GLACIAL, tomado del lat. glacialis íd., derivado de glacies ‘hielo’.

1.ª doc.: h. 1525, Alvar Gómez (C. C. Smith, BHisp. LXI); 1616, Persiles (Aut.).

Cultismo tardío: falta en APal., Nebr., Oudin, Covarr. GLACIES dejó descendencia popular en casi todos los romances (aun el cat. glaç), excepto el castellano y el gallegoportugués, y aun ahí no falta algún representante dialectal: gall. lazar ‘helarse’, lazo ‘hielo’, leon. yaz ‘acumulación de hielo’ (Spitzer, AILC II, 41-43; C. Michaelis, RL III, 170). León. (La Lomba) llaz f. ‘témpano de hielo sobre el cual se puede patinar’, BRAE XXX, 329.

DERIV.

Otros cultismos o extranjerismos derivados de glacies. Glaciación. Glaciar [Acad. después de 1899], adaptación del fr. glacier [1572; procedente de un dialecto suizo: RF XXVII, 762-4], en los Andes se da este sentido al cast. ventisquero, que en España indica una pequeña acumulación de nieve; glaciarismo. Glacis [Terr.; Acad. ya 1817], tomado del fr. glacis ‘terreno pendiente’, ‘glacis de una fortificación’, derivado de glacer ‘helar’, de donde ‘resbalar’. Glasé ‘tafetán de mucho brillo’ [Aut.], del fr. glacé o taffetas glacé, participio del verbo glacer ‘dar un barniz parecido a una superficie de hielo’; glasear; glaseado.

En su art. GLACIES GdDD 3092 pone muchas palabras que no derivan de ahí: nav. y rioj. algarada «temporal de borrascas fuertes y continuadas» (Iribarren) es ac. figurada del conocido arabismo; de aquí, por cruce con sarracear (vid. ZARAZAS): Guadalajara algaracear ‘neviscar’, arag. algarazo ‘nevisca, llovizna’; el manchego grajear ‘caer agua y granizo’ naturalmente viene de grajea.