FRESCO, del germ. occid. FRէSK ‘nuevo’, ‘joven’, ‘vivo’, ‘ágil’, ‘atrevido’ (a. alem. ant. frise, alem. frisch, neerl. med., fris, ant., ags. fersc).
1.ª doc.: Cid.
DERIV.
Fresca. Frescachón. Frescal [Aut.]; frescales. Frescor [Nebr.] o frescura [íd.]. Especial del port. y gall. es la ac. ‘olor refrescante’ (frescurina Castelao 279.16). Frescote. Fresquedal. Fresquera [Acad. 1899], se roza semánticamente con frasquera (vid. FRASCO), del cual podría ser alteración, como lo es el amer. fresquería (‘botillería’) de frasquería. Fresquero. Fresquista [1708, Palomino]. Refrescar [Berceo: ‘renovar’, ‘arrepentirse’; término de juegos en los Libros del Acedrex, 350.28; Nebr. «recentare»; 1493, Woodbr.]; refrescador; refrescadura [Nebr.]; refrescamiento; refrescante; refresco.
1 «Strenuus: fuerte, para mucho, fresco, velante [?], que derrocando a otros desecha la adversidad», 473b.― ↩
2 Para otras acs. secundarias, vid. Aut. y Acad. En la Arg. puede significar ‘sobrio, que no ha bebido’: «veía visiones a toda hora y en todo lugar, porque sólo excepcionalmente estaba fresco», Chaca, Hist. de Tupungato, 325. ↩