ENAGUA, del antiguo naguas, y éste del taíno de Santo Domingo, donde designaba una especie de faldas de algodón que llevaban las indias hasta las rodillas.
1.ª doc.: naguas, Fernández de Enciso, 1519; enaguas, h. 1580, Camargo; nagua y enagua ya en Calderón.
Cuervo,
Ap., §§ 199 y 818; Lenz,
Dicc., 340-1; Hz. Ureña,
RFE XXII, 184; Frederici,
Am. Wb., 442-3. Para ejs. antiguos de
naguas, además
BDHA IV, 387
1 para la extensión actual, ibid., 61
2 y Lenz,
l. c. Partiendo de frases como
estaba en naguas,
salió en naguas, esta forma se convirtió en
enaguas, evitando así el que se entendiera
estaba en aguas (comp. lo dicho en
ENANO). Hoy vulgarmente se le aglutina en muchas partes la
s del artículo plural, diciendo
senaguas en el Bierzo, en Cespedosa (
RFE XV, 158), en Albacete (
RFE XXVII, 238), etc. Del castellano pasó al port.
anágua, cat.
enagos m. pl., val.
sinagües. Son imposibles las otras etimologías citadas por Nascentes. Para el uso en singular o en plural, vid. Cuervo, Lenz y Hz. Ureña.
DERIV.
Enagüetas. Enagüillas.
1 Otro de Lope en MLN XLIV, 401.― ↩
2 Se halla en el argentino Ascasubi, Santos Vega, 174; en Pío Baroja; se oye en Andalucía nagüillas (RH XLIX, 515). ↩