Se halla también en P. de Sandoval y en Covarr. (de donde pasó a Oudin, 1616). No tiene relación con
ARMÓN ‘avantrén’, de origen germánico, galicismo de introducción reciente. Quizá entrara desde el francés, donde se halla
ars ‘espaldas de los caballos’ (
ARMOS) y dialectalmente
armon ‘petral’ (
REW 661;
FEW, s. v.), pero no está claro. No es inverosímil que
enamonarse sea alteración de
enarborarse (y con disimilación
*enarbonarse). Así parece indicarlo la forma del vocablo en el gallego del S. XIV: «fézollo
enarbornar do cavalo en gisa que açerqua estevo de caer dél» (
Crónica Troyana II, 135.29). Pero no está claro el pormenor fonético, y convendría dar más pruebas.