FLAUTA, voz común a los varios romances de Occidente, de origen incierto, probablemente tomada de la lengua de Oc: en su formación es posible que intervinieran factores onomatopéyicos, pero con ello su creación no queda explicada, pues difícilmente puede ser casual el gran parecido con oc. ant. flauja, flaujol, cat. flabiol, fr. flageolet, ‘caramillo, flauta dulce’, oc. flaujar ‘tocar el caramillo’, procedentes de un derivado de FLARE ‘soplar’; quizá el oc. ant. flautar ‘tocar la flauta’ resulte de un cruce del lat. tardío flatare íd. con el oc. flaujar.
1.ª doc.: J. Ruiz, 1230c (sólo en el ms. S, que es de h. 1400)1.
Estoy en principio de acuerdo con la tesis de Spitzer (ZRPh. XLIII, 332-3; XLII, 31), aceptada por M-L. (REW, 3360) y Wartburg (FEW III, 612-4), de que la forma flaüta tiene carácter onomatopéyico, o por lo menos resulta tenerlo; pero en cuanto a la formación del vocablo, es preciso decidirse: diciendo que el vocalismo a-ú es imatitivo, pero que fl- se debe al tipo *FLABEOLUM y voces emparentadas, se obtiene una fórmula libresca, «construida», y sin mucho significado real. A no ser que pueda probarse la existencia de un vocablo rigurosamente sinónimo y puramente onomatopéyico que se cruzara con *FLABEOLUM, sería preciso, para mantener la tesis de creación onomatopéyica, suponer que todo el radical flaüt- nació por imitación, lo cual en sí no sería imposible al fin y al cabo. Pero no parecen existir casos paralelos. Y teniendo en cuenta que flauja3, flaujol, y análogos no se crearon por onomatopeya, se hace también inverosímil que flauta se creara así. Atiéndase a que con ello no dudo que flauta sea onomatopéyico en sus efectos, pero sí en su origen4. Quizá el porvenir nos reserve una confirmación de la idea de Diez (Wb., 141-2), todavía aceptada por Kluge, de partir de FLATUS ‘soplo’, aplicado por Horacio al sonido de la flauta, o más bien de FLATARE, que es precisamente ‘tocar la flauta’, en el africano Arnobio (h. 200 d. C, vid. Du C.); comp. flator ‘flautista’ en CGL II, 254.54; V, 22.24, 69.25 y en Festo. Un *flatar, cultismo romance, bien pudo cruzarse con oc. flaujar, flaujolar5, puesto que eran verdaderos sinónimos, dando el verbo flautar, que es muy antiguo en lengua de Oc, en francés se halla desde el S. XII, y en castellano tenemos flautador en APal. 33d («quien canta con flauta»). Entre mi punto de vista y el de Spitzer, que ahora (MLN LXXI, 379) vuelve él a defender con tanto ingenio como habilidad dialéctica, hay bien poca diferencia en el fondo. Los dos admitimos que en flauta se combinan elementos hereditarios latinos con elementos onomatopéyicos; diferimos levemente en el grado en que admitimos estos últimos. Sin duda no vale la pena insistir mucho en convencernos del todo el uno al otro. ¿Que por qué había de contener flauta un elemento culto, no conteniéndolo flaujol? Pues claro que la flauta es ya instrumento de músicos profesionales y el caramillo o flaujol es de pastores. Puesto en el terreno semántico su razonamiento cojea, mientras que el mío se impone cuando digo que el que asegure que flauta ha de ser onomatopéyico, por el efecto onomatopéyico que la sílaba flau- le produce, pierde de vista que flaujol tiene la misma sílaba y todo el mundo sabe que nada tiene de onomatopéyico en su etimología. Flautar es obviamente inseparable del lat. flatare, absoluto sinónimo suyo, documentado hasta el S. III y en glosarios de la Alta Edad Media, y no lo es menos de flaujolar, también sinónimo, así que era casi inevitable el cruce entre flatar y flaujolar, dando flautar. En fin, a lo que me opongo no es a la idea del cruce de sinónimos, sino al cruce de fórmulas abstractas como «el elemento onomatopéyico aüt» cruzado con «FL- de FLABEOLUM». En los casos que me echa en cara Spitzer hablo de cruce de sinónimos concretos: carraspear, de escarrar con raspear; gaznate, de gasguete con * ganate (< ár. qanât); o bien se trata de una palabra que no cambia esencialmente y sólo toma un sonido levísimo y de poco relieve fónico (lo cual se llama contaminación más que cruce): uppe + aspiración, grihgo (de griesgo) + la ɋ típica del inglés6.
