GAMO, del lat. vg. GAMMUS íd., resultante probablemente de un cruce del lat. DAMMA íd. con el lat. alpino CAMOX ‘gamuza’.
También se halla en doc. de Toledo de 1274 (M. P.,
D.
L., 286.39), en J. Ruiz (1088
a, 1116
c), en Nebr., en Martínez de Espinar (1644), etc. Es palabra exclusiva del castellano y el portugués
1; en documentos portugueses puede ya fecharse en el año de 1186 (Viterbo) y en el de 1253 (
RFE X, 113). D
AMA o
DAMMA era en latín clásico masculino y femenino a un tiempo, y en el propio castellano se halla a veces
gama como nombre genérico del animal («
dama... son las
gamas, linaje de animales temeroso y sin baraja, que fuye mucho de los canes... parece semejar a corço», APal., y Nebr. pone también
gama antes que
gamo); pero ya en glosas latinas aparece el masculino
dammus (
CGL III, 431.30),
dammulus (III, 513.51) y el fr.
daim (de donde el cast. antic.
daine,
Canc. de Baena, cat.
daina) corresponde a
DAMUS (Notas Tironianas). Por otra parte aparece una forma alterada correspondiente a la hispano-portuguesa,
GAMMUS, glosado
πλατύκερως, es decir, ‘especie de ciervo, de cuernos anchos’, en el glosario muy antiguo atribuído falsamente a Cirilo, trasmitido en ms. del S. VII, y que contiene otros vulgarismos de cuño hispánico (
denostatio,
strigare); también en unos Hermeneumata Vaticana trasmitidos en ms. del S. X (
CGL II, 409.2; III, 431.37); es posible que el gramático galorromano Virgilio (S. VII) se refiera a la misma palabra al poner
gammus como ej. de
ă ante
mm (Heraeus,
ALLG XIV, 477). La
G- no puede explicarse como alteración fonética, contra lo que supuso Diez (
Wb., 453), pero se explica al tener en cuenta que
DAM(M)A era extranjerismo en latín, probablemente del líbico
adamu (bereb.
admu), con el sentido originario de ‘gacela’ (que tiene en Plinio)
2, y por lo tanto es natural que al pasar al latín sufriera el influjo de un nombre europeo como el de la gamuza,
CAMOX [S. V], de origen alpino; así Schuchardt,
Roman.
Lehnworte im Berberischen, 77-79. Menos verosímil es que se trate de un gót.
*GAMA ‘cabra’ (como suponen Falk-Torp, s. v.
gemse) o de un galolatino
*GAM(S)MOS (Loewenthal,
WS X, 185; XI, 73), de origen indoeuropeo y procedentes de una raíz verbal que significa ‘andar’, ‘correr’, ‘saltar’; ni tampoco de un cruce de dicha palabra gótica hipotética con el lat.
DAMMUS (Brüch,
ZRPh. XXXVIII, 678); en efecto, no hay palabras documentadas en germánico con esta forma y significado (el alem.
gemse viene de
CAMOX), y el gaél.
gàmag ‘paso largo’ es apoyo demasiado flojo para atribuir
GAMMUS al céltico.
Dama se ha empleado como cultismo en castellano.