GAMBAX (grafía antigua), GAMBAJ (grafía actual), ant., ‘jubón acolchado que se ponía debajo de la armadura para amortiguar los golpes’, del fr. ant., oc. ant. gambais íd., en los dialectos orientales franceses wambais, de origen incierto; probablemente de un derivado del fránc. WAMBA ‘barriga’, alterado por influjo del gr. biz. βάμβαξ ‘algodón’.

1.ª doc.: Alex., 430b1.

Aparece después en la Crón. Gral. (Cej., Voc.), en la Gr. Conq. de Ultr. («vistióse el Obispo un gambax de xamete, e sobre él la loriga», p. 255; también 195), en Juan Manuel (Rivad. LI, 316b, lín. 57), en las Cortes de Castilla de 1338, y en otros textos medievales, citados por Dozy (Suppl. II, 228b) y Aut.; también port. ant. canbás (Viterbo canbases). Del español debió de pasar ya en fecha antigua al árabe, pues se halla ġunbâz «perpunctum» en R. Martí (S. XIII), en el marroquí Almacarí (1631) y en una escritura árabe de Granada, así como en PAlc. (pronunciado gonbíç según es regular), qenbâz ‘camiseta’ en el vulgar africano, y de ahí ha pasado al árabe de Oriente (ġunbâz, qunbâz, ġinbâz ‘coleto’, ‘camiseta’, ‘bata’), donde sólo se halla en fecha moderna, vid. Simonet s. v., y Dozy, l. c.

Más antiguo el fr. gambais, variantes gambeis, -ois, y wambais, -eis; se halla con el mismo sentido que en castellano en muchos textos franceses desde el S. XII (Roman de Rou, Foulque de Candie, etc.), y gambais es también frecuente en lengua de Oc desde fines del mismo siglo (Peire de Bussinhac). La variante wambais, -eis, es antigua, pues del francés pasó h. el año 1200 al a. alem. med. wambeis, de donde el alem. wams ‘jubón’, ‘almilla’, y también el neerl. med. wambaes (neerl. wambuis), b. alem. med. wambois. De esta variante es preciso partir para la etimología.

Es posible, sin embargo, que tuviera razón Dozy, en opinión referida por Simonet2, al tomar como base el b. lat. bambax ‘algodón’3, documentado en el glosario Vaticano 1260, manuscrito del S. X, lleno de antiguas glosas hispánicas (V. GALÁPAGO), y en otro glosario Vaticano del S. X u XI; el cual, según estos autores, vendría a su vez de un gr. bizant. βάμβαξ, variante inexplicada del gr. βóμβυξ ‘gusano de seda’, ‘seda’; de todos modos sería preciso admitir que en boca de los guerreros francos el fr. preliterario *bambaiz se convirtiera en wambais por influjo del fráncico *WAMBA ‘barriga’ (gót., a. alem. ant. y neerl. ant. wamba, ags. wamb, escand. ant. v྿mb íd., ingl. womb ‘útero’). Esto es posible, aunque debiera demostrarse mejor que el gambaj solía ser de algodón, pues según el Alex., la Crón. Gral. y la Conq. de Ultr. se hacía de cendal, ranzal o xamete, es decir, tejidos análogos a la seda, y también en el Perceval francés se habla de un ganbes de soie et de coton porpoint; sin embargo, en apoyo de esta opinión puede aducirse el hecho de que en los varios pasajes occitanos citados por Levy gambais designe precisamente un tejido, y no el jubón que con él se hace. Además, para demostrar esta etimología haría falta documentar mejor y explicar la variante griega βάμβαξ; otra dificultad fonética estriba en que el acusativo BAMBACEM habría dado oc. *bambatz, y el nominativo BAMBAX no conviene por el acento. Que debe de haber alguna relación con esta voz griega lo prueban las formas más antiguas que conozco de nuestro vocablo en parte alguna, que empiezan con b-: en Cataluña «banbacios III de seda» doc. de 1078, y «bambeth I et gonnella I» doc. de 1083 (Cartulario de St. Cugat II, 356, 376).

Por otra parte no se puede rechazar de plano la opinión de Kluge en sus primeras ediciones (1899), aceptada por M-L. (REW 9497), de que gambais es simplemente un derivado del fráncico *WAMBA. Estos autores no precisan de qué clase de derivado se trataría, y desde luego debe descartarse fonéticamente un derivado romance en -ACEUM, como propone Mackel, Franz. Studien VI, 70. Como un fr. ant. *gambe en el sentido de ‘barriga’ no está documentado, sería preferible pensar en un derivado ya germánico, formado en fráncico; ahora bien, este derivado sólo podría ser un adjetivo *WAMBէSK ‘relativo a la barriga’, ‘destinado a protegerla’, y semejante adjetivo fácilmente pudo existir, dada la gran frecuencia de estos derivados; el caso es que WAMBISK habría dado normalmente fr. ant. wambeis, gambeis (más tarde wambois), y esta forma de hecho existe y también desde el S. XII (glosario citado por God., etc.). Las dos formas en -eis y en -ais son aproximadamente de una misma frecuencia y antigüedad, según God. (los mss. de Rou vacilan entre gambais y hembeiz, hay ganbais en Foulque de Candie, etc.); tampoco la documentación muy abundante citada por Du C. (s. v. gambeso) decide la cuestión4; y aunque el derivado gambison, gambeison, gamboison, parece más favorable a la forma en -eis, su valor en realidad es escaso, pues en posición pretónica, y más siendo tras labial, suele haber cambio de ai en oi (Amboise, apprivoiser, etc.).

Sólo un especialista del francés antiguo, que pueda valorar en detalle las tendencias de los varios manuscritos, podrá resolver la cuestión. Presunción fuerte en favor de la antigüedad de la forma en -ais la da el testimonio de oc. ant. gambais y de las formas hispánicas, probablemente tomadas de este idioma. Claro está que siempre se podría admitir que el gambeis originario se cambió en. gambais por influjo de bombais ‘algodón’. Así, pues, en definitiva nos vemos conducidos, de todas maneras, a un cruce de los dos parónimos WAMBA y BAMBAX, de cuya convivencia en francés no es posible dudar, pues hoy en los Vosgos existe vouamme «fanon», procedente de WAMBA (Horning, ZRPh. XVIII, 230).

DERIV.

Gambesón (falta aún Aut.), del fr. ant. gambeison, vid. arriba; gambesina.

1 «Armós el buen cuerpo, ardido e muy leal, / vestió a carona un gambax de cendal; / dessuso, la loriga...».―

2 De ahí, por recomendación de Baist, pasó esta etimología a Kluge [ed. 1923], s. v. wams, y de éste a Gamillscheg (R. G. I).―

3 De ahí el it. bambàgia ‘algodón de calidad inferior’, y el hápax fr. ant. bambais (FEW I, 229a).―

4 Tenemos wanbais o wanbasium en un texto de 1181, pero gambeso, -onis, en Guillermo de Bretaña (h. 1225), wambitius en una bula de Inocencio IV (1242-54), wanbizius en los Estatutos de los Premonstratenses, que están relacionados con esta bula y quizá sean anteriores; otras formas, como el wambasius de Alberto Argentiniense, son muy posteriores (fin S. XIV), etc.