EMBESTIR, tomado probablemente del it. investire ‘acometer, atacar con violencia’ (más que del fr. investir ‘sitiar’), procedente del lat.
1.ª doc.: 1554, 1561, Fr. L. de Granada.
En Italia investire tiene el mismo significado que en castellano y allí es palabra antigua, que se halla ya en Matteo Villani (S. XIV), en Giambullari (primera mitad del XVI), etc. La única duda la sugiere el fr. investir que, según observa Bloch, se halla en los SS. XIV-XVI en el sentido de ‘acometer’ y, sólo desde este último siglo, en el sentido de ‘sitiar, rodear una plaza para atacarla’, que es el que hoy ha predominado en este idioma. Desde luego, el vocablo francés no puede ser de formación popular (en vista de la i- y de la -s-), y como sus significados no existen en latín, es muy difícil que sea un mero cultismo, pero su sentido de ‘sitiar’ está más próximo al de ‘rodear’, que ya se documenta en latín clásico (investire focum ‘rodear el hogar’, frase de Mecenas citada por Séneca), y este sentido no se conoce en el italiano normal; esto podría sugerir la idea de que, a pesar de todo, el vocablo se originara en Francia y no en Italia; pero ello es improbable por la razón fonética expresada y porque en francés mismo la más antigua es la ac. ‘atacar’. En definitiva, es probable que aun el fr. investir sea italianismo, y desde luego ha de serlo la voz castellana. Para el estudio de las acs. y construcciones de ésta, vid. Cuervo, Bol. C y C. II, 514-21; nótese la tendencia a construir embestir a como si fuese intransitivo (p. 516).
Si bien hoy en día se tiende a fijar una distinción sinonímica entre embestir y acometer o atacar, reservando aquél para las acciones menos meditadas y más impetuosas (el toro embiste pero el batallón acomete), esto es moderno, pues Melo escribió «fué ajustado que los catalanes fuesen embestidos en sus fortificaciones».
DERIV.
Embestida. Embestidor. Embestidura.
1 Envestir ‘investir’ está en las Partidas, en el sentido de ‘vestir, forrar, cubrir’ en los Castigos de D. Sancho (p. 182), y en el de ‘pintar (la cara) de colorete’ en la Celestina (ed. 1902, 80.26 y 110.14): «las caras martillando, envistiéndolas en diversos matizes con vngüentos e vnturas». Pero éstas son acs. directamente derivadas de la idea de ‘revestir’, y en realidad deben considerarse vocablo independiente, derivado castellano de vestir. Comp. también «después que el corazón de la persona está embutido o embestido en males, mill maneras busca para complir aquello que la malvestad suya lo llama», en la Crón. de Álvaro de Luna (h. 1460), 107. ↩