINALDO < aguilando.

DERIV.

Guirnaldeta. Quizá sea alteración de *guirlandola el moderno guirindola ‘chorrera de la camisola’ [Acad. ya 1817], en Asturias ‘guarnición que se pone en los vestidos’ (Vigón, que cita un cast. ant. guirindola).

1 Sin embargo, las ed. A y B traen guyrlanda.―

2 Otro ej. del mismo autor en Cej., Voc.―

3 También en texto milanés de 1389, Du C., s. v. girlanda; gerlanda en uno siciliano del S. XIV o XV.―

4 God. IV, 232; IX, 738; Du C., s. v. gallanda, gerland?, gerlenda.