DICHA, ‘suerte feliz’, del lat. DICTAcosas dichas’, al cual se trasfundió en el lenguaje vulgar el sentido del clásico FATUMsuerte, destino’, participio de FARIdecir, hablar’, acepción basada en la creencia pagana de que la suerte individual se debía a unas palabras que pronunciaban los dioses o las Parcas al nacer el niño.

1.ª doc.: J. Ruiz, 215a.

Aunque lo común ha sido siempre, y ya en Juan Ruiz, que tenga el sentido de ‘suerte favorable’, la fórmula buena dicha1 o dicha buena (Nebr.) indica que el vocablo había podido tener buen o mal sentido, como el lat. FATUM, y como ventura, que empleado sin adjetivos tiende también al sentido de felicidad; lo confirman las locuciones adverbiales por dicha ‘por ventura, por casualidad, seguramente’ (Lope, Peribáñez, I, iv, ed. Losada, p. 97; otros ejs. del S. XVII en Aut.) o a dicha ‘a lo mejor, posiblemente’ (Montemayor, Trabajos de los Reyes, a. 1558, RFE XII, 54). Aunque el lat. DICTA no está documentado en este sentido, es probable que perteneciera ya al latín vulgar, puesto que reaparece no sólo en el port. dita sino además en el it. detta ‘buena suerte en el juego’, hoy desusado pero frecuente en los SS. XVI y XVII (Varchi, Lasca, Moniglia), y disdetta en el sentido opuesto sigue siendo usual en el día. Por lo demás, el vocablo castellano penetró en Italia: genov. diccia, también como término de jugadores, corso liccia, sardo diccia, y el toscano Buonarroti el joven (S. XVII) empleó disdicciato «senza detta nella giuoco» (Wagner, Litbl. XXXVII, 381-2); en catalán el castellanismo ditxa es poco popular y rechazado por el idioma literario, algo más arraigó ditxós ‘dichoso’, hoy todavía empleado aunque no en la lengua escrita, y en la hablada poco (sobre todo en sentido irónico), pero muy corriente en los SS. XVI [ya en Pere Serafí, epitafio de Giberga] a XIX. En Apol. 275d y en Berceo (S. Mill., 269d) dicha conserva el significado de ‘dicho, palabras’. Para el sentido originario del lat. FATUM, vid. Ernout-M. y Walde-H., s. v.2.

DERIV.

Dichoso [Nebr.; APal. 144b, 157b], para más ejs., Cuervo, Dicc. II, 1212-3; port. y gall. ditoso («a sua filla ditosa e feliz» Castelao 233.24). Desdicha [1505, PAlc.; 1534, Boscán]; desdichado [APal. 220d], Cuervo, Dicc. II, 1041-2.

1 «Tiches... eutiches, bien fortunado, de buena dicha», APal., 499b (comp. 142d). Dizer a buena dicha ‘decir la buena ventura’ se empleó como frase castellana en portugués: Moraes cita ej. de GarçƟo (1724-72).―

2 Carecemos de datos ciertos sobre un hapax cat. estar de dida que aparece en una canción resumida por Milà i Fontanals, Romº 471, donde al preguntar el novio al cura cuándo le casará con su cortejada, una «mossa cuninya» (sic), le responde el cura: «el dia qu’els vingui bé / el dia qu’estiguin de dida», cf. cat. dita ‘dicho, locución’, muchas veces ‘dicho gracioso’ (por otra parte V. aquí s. v. DECIR, dita ‘dicho, promesa de pago’ y en DAlcM. s. v. dita §§ 1, 3a, 4, las locuciones posar, estar y donar (en) dita). No hay apoyo u objeción fonéticos ni semánticos firmes, pues en catalán una variante dida de dita, concebible (cf. duda junto a duta, participio dur ‘llevar’), no suele hallarse, ni tampoco la ac. castellana de ‘coyuntura favorable’; cf. por otra parte dida ‘nodriza’ con lo proverbial del buen trato que las nodrizas y amas secas reciben (CAlcM., refrán d).