CUCHARA, del antiguo y dialectal cuchar y éste del lat. COCHLEAR, -RIS, íd.

1.ª doc.: culiare, en doc. leonés de 910; cugare (grafía arcaica por cuchare)1, en doc. de Covarrubias, 1112 (Oelschl.); cuchara, Nebr.

El tratamiento fonético de COCHLEAR en castellano ha dado lugar a muchas especulaciones. Dejando aparte el cambio de O en u, que a algunos ha causado escrúpulo, pero que puede explicarse fácilmente por la acción del complejo grupo palatal siguiente (comp. Baist, KJRPh. VIII, i, 201), queda sobre todo la explicación de la ch. Sorprende a primera vista no hallar -j- como resultado de -CHL?- cuando en los demás romances no hay resultado diferente del de -CL- o -L?-: port. colher f., gall. cullér2 y cullera3, cat. cullera, oc. culher m. o culhera f., fr. cuiller f., it. cucchiaio, etc.4. Baist (GGr. I2, 903) y Schuchardt (RIEV, 1914) admitieron reduplicación de la -C- (*COCCHLEAR, *COCCULARIA) por influjo de *COCCA o *COCCULAconcha’, variantes de COCHLEA; pero estas formas atribuidas al latín vulgar por estos autores (vid. Körting, 2283, y Schuchardt, Rom. Etym., respectivamente) son a su vez de existencia dudosa. Salvioni (Rom. XXXIX, 441-2), seguido por G. de Diego (Contr., § 111), creía en influjo de cuchillo5. Por otra parte, M. P. ha sostenido desde las primeras ediciones de su Manual (§ 53.6) que ch es el resultado normal del grupo complejo -CHL?6. Lo más probable es la explicación apuntada por A. Castro (RFE III, 68-69) y A. Alonso (RLiR I, 344-5): ch es debida al ensordecimiento normal de la arcaica castellana en posición postconsonántica, del mismo modo que CINGULA después de pasar por cinlla se cambió en cincha (comp. port. cilha o cinho, como colher)7.

Dialectalmente existieron formas de COCHLEAR con ll a ambos extremos del territorio lingüístico español. He citado ya algunas leonesas; ast. cuyar f. (V, R), junto a cuchar f. (R). En Aragón se halla cullar f., en doc. de 1374 (BRAE II, 349) y hoy se dice así en Aineto, Fablo, Biescas, Echo (RLiR XI, 22) y, según me informan particularmente, cullá f. en Ansó; en Navarra dicen cujar f. ‘cucharón’ (oído en el Roncal); b. nav. goiare «cuiller», la misma forma registra Landucci en alavés antiguo; vizc. koiara; Lhande da koara y koira en vasco-francés; hoy los puristas emplean en este sentido zali, pero éste es más propiamente ‘cucharón’ (Azkue, pról. p. XIX), aunque el cpto. burruntzali puede ser ‘cuchara de hierro’ además de ‘cuchara’. Azkue usa cujal ‘cucharón’ hablando de Orozco (vizc.).

La forma fonética cuchar f., de terminación consonántica, se empleó hasta muy tarde: figura en APal. 173d, 515d, en el testamento de Fernando de Rojas, 1541 (RFE XVI, 380), en boca de Don Quijote cuando se finge pastor (II, lxvii, Cl. C. VIII, 230), en Quiñones de B. (NBAE XVIII, 805b, rimando con par), Aut. da todavía cuchar antes de cuchara, y cita aquella forma en Guevara y Fz. de Navarrete, y hoy sigue empleándose en Salamanca (vid. Lamano) y en Castilla la Vieja (cuchare en Carazo, partido de Salas: G. de Diego, RFE III, 303). El influjo del género femenino fué causante de la forma moderna8.

DERIV.

Cucharada [Nebr.]. Cucharal. Cucharear. Cucharero. Cuchareta; cucharetear, cucharetero [1605, López de Úbeda, p. 75a (Nougué, BHisp. LXVI)]. Cucharilla. Cucharón [APal. 284d]. Cucharrena ‘espumadera’ en un pueblo de Castilla la Vieja, según F. de C., RABM, 1875, p. 105. Ast. escuyarapiar ‘revolver con la cuchara las viandas que hay en la olla o en el plato’ (V).

