GRAMALLA, ‘vestidura larga hasta los pies que empleaban los magistrados, especialmente en la Corona de Aragón’, del cat. gramalla, de origen incierto.
1.ª doc.: invent. arag. de 1397 y 1406 (BRAE IV, 219; III, 361); gramaya, invent. arag. de 14031 y en J. de Mena, en rima con aya, caya y çumaya (Obras del M. de Santillana, p. 265); gramalla, Covarr.
En catalán hay documentación muy abundante de los SS. XIII-XVI en Ag. y Alcover, desde R. Lulio2. No sé que este vocablo ni algo parecido exista en lengua de Oc ni en francés. En cambio, gramaglia es palabra frecuente en el italiano de los SS. XVI-XVIII como nombre de un vestido de luto; la documentación más antigua correspondería, según Zaccaria, a Casa, h. 1540, donde designa un traje solemne y pomposo, con referencia al Embajador de Urbino cerca de la Signoria. Esto parece indicar que el significado ‘traje de luto’ sea secundario y debido al influjo del it. gramo ‘afligido’; sin embargo, debe tenerse en cuenta que en 1570 G. de las Casas ya traduce el it. gramaglia por «luto», gramagliarse «enlutarse» y gramagliato «enlutado», sin registrar la existencia de la palabra en español. Pero Prati documenta desde 1486, como nombre de una vestidura pomposa, y admite el origen hispánico.
Por una parte, si el vocablo fuese oriundo de Italia, tendríamos una etimología en el citado adjetivo gramo, de origen germánico (REW, 3834; Gamillscheg, R. G. I, p. 226), vocablo ajeno al catalán; por otra parte, en este idioma tenemos documentación bastante más antigua que en el idioma de Dante. Luego permanecemos en duda acerca de si es italianismo en catalán o catalanismo en italiano. No hay otras etimologías convincentes. Desde luego debe rechazarse la idea de Diez (y REW, 1668) de considerarlo variante del cat. y oc. capmall, -lh, ‘parte de la cota de malla que cubre la cabeza’ (que bien parece ser compuesto de cap ‘cabeza’ y malla, a pesar de las dudas del REW, vid. Dicc. Alcover, s. v.)3, lo cual se funda solamente en la ac. ‘cota de malla’ que la Acad. (ya en 1843) atribuye a gramalla, al parecer sin fundamento, pues no existe tal ac. en catalán, y parece debido a una mala inteligencia del dato de Terr. de que las gramallas eran propias de los maceros y reyes de armas. Y difícilmente puede haber relación con GARNACHA, atendiendo a la etimología de éste.
De las varias ideas descabelladas que sugiere Covarr. sólo merece recuerdo la de derivar de GRAMMATICUS; el vocablo vendría entonces de VESTIS GRAMMATէCA en el sentido de ‘traje propio de los notarios y escribanos’, comp. oc. ant. gramadi, -avi, -azi, ‘abogado’, ‘escribano latino’, b. lat. Arag. grammaticus «notarius, secretarius» (Du C.). Fonéticamente lo más fácil sería entonces partir del Norte de Italia, donde hallamos gramaja en el sentido de ‘gramática, idioma latino’ en una carta de fines del S. XIII (Monaci, Crestomazia, n.º 135, IV, 2) y en otros documentos medievales (FEW IV, 216bn. 2), cat. ant. Gramatge4. Claro está que esto permanece incierto.
Parece que de gramalla haya que derivar el portugués ant. g(u)arvaia ‘capa escarlata llevada por los nobles’ (K. S. Roberts, Anthol. of O. Port., glos.), del cual se ha escrito bastante; la -v- puede ser debida a influjo de otro vocablo, tal vez GARVÍN (garavim en portugués). En algunos textos aparece garavaia, en otros garvaia (en Paay Soares de Taveiroos, Canc. da Ajuda, n.° 38, v. 13, figura como voz trisilábica en rima con alfaya). Acerca del vocablo han escrito Spitzer, Rom. LXXIV, 512; Piel, Rev. Port. de Fil. II, 188ss., quien quisiera derivarlo del nombre de Galway; y Giese (ZRPh. LXVIII, 170-1; y AILC V, 289-93), que partiría del ár. Ǥalabîya ‘chilaba, especie de capote’, del cual Abenaljatib (S. XIV), con referencia a Túnez, cita una variante fonética Ǥarbîya; pero aun si admitiéramos que esta variante local pudo haberse empleado en España, seguiríamos tropezando con la insuperable dificultad de la g- y de la á; la identificación etimológica que propongo tiene la ventaja de la coincidencia semántica completa y la casi completa igualdad fonética con la variante arag. y alto-it. gramaya (que he documentado por la misma época que el vocablo portugués), cuya r en sílaba pretónica tiene fuerte tendencia en todas las lenguas romances a pasar al fin de la sílaba.
1 «Una piel de hombre... Una gramaya de panyo negro. Dos mantones», BRAE IV, 523.― ↩
2 En el Poema de la Vida Marinera, del S. XIV, publicado por Massó Torrents (RH IX, 244), se mencionan también «tabards e gramayles» rimando con payles ‘pajas’. Más documentación, pero sólo catalana, da Gillet, Propaladia III, 274.― ↩
3 En cap mall, sac pall y vent pluig ‘viento que anuncia lluvia’, la segunda parte funciona como una especie de adjetivo derivado de los sustantivos malla, palla ‘paja’ y pluja ‘lluvia’, respectivamente. En alguno de ellos, quizá el último, y posiblemente también el primero, se trataría en el origen de un genitivo VENTUM PLUVIAE (CAPUT MACULAE), que evolucionó fonéticamente de una manera regular dando vent pluig (cap mall); de ahí nació un tipo formativo propagado luego a otros casos, como sac pall ‘saco de paja’.― ↩
4 No se puede asegurar que grameu o grimeu, que sale como nombre de vestidura en varios inventarios aragoneses, sea algo parecido a la gramalla, aunque puede ser: «Hn grameu morado de Londres, forrado de taffatan vermello con savastre en la devantera o en las mangas», a. 1402; «Hun cot verde de Ipre...; hun grameu del dito trapo, forrado de vayres», íd.; «Un grimeu de panyo cardeno, de muller; una tavardina de panyo cardeno claro», a. 1400; «una cota vermella; un grimeu; una manteta...; una cota manteta e grimeu de panyo morado», a. 1397 (con otro ej. de la misma forma en el mismo año): BRAE II, 220, 220; IV, 222, 220. Grimeu figura además en inventario catalán de 1416, y gramà(s)sia (comp. oc. ant. gramazi GRAMMATICUS) con sentido análogo en otros de 1308, 1327 y 1388 (Ag. y Alcover). La forma grameu podría estar en relación con el adjetivo gramego ‘lindo, hermoso’, descendiente de GRAMMATICUS, que se halla en antiguos documentos de Treviso y Padua (REW, 3838; FEW IV, 217a, n. 2); grimeu recuerda el fr. grimoire ‘libro de magia’ GRAMMATICA. Todo esto confiere bastante verosimilitud a esta etimología, sin asegurarla del todo. ↩