FILIS, ‘gracia y delicadeza en decir las cosas’, del nombre poético de mujer Filis (gr. Φυλλίς), tan empleado en la lírica del Siglo de Oro, que llegó a tomarse vulgarmente como cifra de la delicadeza poética: primero se dijo que un escritor no tenía Filis, cuando prescindía de los primores líricos en boga, y después se generalizó la locución.
1.ª doc.: Quevedo (†1645), Cuento de Cuentos1.
DERIV.
Por influjo de Filis, otro nombre de personaje poético, el masculino Fileno tomó el valor de ‘delicado, afeminado’: así, aunque sustantivamente, emplea Calderón filenos por ‘petimetres, hombres delicados y de nimia elegancia’ (Aut.) y Góngora se había servido varias veces de esta palabra, como nombre propio de un personaje enamorado «más gallardo que la palma» (vid. Alemany): parece tratarse del gr. Φίλαινος, figura histórica sin relación con el caso, de cuyo nombre se sirvieron éste y otros poetas sin otro motivo que el parecido con Filis y con el gr. ưιλεƗν ‘amar’. De filis ‘delicadeza’ deriva el familiar filustre ‘finura, elegancia’ [en el andaluz Javier de Burgos, 1897, en RH XLIX, 452], con sufijo jergal (comp. cat. jergal filustrar ‘mirar’, derivado de filar íd.); de ahí a su vez el venez. filustrín ‘pisaverde, currutaco’ (Rivodó) y el hond. filustrino ‘desconocido, flaco’.
1 En una retahila de locuciones vulgares: «Que si no calla le advierto que le ha de costar la torta un pan, y que entiendo poco de filis; que no se ponga conmigo a tú por tú, y me crea que estoy muy amostazada...», Cl. C. IV, 185.― ↩
2 Gregorio de Cangas, Compendio histórico... del Reyno del Perú, Madrid, 1772 (cita de R. H. Valle, La Prensa de B. A., 25-VIII-1940). ↩