FRESCO, del germ. occid. FRէSKnuevo’, ‘joven’, ‘vivo’, ‘ágil’, ‘atrevido’ (a. alem. ant. frise, alem. frisch, neerl. med., fris, ant., ags. fersc).

1.ª doc.: Cid.

Frecuente y popular desde la Edad Media y en todas las épocas. Pero antiguamente sólo parece hallarse el matiz general ‘reciente’: en el Cid ‘recién estrenado’, en Berceo y J. Ruiz ‘recién hecho’, en el glosario de Toledo pescado fresco, también en APal.1, y sólo desde Nebr. puedo documentarlo aplicado a la temperatura; una cronología semántica paralela puede observarse en germánico y en galorromance (FEW III, 811). Es germanismo general a todos los romances de Occidente, aun el sardo, y aunque sólo lo hallamos en la rama occidental de las lenguas germánicas, no debe suponerse tomado del fráncico, sino del germánico occidental común por el latín vulgar (comp. Gamillscheg, R. G. I, 226). Como término de pintura, nació en italiano, al principio empleado sólo como adverbio: pintado de fresco [1564] o al fresco [fin del S. XVI], y sólo después como sustantivo [fin del S. XVI]; en la lengua de origen el primer uso se documenta ya a principios del S. XV y el segundo desde el XVI, vid. Terlingen, 1132.

DERIV.

Fresca. Frescachón. Frescal [Aut.]; frescales. Frescor [Nebr.] o frescura [íd.]. Especial del port. y gall. es la ac. ‘olor refrescante’ (frescurina Castelao 279.16). Frescote. Fresquedal. Fresquera [Acad. 1899], se roza semánticamente con frasquera (vid. FRASCO), del cual podría ser alteración, como lo es el amer. fresquería (‘botillería’) de frasquería. Fresquero. Fresquista [1708, Palomino]. Refrescar [Berceo: ‘renovar’, ‘arrepentirse’; término de juegos en los Libros del Acedrex, 350.28; Nebr. «recentare»; 1493, Woodbr.]; refrescador; refrescadura [Nebr.]; refrescamiento; refrescante; refresco.

1 «Strenuus: fuerte, para mucho, fresco, velante [?], que derrocando a otros desecha la adversidad», 473b.―

2 Para otras acs. secundarias, vid. Aut. y Acad. En la Arg. puede significar ‘sobrio, que no ha bebido’: «veía visiones a toda hora y en todo lugar, porque sólo excepcionalmente estaba fresco», Chaca, Hist. de Tupungato, 325.