Del verbo flautar nacería en lengua de Oc el derivado flauta. La lírica trovadoresca pudo extender el vocablo a los demás romances7, y la dificultad estaría sólo en las formas con diéresis. De todos modos, nótese que el silabeo fláu-ta, flau-tar, tiene más extensión en el occitano medieval que en el moderno: aquél figura en uno de los manuscritos del Delfín de Auvernia, y éste en el mismo y en Bonifaci Calvo. Si partimos del verbo podemos explicar el silabeo flaüt, flaüta, como secundario y analógico: antes de vocalizarse la l de saltar y palabras análogas, no había o había muy pocos verbos en -aȮta, mientras que flaüt se apoyaba en los innumerables vocablos en -ut y no faltaban formas verbales en -uta, como las del verbo deputar, refutar, (re)butar, etc. Una vez creada, la forma flauta se propagó gracias a su efecto imitativo. Y téngase en cuenta que un desdoblamiento secundario fla-u-tar fácilmente pudo nacer en un texto cantado, y luego extenderse favorecido por su carácter onomatopéyico.
También podría pensarse en *FLATUARE (Deriv. de FLATOS, <l=lat.>-ȢS, como TUMULTUARE, TONITRUARE, etc.), de donde *flatüar y la metátesis flaütar, generalizada por su valor imitativo. O bien, si nos fijamos en que así el tipo *FLABEOLUM como el rodanense flaveto parecen ser alteraciones de FLABELLUM, fr. ant. flavel ‘caramillo’, por cambios de sufijo, sería lícito también admitir que flaüt (< *flavut) es otro cambio del mismo tipo, del cual salieron luego flaüta y flaütar.
DERIV.
Aflautado [S. XIX: DHist.], o flautado, flauteado. Enflautar; enflautador; enflautado. Flautero. Flautillo. Flautín; con la variante argentina flauchín (o flauchón, flauchento) ‘aflautado’, ‘flacucho’ (RFH VI, 32). Flautista. Flautos.
1 Los dos manuscritos más antiguos, G y T, traen rota, otro instrumento musical. Nótese que la medida del verso supondría que flauta era bisílabo. Comp. M. P., Poesía Jugl., p. 70.― ↩
2 [1378]. En rosell., ibic. (BDLC XIII, 32), tarrag. (BDC VI, 44) y en varios puntos del País Valenciano: Alcoy (M. Gadea, Tèrra del Gè I, 222), Castellón [Bol. Soc. Castellon. de Cult. XVI, 119) y maestr. (G. Girona). Una casa de campo La Flaüta se halla junto a Riner (partido de Solsona).― ↩
3 Éste es oc. y cat. ant., documentado en el Curial, ed. Aramon II, 122: «scuts verts e unes flauges pintades, e letres qui deyen: flauges son». Los editores enmiendan abusivamente *flanges, supuesta e improbable variante del galicismo franja. Pero entonces el lema no tiene gracia. Se trata de la ac. figurada «sornette, cancan», documentada en lengua de Oc, y el lema es una de las habituales manifestaciones jactanciosas: ‘son necedades (las amenazas de mis enemigos)’. Hoy flauja significa ‘necia’ en Mallorca, lo mismo que flaüt en Tremp, según Ag.― ↩
4 Las demás etimologías que han circulado son peores desde luego. No digamos nada de la combinación de notas fa-ut-la o fa-la-ut. El cruce de flaujol con laüt ‘laúd’, admitido por Gamillscheg y Bloch en sus diccionarios, es tan inverosímil como el connubio de una gata con un ratón. Aquel filólogo renunció así a su imposible combinación anterior *FLABȢTUM ‘rico en sonidos’. No lo es menos el *FLATUTITARE de Horning (ZRPh. XXII, 484).― ↩
5 Aquél en Raimbaut d’Aurenga, h. 1150, éste en Peire Cardenal, h. 1200. El fr. flageoler ya en el S. XIII.― ↩
6 Por lo demás, en este último caso me atengo más bien provisionalmente a esta explicación de otros, y quizá habría que buscar algo más concreto.― ↩
7 La l italiana y el grupo fl- en castellano y portugués indican origen forastero. ↩