EMBARAZAR, ‘impedir, estorbar’, del leonés o del port. embaraçar íd., derivado de baraça ‘lazo’, ‘cordel, cordón’, baraço ‘cuerda hecha de pelos sacados de la cola de un animal’, de origen incierto, probablemente prerromano y acaso céltico (comp. irl. ant. barr ‘copete, penacho’).

1.ª doc.: h. 1460, Canc. de Stúñiga, Crón. de Álvaro de Luna.

Cuervo, Bol. C. y C. II, 353-71. Es muy notable esta ausencia total de un verbo tan importante en los textos anteriores a la segunda mitad del S. XV. Esto es importante por si puede sugerir un origen forastero; ahora bien, sólo si el vocablo procediera del francés podría admitirse la etimología barra propuesta por Diez y aceptada por Cuervo, pues sólo allí es posible la confusión de -rr- con -r-, que nunca ocurre en los romances de la Península Ibérica ni del Centro o Sur de Italia.

Importa, por lo tanto, fijar bien la cronología del vocablo en los varios romances. Y es el caso que en lengua de Oc es de aparición moderna; en escritores italianos no aparece antes de Davanzati († 1606), los primeros testimonios en este idioma se hallan en las traducciones de originales castellanos y portugueses debidas a Bainera (1507) y Ramusio (h. 1510), y aun el derivado imbarazzo aparece primeramente en A. Caro († 1566) y en Maquiavelo († 1527), vid. Zaccaria; en cuanto al francés, el primer testimonio de embarrasser es de un autor hispanizante y tan tardío como Montaigne (1580) y el primero de débarrasser2 se lee en una traducción del castellano, la de las epístolas de Guevara, publicada en 1584 (RF XXXII, 41).

Todo indica, por lo tanto, que no sólo embarazar no es de origen francés, sino que debe de ser de origen hispánico en los romances de Francia e Italia, lo cual equivale a descartar la derivación de barra3. En la Península, las fechas son más antiguas, y el vocablo presenta carácter más castizo y mayor amplitud semántica. Ya en catalán tenemos un ej. de Pere Marc († 1413), donde embarassar a, asegurado por la rima, presenta la interesante ac. ‘enredar en, complicar, envolver’4. En portugués la carencia de vocabularios medievales, y la limitación de sus diccionarios de autoridades a la época renacentista, nos impide citar ejs. de la Edad Media, pero nótase que embaraçar ya figura varias veces en el más antiguo de los autores que esos diccionarios suelen estudiar, Gil Vicente, y hay muchos ejs. de la parte antigua del S. XVI (Mendes Pinto, Moraes Cabral, Jorge Ferreira, Juan de Barros, véanse Vieira y Moraes).

El primitivo de que procede embaraçar, según indicó Baist (RF XXXII, 894), a saber baraça ‘correa con que se sujeta el lino a la rueca’, ‘cordón, cordel’, baraço ‘cuerda delgada’, ‘lazo para estrangular’, es sólo port. gall. y leon. Se documenta en el idioma vecino con gran abundancia en la E. Media: baraça ‘lazo para la caza’ en el Foral de Ferreira d’Aves (1114-28), en el de Seia (1136)5 y en otro de h. 1245 (citas de CortesƟo), ‘cinta para adornar los vestidos femeninos’ en el gallego García de Guillade (med. S. XIII)6, etc.; hoy sabemos que baraça ‘cordel’, ‘correa’, se emplea en la Beira (RL V, 171), gall. del Limia barádza ‘cordel, cordón’ (VKR XI, 117) y de todas partes (Sarm.7, Vall.), cast. de Galicia baraza ‘cinta’ (BRAE XIV, 106), Bierzo baraza ‘cordón’, ‘cordel delgado’, ‘liga de las medias’ (Fz. Morales), Sanabria baráso ‘soga’ (Krüger, Gegenst., 227), ast. occid. baraza ‘cinta, cuerda o cordón con que se ata algo’, ‘cinta con que las mujeres se atan el delantal o las sayas’ (Acevedo-F.), baraza8 o baranza ‘liga’ (Munthe).

Claro es que embarazar ha de venir de estas voces con el sentido primitivo de ‘trabar’, ‘enredar’, ‘enmarañar’, comp. los ejs. citados de J. Roig, Pere Marc y Joanot Martorell, y éste, castellano, de APal. (87d): «compes... compedire es juntamente enbaraçar ambos pies» [compes = ‘traba para los pies’]. Pero estando limitado el primitivo a las tierras gallego-portugueses y a las hablas más occidentales del leonés9, claro está que embarazar en castellano y en catalán ha de ser lusismo o quizá leonesismo; en cuanto a las formas registradas por algunos diccionarios clásicos ―baraza «imbroglio, impedimento» en C. de las Casas (ed. 1591, falta en la de 1570; en RFE XL, 156, se cita baraz «imbroglio impedimento», de otra edición); baraça «a broyle, let, trouble» en Percivale (1591), «embarassement, brouillis, trouble, empeschement, empestrement» en Oudin (1607), baraz «brouillis, embrouillement, empestrement, empeschement» en el mismo―, está claro, por su significado verbal y abstracto y por lo vacilante de su terminación, que han de ser derivados secundarios del verbo embarazar. El origen gallegoportugués de nuestro vocablo está confirmado por la ç sorda que tenía antiguamente (en los dos textos de h. 1460 citados por Cuervo, Obr. Inéd., p. 390n.; G. de Segovia, p. 82; APal. 159d, 205b, 216b, 318b; Nebr.; embaraço en la Celestina, ed. 1902, 42.12) y que conserva hoy en Malpartida y Serradilla de Plasencia (Espinosa, Arc. Dial., 45), pues en castellano el sufijo -ACEUS toma la forma -azo con sonora.

