CURCUSILLA, ‘rabadilla, conjunto del sacro y el cóccix’, del antiguo culcasilla, de origen incierto, probablemente de un lat. vg. CULI CASELLA ‘la casita o armazón del trasero’.
1.ª doc.: culcasilla, 1.ª mitad S. XV; curcusilla Acad. 1843, no 1817.
Spitzer (MLN LXXI, 282) supone sea deformación del prov. faire courco-sello, cat. dial. fer carcassilla ‘inclinar la espalda para que otro se suba encima, con el objeto de alcanzar algo’, los cuales a su vez aparecerían en forma más primitiva en el fr. med. faire la combreselle, que está en el Amadis francés en un sentido casi igual (ayudar a subir sosteniendo a otro con las manos) y en Rabelais, en una ac. obscena que parece derivada de la de ‘hacer una cabriola’. Spitzer (RRQ XXXVII, 360-1) identificó estos vocablos con el pic. mod. couvercheu «culbute», antiguamente «couvercle», cuya etimología *COOPERCELLUM (diminutivo de COOPERCULUM) está clara, y que se habría alterado por etimología popular en una forma fácilmente comprensible en el caso de aquellos dos textos, algo menos en provenzal. Ahí aparecen además otras formas: cargo-sello, guinguissello, carcassello, courbo-seto (supone además que se trate propiamente del juego llamado saltar i parar en Barcelona, fr. saute-mouton, ingl. leap-frog, lo cual no sé si está bien probado, pero es detalle de menor importancia y fácil de admitir). En vista de courbo-seto, la idea puede admitirse en galo-rrománico, pues el que se sube encima de otro en cierto modo le hace de tapadera; las variantes oc. y cat. carcassello, carcassilla, dan la impresión de cavalca-sella (mall. colcar ‘cabalgar’), que sería irreprochable semántica y morfológicamente, pero quizá sea esto una mera apariencia secundaria. Y no dudo en absoluto que el cat. carcassilla (que es meramente local, de Vinaroz) enlaza a un tiempo con la locución occitana y con la castellana (cuyo influjo ha de haber sufrido); y que el nombre del juego pudiera haber dado el nombre de la rabadilla, que sirve para dar este salto, sería concebible en teoría.
Pero por lo que hace a culcasilla ‘rabadilla’, teniendo en cuenta que se documenta desde h. 1400, ¿podemos creer todavía que resulte de la evolución de una locución provenzal, a su vez profundamente alterada por etimología popular, y que por lo tanto ha de ser modernísima? Pocos se prestarán a seguirle por este camino, y creo que los más se contentarán con CULI CASELLA ‘armazón del trasero’. Desde luego curcusilla no viene de curcusir (GdDD 1802) por más que la de las aves tenga una forma vagamente parecida a un curcusido o zurcido chapucero.