CURRO, ‘majo, afectado en los movimientos o en el vestir’, voz popular moderna de origen incierto: parece significar propiamente ‘andaluz’ y venir del nombre propio de persona Curro, hipocorístico de Francisco, que es de uso frecuente en esta región española.

1.ª doc.: 1836, Pichardo (1869); Acad. ya 1884 (no 1843).

En Cuba y en otros países ribereños del Caribe curros es la designación popular, pero objetiva, de los andaluces. Es un hecho que en Andalucía Francisco es nombre usadísimo, y sus formas familiares Curro y Currito son allí de uso frecuente1. En este sentido, ya en 1843 registra la Academia Curro, indudablemente abreviación de Pacurro, que a su vez, lo mismo que Pacorro, Paquito y Paco, se sacó de Paquico, pronunciación aniñada de Francisco; comp. el nuevomejic. Fašico, que allí ha tomado el sentido de ‘travieso’ o ‘tonto’ (BDHA I, 306, n.). Observa Pichardo s. v. curro: «aquí no se le da la significación de Francisco... que trae el Dicc. Acad., sino más bien lo que esplica en... currutaco; pero igualmente con estensión a los movimientos afectados y a la pronunciación andaluza», de ahí el tipo cubano del negro curro caracterizado por la afectación fonética de pronunciar i en vez de la r y de la l implosivas (poique ei niño puee considerai...). Conocida es la fama de majos que tienen los andaluces. De ahí el murc. currillo ‘majo, apuesto’, y el vocablo ha pasado al catalán de Mallorca con variados matices procedentes de la idea de elegancia: ‘aseado, petimetre’, ‘ostentoso, galán’, ‘bizarro, valiente’, ‘galanteador’, ‘bien parecido’, con los derivados currada, currandaina, currando, currot (Amengual). En Durango (Méjico) curro y curra se han hecho sinónimos de ‘caballero’ y ‘señora’ (R. Duarte).

Por otra parte, el vocablo tiene significados muy diferentes. El punto de enlace quizá se halle en la idea de ‘corto’ aplicado al vestido (esta falda te está muy curra: BRAE XIV, 113), que expresa en Galicia, pues las majas llevan faldas cortas, o bien se tratará del contoneo de las personas de baja estatura y de la fama que gozan de presumidas. De ‘corto’ se pasó por una parte a ‘pato’, animal caracterizado por sus cortas patas: así en Asturias, León (Acad.) y Maragatería (BRAE II, 640); y por la otra se llegó a ‘manco de mano solamente’, en Aragón (Borao), Segorbe (Torres Fornés) y Valencia (Martí Gadea, Tèrra del I, 154), en Álava se dice de la mano o dedo defectuosos por pérdida del uso de las articulaciones (Baráibar), en Segorbe quiere decir ‘zurdo’ (T. Fornés), y en Costa Rica se aplica a la res vacuna de cuernos enroscados (Gagini).

DERIV.

Currutaco [1830, en catalán: Ag.; Acad. 1843, no 1780] ‘muy afectado en el uso riguroso de las modas’, resulta de un cruce de curro con retaco ‘rechoncho’ [Aut.], ‘de corta estatura’ (en la Arg.), donde vemos nueva coincidencia entre las ideas de ‘elegancia afectada’ y ‘baja estatura’, y de hecho currutaco significa ‘rechoncho, retaco’ en Venezuela, Colombia y Perú (Malaret)2. El dato más antiguo de currutaco parece hallarse en cierto «Libro de Moda o ensayo de la historia de los currutacos, pirracas y madamitas de nuevo cuño, escrito por un filósofo currutaco» publicado por Fr. F. A. Florencio en Madrid, 17953. La misma combinación con pirracas y madamitas de nuevo cuño se reproduce en un libro anónimo para enseñar a danzar, publicado en Madrid el año siguiente, y se reprodujo en otros análogos de Valencia de 1796 y 1798 (Catálogo de la librería Luis Bardón, n.º 28, Madrid 1956); igual combinación vuelve a aparecer en catalán en el Col·legi de la Bona Vida del Barón de Maldà, que es de 1797. Currinche ‘entre periodistas, principiante, gacetillero’ (Acad.; o vendrá de corrincho, porque el periodista inexperto acude a los corros para informarse). Acurrado.

1 El novelista Pérez Lugín eligió este nombre para bautizar al héroe de una de sus obras, torero andaluz característico. Persona nacida en un pueblo de la provincia de Almería, me dice que allí Curra se ha convertido en el apodo hereditario de una familia, lo cual no indica una gran frecuencia en la localidad, pero es que este nombre abunda más en la zona de Sevilla y Andalucía occidental, que es la que suele mirarse como más típica.―

2 En Costa Rica se emplea como eufemismo, gracias a la semejanza fonética, en vez de correnciasdiarrea’.―

3 Según Bohigas, Arbor XXVI, 1957, p. 251, la primera obra de ese autor sobre el tema es de 1792.