Faltará indicar el origen de baraça y baraço; y en este punto será prudente guardar una marcada reserva, aunque desde luego puede rechazarse el étimo árabe máras ‘cuerda’, márasa ‘cuerda delgada’ (Dozy, Suppl. II, 581; Gloss., 236), propuesto por Sousa y Eguílaz (339), pues el cambio de m en b no se justificaría en vocablo de esta estructura (la disimilación en la combinacién uma baraça, que sugiere Cornu, GGr. I, § 120, tampoco es aceptable). Faltando toda otra pista es verosímil un origen prerromano, y el área geográfica es favorable al céltico. Así, pues, no es absurdo pensar, como hace Brüch, WS VII, 14910, en un derivado del céltico *BARROS, bien representado en Francia (REW 964; FEW, s. v.), y comprobado, según indicó Thurneysen (Keltorom., 44), por el céltico insular: irl. ant. barr m. ‘copete, tupé’, ‘casco empenachado’, ‘cima o follaje de un árbol’, en gaélico ‘punta, extremo, fin’, ‘cosecha’, córn. bar ‘cumbre’, bret. barr m. ‘racimo, rama, grupo, cima, cumbre, cepillo, escoba’. Hay dos dificultades. El escrúpulo fonético que causa la -r- romance, frente a la -rr- céltica, es de consideración, aunque no puede mirarse como dirimente, en vista de nuestro desconocimiento de los dialectos célticos de España; Brüch sugiere una disimilación de geminadas en la base *BARRACCIU > *BARACCIU, como suele ocurrir en latín arcaico (mamilla diminutivo de mamma, ofella de offa); esto es arriesgado, aunque no inconcebible, pues la C del sufijo -ACEUS debió doblarse en portugués, si atendemos a su falta de sonorización. En cuanto a la semántica, no apacigua mucho nuestras dudas el autor al comparar este caso con el del lat. saeta ‘cerda’ que Walde (pero no Ernout-M.) igualaba con el a. alem. ant. seid ‘cuerda, soga’; sin embargo, su idea puede apoyarse en este aspecto citando el miñoto baraço «corda feita de cabelos de caudas de animais, etc., para atar os carros» (en Melgaço, Leite de V., Opúsc. II, 339)11: en esta cultura primitiva del Noroeste Ibérico se habrá conservado el tipo primitivo de baraço, pues bien podemos admitir que si barr es hoy ‘copete’, ‘penacho’, ‘cepillo’, y Thurneysen considera el de ‘punta frondosa’ como su significado básico, en las hablas celtibéricas se aplicara al rabo cerdoso de los animales: el derivado adjetivo *BARACEUS sería el cordón hecho con este rabo cerdoso12. Comp. MARAÑA y la etimología que doy de berrendo en las adiciones a este diccionario.

DERIV.

Embarazado [Nebr.]; embarazador. Embarazo [h. 1460, Crón. de Juan II y de Álvaro de Luna; Celestina; Nebr.]; embarazoso [Ercilla: Cuervo, Bol. C. y C. II, 357]. Desembarazar [Nebr.; Lazarillo; más ejs. en Cuervo, Dicc. II, 1045-7]; desembarazo [Nebr.].

1 Cita además el siguiente ej. de la Crónica General de Ocampo, ed. 1541: «E después que Diego Laynez se embaraçó con la villana, casó con doña Teresa Núñez». Pero, como observa el propio Cuervo, Obr. Inéd., p. 390n., esto es «error notorio» por el embraçar que figura en la Crónica del Cid. No puedo comprobarlo por no tener a mi alcance el tomo correspondiente de la ed. de 1541; en la 1.ª Crón. Gral., ed. M. P., no sé hallar nada parecido. Pero es bastante natural que en el S. XVI se entendiera mal el embraçar originario, por haberse anticuado este verbo en el sentido de ‘abrazar’.―

2 Derivación simplificada que se inspira en el modelo francés de dépêcher frente a empêcher.―

3 Como observa Baist, un fr. barras ‘impedimento’ no existe y oc. barràs es un hapax que sólo significa ‘barra gruesa de encina’, poco apropiado para servir de base semántica a embarazar.―

