FIRULETES, ‘arrequives, adornos rebuscados’, arg., per., de una forma gallegoportuguesa *ferolete, por florete, derivado de flor, que en este idioma tiene las variantes vulgares felor y frol.

1.ª doc.: 1903, Ricardo Palma.

Este lexicógrafo peruano, en sus Papeletas Lexicográficas, define «flores retóricas, adornos ridículos: no me venga Ud. con firuletes es frase muy usada». No lo es menos en la Arg.; Ciro Bayo define «adornos, requilorios; dibujos en cosa o en persona», Garzón «adorno o guarnición de una cosa, particularmente si es de mal gusto»; también lo recoge Segovia, con la indicación evidentemente imposible de que es de origen italiano. Tiene además el sentido figurado de ‘filigranas, acciones rebuscadas que hace alguien’1. No parece usarse en Chile, por lo menos no lo trae Román. En cambio hallamos en Cuba vocablos emparentados: «afilorar o afirolar: arreglar, componer; también afirolarse», «afilorado o afirolado, vulg.: arreglado, compuesto, adornado con simetría, esmero y curiosidad» (Pichardo), y firulístico se aplica en Cuba y Puerto Rico al negro que abusa de la s (es decir: que hace firuletes de pronunciación, vid. Malaret, Supl.)2.

Claro está que se trata de derivados de flor y que firuletes está por floretes. Papel florete y azúcar florete son los de primera calidad o de calidad refinada, florete es lienzo entrefino de algodón, y floreta en el sentido de ‘la flor del cordobán’ se halla ya en la pragmática de 1680 (Aut.); mayor proximidad semántica presenta todavía el derivado floretear ‘adornar o guarnecer con flores alguna cosa’, ya en Argote de Molina (1588), y el mismo matiz del americano firulete tiene el santanderino floriqueteo (G. Lomas). Por lo demás, la forma fonética de firulete le denuncia como uno de tantos occidentalismos americanos, que hubiera debido agregar a mi larga lista de RFH VI. Precisando más: ¿es leonesismo o lusismo? Lo primero no sería imposible, puesto que frol, froles, se emplea en La Bañeza (León) y frores en Salamanca (M. P., Dial. Leon., § 12.4). En gallegoportugués tenemos analogías más precisas, pues además de que frolete es la forma gallega por florete (arma) y frolido ‘gracioso, elegante’ (Vall.), mientras floretear o floretar son ‘adornar (de flores)’ en Portugal y floreta ‘adorno que imita flor’, ‘paso de danza’ (Fig., Moraes); por otra parte frol es forma extendidísima, la variante con anaptixis folor figura ya en Don Denís (v. 1860, ed Lang; comp. C. Michaëlis, ZRPh. XIX, 196), y hoy felôr es usual en el dialecto miñoto (Leite de V., Opúsc. II, 490), donde por lo demás forma parte de todo un conjunto de hechos análogos: felauta por flauta, afelita por aflicta, pelonía por planta, etc. (citas de Leite y de Lang).

Sea que felorete se transformara en *ferolete por metátesis, o que frolete tomara una e por anaptixis, que también es fenómeno frecuente en el grupo fr (Cornu, Port. Spr., § 187), podemos estar seguros de que existió en dialectos gallego-portugueses la forma que nos hace falta, y sabido es que *ferolete se pronuncia en este idioma con la o igual a u y con una e pretónica relajada de timbre palatal, bastante análoga a una i. Todo indica, pues, que firulete y afirolar fueron llevados a América desde Portugal o Galicia, o a lo sumo desde la zona más occidental del dialecto leonés. Mucha mayor dificultad habría en derivar de FILIS, filustre.

1 Lo he oído muchas veces en aquel país. P. ej. «estos puebleros tuitos son iguales; cuando van al campo te hacen firuletes», A. Sampol de Herrero, La Prensa, 21-IV-1940.―

2 Según F. Ortiz, Ca., 240, es palabra del Oriente cubano. En lugar de esto en el resto de Cuba se dice superferolítico «adj. inventado para designar el habla o actitud petulante y pretenciosa, especialmente de los llamados negros catedráticos» (Ca., 23): es pronunciación vulgar cubana en lugar de superfirolístico. O bien al revés será ésta la variante correcta si hay que partir de un *firolito = firulete. Recientemente el vocablo se ha propagado desde Cuba al uso general [Acad. 1936] con el valor de ‘excesivamente delicado, fino y primoroso’. Sabido es que los medio cultos, por ultracorrección de la pronunciación vulgar cubana, dan en este país en la flor de introducir ss injustificadas en fin de sílaba. Es lo que se llama el hablar fisno.