GAMARRA, ‘correa que, partiendo de la cincha, pasa por entre los brazos del caballo y llega hasta la muserola, sirviendo para impedir que el animal levante y baje nerviosamente la cabeza’, derivado del lat. CAMUS ‘cabezada para atar los animales’ (de donde el it. ant. camo ‘freno’, cat. pirenaico gams ‘cuerdas para atar la carga de las caballerías’, cast. CAMAL ‘cabestro’), o debido a un cruce de este vocablo con amarra.
1.ª doc.: Aut.
En cuanto a la etimología, la de Schuchardt, cruce de camo con amarra, es perfectamente posible, puesto que este último vocablo se emplea en Italia desde el S. XVI por lo menos, y aunque sea término náutico y no hípico, sabido es que en todas partes ha tomado más o menos el sentido genérico de ‘atadura’. Pero también sería posible suponer que el vocablo naciera en España y fuese llevado de aquí a Italia por las expediciones militares del S. XVI (sufriendo allí el influjo fonético de camo o conservando una forma arcaica con c-, perdida luego en la Península Ibérica): la escuela napolitana de equitación, cuyas reglas formuló Grisone, fué adaptación de la jineta española; entonces podríamos creer que es un mero derivado de CAMUS Larramendi afirmó que gamarra es voz vascongada, y en él se funda la Acad. para afirmar que el cast. gamarra proceda de una voz vasca homónima, pero en realidad Azkue no recoge tal palabra vasca, y Larramendi no parece haber tenido otro fundamento para su afirmación que la existencia del apellido vasco Gamarra (ya citado por Góngora, vid. Alemany) y la terminación -arra de fisonomía vagamente euskérica. Claro está que éstas no son razones pertinentes2. Sin duda el apellido vasco es antiguo, y como nombre de un pueblo alavés ya se documenta en 1025 (Michelena, BSVAP XI, 291) mas poco prueba esto en cuanto al apelativo ítalo-español, y nada más fácil, en un vocablo de raíz tan breve y simple, que una coincidencia casual.
1 Quizá venga de éste, aunque es incierto, el ast. gamu ‘palo con un gancho de hierro en una de sus extremidades, que se utiliza para la pesca de pulpos’ (V). CAMUS significa también ‘collar de hierro que se pone a los esclavos para castigarlos’.― ↩
2 Amarra no pudo pasar espontáneamente a gamona, como supuso Cornu, GGr. I, § 252, pues no se produce tal prótesis fonética. Tampoco es pertinente la idea de Baist, KJRPh. VI, i, 390, de explicar camarra por una combinación del cat.-oc. cap ‘cabeza’ con amarrar, lo cual ofrecería dificultades morfológicas y geográficas. ↩