Coclearia ‘cierta hierba crucífera’, derivado culto de cochlear, por la forma de las hojas, semejante a cucharas. Otros cultismos procedentes del lat. cochlea ‘concha’, de donde derivaba cochlear: cóclea ‘rosca’, coclear adj. ‘en forma de espiral’, coclear m. ‘unidad de peso equivalente a media dracma’, por el uso de la cucharada como medida farmacéutica.

1 Grafía comparable es cuiar m., en doc. de la Rioja Baja (M. P., D. L., 130.34). Para estas grafías arcaicas del fonema ch, vid. M. P., Oríg., 67-68.―

2 Sarm. CaG. 78r, F. J. Rdz., Crespo Pozo, etc., que además es nombre del renacuajo. Sarm. parece que emplea pez de cuchara en el sentido de pescado consumido normalmente en sopa (menos sabroso que v. g. el barbo), CaG. 81v12 y ss.―

3 «Na casa do ferreiro cullera de pau» Castelao 65.28.―

4 Bartoli llegó aun a suponer que -ch- seria el único representante autóctono de -CL- en castellano, y la -j- corriente se debería a un galicismo (KJRPh. XII, i, 130n.). No hace falta rechazar esta divagación.―

5 En apoyo de este punto de vista hubiera podido citar la observación de Krüger, Homen. a M. P. II, 126-7, de que en Sanabria la forma cullere empieza en el mismo pueblo, Hermisende, donde se empieza a decir cutelo y no cuchillo, y de que ambas formas castellanas cuchara y cochillo penetran algo en territorio gallego. Sin embargo, esto último no prueba nada, pues se trata de castellanismos naturales en términos de civilización, y el caso de Hermisende, pueblo que señala en todos los casos la frontera lingüística hispano-portuguesa, no enseña mucho al que ya sabe que en portugués se dice colher y cutelo.―

6 Aunque no se conocen otros casos iguales podría creerse que la ? determinó la duplicación de la C a través de la L intermedia, así como -P?- se cambió en -PP?- (SAPIAT > sepa), -V?- en -BB?- (de donde gabia, labio), y quizá no sería objeción bastante el que -C?- justamente no se duplique en castellano (-ACEUM > cast. ant. -azo). Emití esta opinión en AILC I, 137n. Pero allí mismo indiqué ya que la lección cocclea que hallamos en ciertos manuscritos de Plauto es sospechosa de ser debida a una errata mal corregida del copista.―

7 La palatalización del grupo -CL- en todos los romances occidentales presupone que la C debió hacerse implosiva en el romance primitivo. Representando los sonidos implosivos o finales de sílaba por el signo ? superpuesto, las palabras como OCULUM debieron pasar por la evolución olu > olu > oylu > ou (de donde port. olho, cast. ojo, fr. oeil, etc.), palatalización paralela a las de FACTUM > feito y LIGNA > leyna > leña. Ahora bien, COCHLEARE > cogar > coཧƇar > cu(y)char es paralelo a cincha < cina (< cin(g)a).―

8 Acs. secundarias: ‘llana de albañil’ en la Arg., Cuba, Venezuela y Méjico, con antecedentes en España: Toro, BRAE VII, 604. En Chile designa un insecto o gusano empleado como cebo para pescar, comp. el arg. cuchareta ‘renacuajo’. En el Alentejo y Algarbe cucharro es una especie de escudilla de corteza para beber agua; en Andalucía es una vasija de calabaza para trasegar vino (AV). C. Michaëlis, RL XIII, 293, cree que viene de un port. arcaico cuchar ‘cuchara’ (comp. colhar en Mestre Giraldo, año 1318). Pero es más probable que sea forma mozárabe derivada de CUEZO ‘artesilla’, ‘cuévano pequeño’, comp. cocharro ‘vasija de barro para conservar el agua fresca’ en Serpa, cocho en el Alentejo, con el sentido primeramente definido, port. cocho o coche ‘artesa para transportar cal amasada’, en el Brasil ‘gamella para el ganado’ (Fig.). Un cucharro sale en doc. de Valladolid de 1440 (M. P., D. L., 234.14, 31). Sí será castellanismo el trasm. cocharra ‘cuchara’.