ENGATUSAR, en este vocablo y en sus variantes vinieron a confundirse los antiguos encantusar íd. (derivado de encantar ‘engañar con brujerías’), engatar ‘engañar con arrumacos’ y engaratusar ‘engañar con halagos’, derivado de garatusa ‘carantoña’, que parece haberse tomado del oc. ant. gratuza ‘almohaza’ (derivado de gratar ‘rascar’); engatusar parece resultar de engaratusar bajo el influjo de engatar.

1.ª doc.: cantusar y encantusar h. 1534, en la Celestina de F. de Silva; engatusar y engaratusar, Aut.; garatusa, 1618.

Vid. Rodríguez Marín, en su ed. crítica del Quijote, II, lxxi (VI, 390-2); Cuervo, BDHA IV, 259n. (= Obr. Inéd., 236); Tiscornia, M. Fierro coment., 410-11; DHist., s. v. cantusar. Cantusar es ‘sustraer con engaños’ en F. de Silva, en la Comedia Selvagia de Villegas, en una carta publicada por Paz Melia (Sales Españolas), y parece ‘despachar al otro mundo como por ensalmo’ en el Quijote. Encantusar es ‘sustraer con engaños’ en F. de Silva, ‘engañar, embelecar’ en Lope de Rueda («algún bellaco y embaidor me l’ha ’ncantusado», hablando de una muchacha), ‘engañar’ en dos pasajes de Tirso, ‘engañar con halagos’ en Quevedo; Oudin deline cantusar como «sonsacar» y «débaucher, soustraire». Claro está que el vocablo se explica por la merecida fama de impostores y ladrones de que gozaban los encantadores (comp. EMBUSTE), pero luego el vocablo hubo de alterarse no tanto por disimilación, como admite Cuervo, como por el influjo de engatar ‘engañar con arrumacos (el gato a su dueño)’, ‘engañar al ratón’ (Covarr., s. v. engatar y gato), que en este caso coincidía con el de engaratusar (no registrado por Aut., pero empleado en ese dicc., s. v. cantusar)1; éste a su vez sería alteración de *encaraturar (vid. CARÁTULA), derivado de carátura ‘caracteres mágicos’, del cual proceden, por otra parte, carantoña y carantamaula ‘halago engañoso’; claro está que el cambio de encaraturar en engaratusar se debería a su vez al influjo de engatusar, y de engaratusar se sacaría garatusa ‘caricia, halago’ [J. del Encina, Repelón, p. 118; Espinel, 1618; Tirso, por las mismas fechas, aproximadamente], también ‘treta en un juego de cartas y en la esgrima’, por lo menos en su contenido semántico, aunque el origen primero del sustantivo garatusa parece ser otro2. Que cantusar y encantusar procedan de cantar, encantar, parece muy natural.

De todos modos no deja de ser singular el sufijo -us-, que apenas se halla en castellano3, y como el fr. ant. chantuser ‘canturrear’ [1165: FEW II, 522a] queda algo lejos, y el murc. y and. cantusear ‘canturrear’ (G. Soriano, A. Venceslada) coinciden con la noticia que nos da Aut. de que en su tiempo cantusar ‘engañar’ era propio de Murcia, podríamos creer que proceden del catalán, donde cantussar y cantussejar ‘canturrear’ son muy vivos y donde el sufijo verbal -uss- (-UCI-) es muy frecuente, comp. la forma engatuzar con -z- en la Litera (Coll y A.).

En definitiva y en conclusión, tenemos aquí un complicado nudo que se ha producido entre tres familias de palabras de origen diferente. El punto de partida puede ser encantar, como quieren Cuervo y demás, pero también pudo crearse primero ―y ello me parece más probable― engaratusar (derivado del galicismo garatusa), y alterarlo después en engatusar y encantusar por influjo de engatar y encantar, respectivamente: lo cual tiena la ventaja de explicar la singular terminación -usar sin echar mano del influjo catalán.

La Acad. desde 1791 registra también una variante encatusar, que por lo demás no documenta.

DERIV.

Engatusador. Engatusamiento.

1 Hoy se emplea engaratusar en Colombia, América Central y Méjico.―

2 Está ya en Arjona (1603), y en Lope (BRAE XXIII, 369), pero el sentido no es claro: quizá ‘defecto’. En el Estebanillo González se emplea garatusa en relación con el juego (RH LXXVII, 224). Moreto, en el Lindo Don Diego (a. 1640), dice que es voz culterana, y Calderón la evita (Buchanan, Homen. a M. P. I, 552, 558). Ast. garatuxa ‘los primeros nublados de una tormenta’ (V). Un verbo gratusar (con s sencilla) figura ya en Guillén de Segovia (1475) con significado desconocido: Tallgren (p. 54) se pregunta si tiene relación con el it. grattugiare ‘rascar’, port. garatujar ‘garrapatear’; quizá sí, pero no podemos estar seguros de que el gratusar de Segovia tenga relación con el engaratusar moderno. De todos modos, como garatusa sale también en J. del Encina y Lucas Fernández (Cej., Voc.), y por lo menos en este último rima con s sonora (rehusar), es probable que se trate de una voz de etimología diferente de la de engatusar, que sólo después entró en contacto con él. Procederá del fr. ant. gratu(i)se «mauvaise laine qui tombe des peaux en les grattant» [S. XIV], gratuser «râper», oc. ant. gratuza «râpe de cuisine, étrille» (de donde el vco. lab. garatošatu; S. Pouvreau [S. XVII] da un garatoxa «étrille», b. nav. karatosa íd.), gratuzar, aunque el sufijo de estas palabras es de origen ignorado. La locución dar garatusa (vco. b. nav. karatoxa «careta, masque») ‘embaucar, engatusar’ es frecuente en los clásicos (Tirso, La Villana de Vallecas, 1.r Acto, hablando de la hermana que se fuga en ausencia de su hermano; Quiñones de Benavente, El Guardainfante, 1.ª parte; Quevedo, en una sátira a la facundia de D. Juan Ruiz de Alarcón, dice de éste que «si suelta la tarabilla / a todos da garatusa»).―

3 Mechusa ‘cabeza’ en un romance de germanía, RH XIII, 69. Se emplea en algunos étnicos, como el colombiano pastuso ‘natural de Pasto’ (Rivera, Vorágine, ed. Espasa, p. 133), almeriense antuso ‘natural de Antas’ y alguno más. En el alto Aragón -uso -OSUS es regular (Kuhn, Der hocharag. Dial., p. 170), pero claro está que no puede tener que ver con engatusar.