GUALDA, del germ. *WALDA íd. (neerl. med. woude, hoy wouw [> alem. wau], ingl. med. wolde, hoy weld); pero no es seguro si se tomó directamente, del gótico, o bien del fráncico, por conducto del francés arcaico.
Falta en la primera ed. de Nebr., aunque figura en eds. de este diccionario, ya en el S. XVI; falta también en PAlc. y en las varias fuentes medievales, pero figura en Covarr., en Lope, etc. Entre las lenguas romances el vocablo está documentado desde antiguo en francés [
gaude, S. XIII], lengua de Oc
gauda [1308, ms. consular de Limoux, Aude, p. p. Sabarthès, p. 213], y catalán antiguo [
gauda, fines del S. XIV, Eiximenis,
Regiment de la Cosa Pública, 27.1, 30.13]; del it.
gualda hay sólo testimonios recientes (Tommaseo) y es palabra poco usada. Datos detallados acerca del vocablo en castellano da Max Steffen,
El falso ‘
guato’
del Torriani, en
Rev.
de Historia de la Univ. de La Laguna, n.° 78, 1947. Como hay
goldra o
gualdra en Lugo, junto a
gualda del gallego común (Sarm.
CaG.
A41
r,
A42
v) podríamos pensar en una derivación leonesa del cast. ant.
goldrar COLORARE (vid.
GOLDRE), pero rechazo la idea, en vista de la existencia de
gaude y
gauda en el francés, oc. y cat. medievales, por ser increíble que un leonesismo se hubiese propagado tan lejos en tal fecha. Varios autores han derivado
gualda del gótico (M-L.,
REW, 9490; Kluge, s. v.
wau); Gamillscheg,
R.
G. I, 202, lo admite como posible, pero prefiere el fráncico. Por ahora no es posible decidirse, pues si bien lo tardío del vocablo italiano resta fuerza al primer supuesto, por otra parte
gualda es palabra bastante arraigada en castellano, que ha dado el derivado
gualdo, sin equivalencia en otros romances
1; la falta de testimonios anteriores al S. XVI no es argumento de fuerza cuando se trata de un nombre de planta de esta naturaleza.
Gualda ha sido persistentemente confundido, en castellano y en italiano, con
guado, nombre italiano de la hierba pastel, procedente del longob.
WAID (fr.
guède < fránc.
waizd; Gamillscheg,
R.
G. I, 202; II, 169); V. el trabajo de M. Steffen.