GALOPE, tomado del fr. galop íd., postverbal de galoper ‘galopar’, y éste probablemente del fráncico *WELA HLAUPANsaltar bien’, porque el galope consiste esencialmente en una serie de brincos.

1.ª doc.: galopo, Alex., O, 1247a1; galope, en el ms. R (S. XV).

No vuelvo a hallar otros testimonios hasta el S. XVI (C. de las Casas, 1570; Quijote; etc.), en que es general la forma galope. Como indicio de empleo del vocablo a fines del S. XIV puede citarse el hecho de que el ms. T de J. Ruiz (1230b) sustituye galipe de los otros dos manuscritos por galope2.

En francés galop es antiquísimo, frecuente desde el Roland, y de ahí pasó a los demás romances y a otros idiomas; sólo oc. ant. galaupar es autóctono, y aun esta forma es sólo hapax del Fierabrás occitano, predominando el galicismo galopar ya en el occitano medieval. Que la g- francesa proviene de una W- germánica está probado no sólo por la forma waloper de la Geste as Loherains, sino también por el neerl. med. waloppen o walopperen, que, aunque sean galicismos, fueron tomados, en fecha antigua, de los dialectos franceses orientales, que conservaban intacta la W- germánica.

Este pormenor obliga a descartar la antigua etimología *GAHLAUPAN (derivado de HLAUPANcorrer’), sostenida por Diez y otros. Ya Grammont, Bull. de la Soc. de Ling. de Paris, XII, n.° 53 (1903), p. CV, propuso por lo tanto WALA HLAUPAN3>; Herzog, Bausteine Mussafia, 485, propuso más tarde por su cuenta la misma etimología, y en general ha obtenido el asentimiento de sus sucesores. Sperber, Uppsala Universitets Arsskrift, 1910, 152, formuló la objeción de que WALA HLAUPAN significaría ‘correr bien’, y no hay noticia de que esta combinación existiera en lengua germánica alguna con aplicación al galope ni siquiera como una locución fija de significado especial (hay, p. ej., un caso en a. alem. medio, pero los dos elementos conservan su sentido independiente); de ahí que Sperber quisiera partir de la locución WALA UPP, equivalente fráncico del alem. wohlauf, aproximadamente ‘¡ea, vamos!’ en castellano, interjección voceada por el jefe de la caballería, la cual se convertiría a la larga en el nombre mismo del galope, pero son muy poco verosímiles semejante cambio de categoría gramatical y la formación de un derivado verbal a base de una interjección; por lo demás, la etimología de Sperber adolece del mismo defecto que reprocha a la otra, de no estar documentada con referencia precisa al galope.

Frings, ZRPh. LVI, 189-90, apoya la etimología WALA HLAUPAN con su conocimiento de germanista especializado4, sugiriendo que se trate en realidad del sentido ‘saltar’ que tendría el fráncico *HLAUPAN, como sus congéneres el neerl. ant. (y medio) loupon, ags. hlêapan, ingl. leap, y no del de ‘correr’ que tiene el mismo vocablo en alemán (laufen, a. alem. ant. hlauffan). Efectivamente, el galope se «ejecuta como a brincos» (Aut.), «consiste en una serie de saltos sobre el cuarto trasero» (Acad.). Ahora bien, el rey franco Carlos Martel fué el creador de la caballería como arma militar en su forma medieval típica. El empleo de WELA ‘bien’ parece aludir a la correcta ejecución del salto, que parece ser lo esencial de un buen galope, circunstancia a la cual parece aludir asimismo la denominación del galope como cursus rotundus ‘carrera redonda, rotunda’, tal como se halla en glosarios neerlandeses-latinos de la Edad Media. La reducción de las dos sílabas consecutivas análogas WELA HLAUPAN a WALAUPARE es un fenómeno de haplología. El vocablo se romanizó cuando ya estaba consumada la alteración romance de las sordas intervocálicas, en palabras como SAPERE > fr. savoir o PAUPERUM > fr. ant. povre, y por lo tanto la -P- en nuestro germanismo ya no sufrió modificación.

