GIROLA, ‘nave que rodea el ábside en la arquitectura románica y gótica’, del fr. ant. charole, variante de carole ‘danza popular ejecutada por un grupo de gente que se da la mano’, ‘procesión religiosa’, ‘la girola, donde se realizaban estas procesiones’, para cuyo origen vid. CAROLA.
V. el estudio de Margit Sahlin,
Étude sur la Carole Médiévale, Uppsala 1940, pp. 37, 65, 93, 135, 206, y comp. Lapesa,
RFE XXV, 122-3.
Charole en el sentido de parte de una iglesia se halla en francés ya h. 1248, y
carole es frecuente y conocido en este sentido desde el S. XIV (
FEW II, 644
a); la forma
charole en las demás acs. Del vocablo es también bastante frecuente (Sahlin, 91-92, más ejs. pp. 6, 61; Artois
chirolée ‘serie de niños’). De ahí salió el port.
charola ‘giróla’ [Bluteau, 1712; Moraes cita ej. de Rodr. da Cunha, que no puedo fechar; comp. Gonç. Viana,
Apost. I, 288], que también significa ‘andas de procesión’ y dialectalmente ‘procesión’; en español
charole pasaría a
*xarola y
*xirola (de donde la forma moderna), quizá ayudando el influjo de
girar. La forma francesa con
ch- ha de ser algo más que una mera grafía (como supone Sahlin), en vista de las formas iberorromances; puede ser una ultracorrección del dialecto picardo y normando, o bien el resultado de la grafía culta con
ch-, debida al influjo del lat.
chorus, grafía que luego trascendería a la pronunciación. Es posible que sea otra deformación de
charole el ast. occid.
giraldilla ‘danza en corro, cogidos de la mano y cantando’ (Acevedo) (pero vid.
GIRO I).