GENTE, es latinización del antiguo yente, procedente del lat. GĔNS, GĔNTIS, ‘raza’, ‘familia’, ‘tribu’, ‘el pueblo de un país, comarca o ciudad’.

1.ª doc.: yente y gente, Cid.

La forma hereditaria yente es la predominante en el Cid, se halla también en Berceo, en el Cronicón Villarense (h. 1210)1, en Alex. (730), etc. (en textos arcaicos como los Reyes Magos, la grafía gente puede representar la pronunciación yente); la forma latinizante gente es ya la de ambos mss. en Berceo, Mil. 710c (pero gente A junto a yent I, en Mil., 888d), y se generaliza en el S. XIV (J. Ruiz, 188a; Conde Luc.) y XV (APal., 178d; Nebr.). En el período arcaico predomina el uso plural (las yentes), al fin de la Edad Media el singular gana terreno y el plural va quedando relegado después al estilo eclesiástico (el apóstol de las gentes), hasta el punto de que en el S. XIX y hoy en día sólo lo emplean los escritores afrancesados, como observa Baralt. En la Edad Media y en el Siglo de Oro era todavía corriente emplear gente concertando con un verbo plural: «viciosos hay de mil modos / que no aborrecen la gente, / y sólo del maldiciente / huyen con cuidado todos», Ruiz de Alarcón (Las Paredes Oyen, ed. Reyes, 213), uso que se anticuó entre los educados, mientras sigue vigente en otros romances. Empleado como predicado, en el sentido de ‘gente decente’, o ‘persona, por oposición a animal’, es muy vivo en América, y concretamente en Colombia («no sabe manejarse como gente», Cuervo, Ap.7, p. 458) y en la Arg. («fulano es muy gente» ‘persona muy correcta’; «me es imposible encontrar / una chola que sea gente», copla de Santiago del Estero, en el Cancionero de Lullo, p. 380; Payró, Pago Chico, ed. Losada, p. 160), pero era general en el Siglo de Oro: «los zurdos... es gente hecha al revés y que se duda si son gente», Quevedo, Las Zahurdas de Plutón.

DERIV.

Gentecilla. Gentil [en la ac. ‘pagano’ ya se halla en las Glosas Silenses, 2.ª mitad del S. X; ‘noble’, Cid], tomado de gentīlis ‘propio de una familia’ (de ahí ‘linajudo, noble’), ‘perteneciente a una nación, especialmente si es extranjera’, ‘no judío: pagano’; gentileza [Canc. de Baena, W. Schmid]; gentilicio; gentílico; gentilidad; gentilismo; gentilizar. De gente o de GENITUS se derivará el gall. oriental xentil ‘hierba de las nacidas (diviesos), do corvo o de los erizos’ (Sarm. CaG. 139v). Gentío [Berceo, Mi.l, 85c; APal., 499b; Nebr.]. Gento, -ta [princ. S. XIII: Sta. M. Egipc., 90; Apol., 4; Berceo, Mil., 357; J. Ruiz, 1622]2, ant. ‘gentil, gallardo’, tomado de oc. ant. gent, -ta, íd., que puede ser mera adjetivación de gent ‘gente’, con el mismo sentido primitivo que el clásico e hispanoamericano gente estudiado arriba (comp. REW, 3735; FEW IV, 103-5, se inclina, por razones que no convencen, por la etimología GĔNէTUS ‘nacido’, más complicada e hipotética; V. lo dicho en GAYO); adverbialmente gent. Gentuza [Terr.] o gentualla [Aut.], antes gentalla [Cervantes, Viaje del Parnaso, ed. Schevill, p. 91], todavía empleado en Andalucía (AV) y el Perú (E. D. Tovar, Bol. de Filol., Montevideo, IV, 84); éste pudo tomarse del cat. (val.) gentalla o del it. gentaglia íd., y gentualla es el mismo vocablo forastero amoldado a vitualla, popularizado con anterioridad (difícilmente cruce con gentuza, como supone A. Castro, RFE XII, 406, que hubiera dado *gentuzalla).

CPT.

Gentilhombre: el lexicógrafo anónimo de med. S. XV le da ya esta forma castellana, lo mismo que Juan de Valdés, si bien aquél lo considera vocablo propio «de Alemania y Francia» y éste de Italia (RFE XXXV, 333); también se sirve de él J. del Encina, RFE XL, 165; Covarr. lo da ya como palabra propiamente castellana, y Aut. cita ejs. del S. XVII. Gendarme [reciente; falta aún Acad. 1832], del fr. gendarme, sacado del pl. gens d’armes ‘gente de armas’. Genealogía [Mena, Santillana (C. C. Smith, BHisp. LXI); APal. 177d, pero quizá sólo en calidad de voz grecolatina; falta en Covarr.], lat. genealogĭa, tomado del gr. ƔενεαλοƔία, formado con Ɣενεά ‘generación’ y λóƔος ‘tratado’, voz de la misma raíz que el latín gens; genealógico. Otros compuestos y derivados de dicha voz griega, más raros: genearca, geneático.

1 «Non se acordoron las hientes de la tierra por aver rei», BRAE VI, 207.―

2 El comparativo oc. gençor fué también usual, Sta. M. Egipc., 251; todavía en Vélez de Guevara, nota de M. P. a La Serrana de la Vera, p. 151; comp. RFE IV, 413.