4 «Del Payre Sant ay ausit, quan trespassa / d’aycest exill al juhí destinat, / que ditz: ―er fos eu un bover estat, / qu’onor del mon a peccatz embarassa»? vid. Giese, Anthologie der geistigen Kultur, 212.25. «E per mala cobesa enbressat de mantinent e·l pecat que eu avia costumat retornava» Vidas Rosellonesas P, f°6r°a1, traduciendo illectus de Voragine; el ms. B trae enlassat en lugar de esto, que está claramente por enlaçat. No traducen exactamente bien el illectus del latín, pues éste es «attiré, charmé, séduit, entraîné», pero sí aproximadamente, y en todo caso enlazar en el sentido de ‘poner un lazo, hacer tropezar’ es la ac. que tiene embarassar en Pere Marc, Jaume Roig y más o menos lo mismo en el Tirant. Lo único que extrañamos algo es que haya enbressat y no enbaressat en el ms. P, dado lo arcaico de su fecha, pues ni siquiera en otro más moderno sería muy natural esta reducción fonética. Pero todo se explica por influjo fonético de los cuasi-sinónimos abraçat (de braç ‘abrazado’) y enlaçat. En este idioma existe hoy embarrassar con -rr- en el Principado, junto a embarassar (Baleares, etc.), pero de aquella forma sólo conozco un ej. muy tardío (en Ag.), posterior desde luego a la Edad Media, mientras que los de embarassar abundan ya en el S. XV. Aparte de los citados por Ag., ténganse en cuenta Francesc Oliver, Madama sense mercè (h. 1460), Rom. LXII, 485, embaraçat ‘enmarañado’ en el Tirante (Fabra, Gram. de la L. Cat., 1912, p. 316), y éste de Jaume Roig (1460): «La monja·l cuyta / metent-lo ·n luyta; / com l’abraçàs, / embaraçà·s / lo seu speró / ab lo sacsó / de la gonella; / cert, la parella / mal se tingueren: / abdós caygueren» (v. 5878). Por lo demás el vocablo difícilmente puede ser autóctono en catalán y se comprende que al penetrar allí fuese atraído por el influjo del castizo barra.―

5 «Homine qui... venatum occiderit in madeiro aut in baraza, det I lumbum costal», PMH, Leges I, 371.―

6 «De pran non s?o tan louca / que ja esse preyto faça; / mays dou-vos esta baraça, / guardad’a cint’e a touca», ed. Nobiling, v. 376. No sé si son el mismo o diferentes los ejs. del mismo sentido que citan C. Michaëlis en el Canc. de la Vaticana, poesía 309 (3r. cuarto del S. XIII: ZRPh. XX, 211), y López Aydillo en la ed. del mismo cancionero por T. Braga, 346 (RH LVII, 571); «em meio da praça, / em saia de baraça» CEsc. ed. R. Lapa, 195.12 (y p. 670). No hallo en Viterbo el ej. de 1126 de que habla Baist, pero aquel diccionario hace referencia al empleo de baraço ‘saga del verdugo’ en la Edad Media (senhor de baraço e cutelo); «erro aquí á, colguenme d’un baráceoCEsc. edición de Rodríguez Lapa 320.13 y p. 670.―

7 «Lazo formado con un hilo torcido de pronto para atar algo con dos hilos de la mazorca: faime ahí umha baraza» Sarm. (CaG. 226v) o con un cordel, hilo, bramante, etc. (67v).―

8 Quizá de ahí, por metátesis, gall. rabaza «el moho verde del agua que en Pontevedra llamábamos moruxas» (Sarm. CaG. 135v).―

9 Ahí puede ser también antiguo. Aunque baraça en el ms. leonés (S) de J. Ruiz, 1562c, es errata palmaria en vez de barca, por el sentido y la rima, tal errata sería más fácil de comprender si aquel vocablo fuese familiar al copista.―

10 Este filólogo, por lo demás, no relaciona embaraçar con baraça, y, por el contrario, cita (p. 154) el fr. embarrasser entre los derivados de barra.―

11 Lo mismo ocurrirá en BaiƟo en vista de la frase «còntáro quantos fios tinh’ó baraço do saco», ibid., p. 88.―

12 A no ser que se tratara de un célt. *MRA(T)T?A con un sentido básico como ‘enredo’ (cf. las frases citadas por Sarm., supra, nota 7), en relación con el étimo de BARATAR (V. ahora DECat.) y con evolución fonética paralela; idea que se me ocurre tardíamente y que habrá que examinar con calma. La etimología arábiga que Asín (Al-Andalus 1939, 457) propuso para embarazar no conviene semánticamente: báraz significa sólo ‘salir’ o ‘salir a recibir, salir a esperar (a alguno)’; el derivado bâraz es ‘salir a la liza, salir a luchar (con alguien)’ (Dozy, Suppl. I, 69-70); la evolución hacia ‘oponerse’ y luego ‘estorbar’, insinuada por Asín, es meramente hipotética y sería inverosímil. Nótese además que sería difícil de explicar la formación de un derivado en em- (puesto que ni *barazar existe en romance, ni una 7.ª forma *imbáraz existe en árabe); tampoco sería fácil el cambio de z árabe en ç sorda portuguesa y romance.