Esta etimología fué indicada por Covarr. y confirmada por M. P.,
Rom. XXIX, 344-5, señalando el bearn.
acloucà-s ‘tomar la posición de la clueca’ (Lespy), it.
accoccolarsi ‘sentarse sobre los talones’
2.
Pero la forma etimológica no es hipotética, como podría creerse, sino que además de Cervantes de Salazar la emplearon Bernal Díaz (1580) y Gonzalo Correas (
BDHA IV, 390) y también se halla en Mateo Alemán (según Sánchez Sevilla). Hoy subsiste
de cluquillas en Costa Rica (Gagini), y el derivado
encluquillarse en Chile (Amunátegui,
Al través del Dicc.
y de la Gram.),
en cluquillas o
culuquillas en Cespedosa y sus alrededores (
RFE XV, 139), de donde
culuquías en el judeoespañol marroquí (
BRAE XV, 52),
acloquillado en el Centro de Cuba (Mz. Moles); Alvarado,
Glos.
del bajo esp.
en Venezuela, indica, con textos de antiguos autores americanos, que se consideraba locución muy vulgar. Formaciones paralelas son
en cloquetas ‘en cuclillas’ y
clocarse ‘ponerse en cuclillas’ en el bajo aragonés de Segorbe (Torres Fornés),
acuclarse íd. entre los sefardíes de Marruecos (
BRAE XIV, 567)) y el adjetivo
clueco ‘acuclillado’ en Mendoza, Argentina (Draghi,
Canc.
Cuyano, 404). El gall.
en crequenas,
querquenas ‘en cuclillas’ (Vall.) es de esta familia, quizá disimilación de
*cloquelas; desde luego sin relación con
CALCANEUM (por más que diga
GdDD 1260), según prueban las dos
ee y la
n no palatal.