DALLE ‘guadaña’, ‘cuchilla fijada en la punta de un palo’, tomado del cat. dall o de oc. dalh íd., procedentes de una voz DACŬLUM del latín tardío, de origen desconocido.

1.ª doc.: APal., 424d («Rumex… linaje de arma semejante a la visarma francesa, que llamamos dalle»).

Este extranjerismo está escasamente documentado en castellano. Trataré de él más detenidamente en mi DECat. Figura también, como arma empleada por un mejicano, en el sevillano López de Gomara (1552). Covarr. define «arma enastada, y el hierro es una cuchilla taxante de ambos cortes, ancha al principio, y termínase en una punta muy aguda, con la cual hiere». Pero Aut. y la Acad. definen como ‘guadaña’. Dallador ‘guadañero’ figura en López Pinciano (que a juzgar por el nombre sería de Valladolid), en un poema publicado en 1605 y escrito a fines del siglo anterior. Acad. trae además dallar ‘guadañar’ y dalla como sinónimo de dalle «en algunas comarcas». Este último, efectivamente, se emplea en Segovia; dalla, en el Alto Aragón (BhZRPh. LXXXV, §§ 263, 231), en Navarra (Amado Alonso) y en otras partes. Dalla y dallar pueden ser aragonesismos en castellano; pero dalle, con su -e, ha de proceder del catalán o de la lengua de Oc; comp. dallo en el aragonés de Bielsa. Del mismo origen, aunque de procedencia romance, vasco sul. dalü (Michelena, BSVAP XI, 287).

Por otra parte dall y dalla (dalh, dalha) tienen mucha más vitalidad y antigüedad en estos otros idiomas, donde constituyen la denominación normal de la guadaña, dail y daille se hallan en muchos dialectos de la lengua de Oïl (principalmente SO., francoprovenzal y Franco Condado) y daj se extiende hasta el Piamonte. Ninguna de las etimologías propuestas satisface plenamente: galo *DALGIS (sólo fundado en el lit. dalgis ‘guadaña’ y en el irl. dluigim ‘yo hiendo’), propuesto por Gamillscheg (EWFS, s. v.; comp. ZRPh. XL, 517-8; XLII, 86-89), es muy hipotético, aunque le sería favorable el área geográfica del vocablo1, comparable a la de VERNA ‘aliso’. El mismo reproche, aunque en menor grado, se puede hacer al lígur *ƌalklon (y con disimilación DACLU) supuesto por Niedermann como correspondencia del lat. FALCULA, a base de la forma ζάƔκλον ‘hoz’ citada por Tucídides como origen de ZάƔκλƓ, nombre propio de Siracusa (comp. Jud, Rom. XLV, 276; Bertoni, ARom. IV, 428); éste podría mirarse hoy por hoy como el étimo mejor apoyado, por lo menos filológicamente, pero en este caso se agregan pequeñas dificultades fonéticas, y la identificación de los sículos con los lígures tiene algo de arbitrario. Quizá a pesar de todo se deba insistir en el parentesco con el lit. dalgis, pero considerándolo voz de los Urnenfelder (cuya lengua se hallaba muy cerca de la familia báltica) trasmitida o no por los lígures. V. mi artículo de ZCPh. XXV, 1955, 30 ss. = Top. Hesp. II, 204-207 y 241; Ernout-M. s. v. falx; Pok. IEW 247, 12-19; y cf. Terracini, AGI XX, 126 ss. Si dalla ~ dalle procede de una base *DAKLA o *DAGLA podríamos creer además que el viejo tipo romance DAGA procede de una base ieur. paralela, pero sin el -LA, diminutivo derivativo; cf. además la conjetura muy dudosa que expongo en FACA.

El étimo de Schuchardt, *DACULA, diminutivo de *DACA ‘daga’ (Globus LXXX, 207-9; comp. ZRPh. XXXIII, 590-1) se derrumba (a pesar de la defensa de Brüch, ZRPh. XLI, 583-4) una vez que el de DAGA se considera muy improbable. En cuanto a DACTȷLUS ‘dedo’, defendido por Barbier (BDR I, 263-6), presenta toda clase de inverosimilitudes, semánticas (comparación de la guadaña con un índice doblado), fonéticas2 y de toda naturaleza (la comparación con un dedo se haría empleando una palabra griega, no latina).

DERIV.

Para derivados vid. arriba.

1 La forma DACULUM, sólo documentada en un glosario latino, que parece ser del S. VII aproximadamente, se opondría a esta etimología, según M-L., REW3, 2458. Pero en esta época ya -CL- y -LGi- estarían confundidos, y el timbre de las vocales finales en Francia ya se habría oscurecido bastante.―

2 El paso de DACTYLUS a dail quizá sería admisible en francés, a base de una palatalización tardía de la L por una ȳ < C (comp. INDUCTէLIS > andouille), pero difícilmente podía dar este resultado en el dominio occitano y catalán, que es el propio del vocablo; comp. gasc. andìtou, andùtou < INDUCTILIS. Una de dos, si DACTYLUS perdió la postónica en fecha latina debiéramos esperar DACTYLUS > DACTLUS > *DACCLUS, que hubiera conservado intacto el grupo cl en romance; si la perdió tardíamente, sólo podríamos llegar a oc. *daitol o a lo más *dai(t)le.