DERIV.

Galopear [1570, C. de las Casas; Covarr.; Oudin; como forma básica en Aut.]5 o galopar [1651, Esquilache], dada la aparición tardía y la vacilación entre las dos formas, no se tomaría directamente del fr. galoper, más bien debió de formarse en español como derivado de galope. Galopeado; galopeo ant. Galopante; galopada. Galopín [Quevedo, vid. Fcha.; h. 1665, Fernández de Navarrete], ‘pinche de cocina’6, ‘paje de escoba en los navíos’, ‘muchacho sucio y desharrapado’, del fr. galopin [h. 1400, y como apodo con valor de nombre propio ya S. XIII] ‘muchacho a quien se manda a llevar recados’, por lo mucho que ha de correr de una parte a otra, después ‘golfillo’; de ahí el derivado regresivo galopo [1734], que según Aut. era nombre dado en Alcalá a los mozuelos que andan haciendo recados para sustentarse (de ahí val. guilopo ‘pícaro, ruin, taimado’7), galopillo; galopinada. Galop [Mesonero Romanos, † 1882; Acad. ya 1884], del fr. galop íd. (comp. arriba); se dijo también la galopa, V. ejs. españoles y americanos en Toro G., BRAE VIII, 495.

1 «Ya exie de galopo, querie con él juñir», hablando de un caballero que se lanza al ataque.―

2 Cej. prefiere galope en su edición y supone que sea el nombre de una danza, pensando en el uso del fr. galop en este sentido. Pero atribuir esta ac. al S. XIV es anacronismo manifiesto, si no me engaño: a juzgar por Littré (s. v. galope) era todavía uso reciente en Francia en 1830. Algunos han creído que galipe sea instrumento musical, de lo que tampoco hay pruebas. Me inclino a creer se trata del oc. ant. garip, nombre de una composición musical. De todos modos, ha de ser galipe, «lectio difficilior», la correcta, según la conocida norma de la filología clásica. El escriba de T sustituyó la palabra rara galipe por la conocida y usual galope, sin preocuparse del sentido.―

3 Este artículo no está a mi alcance. Es lástima, porque ninguno de los etimologistas posteriores parece conocer directamente la opinión del genial fonetista.―

4 La forma del adverbio en fráncico pudo ser WALA, según prueba Frings, más bien que WOLA, como había supuesto Gamillscheg, R. G. I, p. 243. De todos modos, aunque fuese WOLA, o más bien WËLA (como dejan suponer la mayor parte de las lenguas germánicas), la haplología en *WAHLAUPAN sería posible, pues no hace falta identidad de las vocales para que se produzca este fenómeno.―

5 Esta forma es hoy menos usual en España que la otra; no así en el Río de la Plata: galopiado ‘experimentado’, ‘gato viejo’, F. Silva Valdés, La Prensa, 23-VIII-1942.―

6 De ahí (quizá reducción de *galopiar) gall. santiagués galopar ‘hurtar’ (Sarm. CaG. 121v). Cf. el fenómeno semántico estudiado en ACOQUINAR.―

7 Desdevizes du Désert, RH XXII, 421, cita la forma quelopo ‘canalla’ como empleada en Cataluña en 1808. La i de guilopo se deberá a influjo del cat. guilla ‘zorra’, oc. ant. guila ‘astucia’, cuyo origen estudiaré en mi DECat. No parece estar en lo cierto Schuchardt, ZRPh. XXIX, 327n., al atribuir a galopo el mismo origen que gallofo ‘mendigo’, Guienne galopo ‘agalla de roble’, oc. escalopo ‘cáscara externa de la nuez’. Ni M-L., Hist. Gramm. d. frz. Spr., Wortbildung, p. 30, al creer que el fr. galopin provino del italiano; en sentido contrario, vid. Wartburg, ZRPh. XLII, 506. Más sobre galopin en Sainéan, Sources Indig. I, 297. De galopo quizá proceda el cespedosano engalopitar ‘incitar, seducir’ (RFE XV, 170), a no ser que venga más bien de galpito, con anaptixis.