CUBA, del lat. CȢPA íd.

1.ª doc.: 1092 (Oelschl.).

Gall.-port. cuba íd. [Ctgs. 6.48, 351.1]. Para la relación con CUPPA en latín, V. COPA.

DERIV.

Cubo [doc. de 1293, donde significa ‘cuba’ según G. Soriano, p. 192; 1328-35, Conde Luc.], los antiguos se hacían con duelas de madera y flejes de hierro: del hispano-lat. CȢPUS (como nombre de un recipiente para agua o vino, en San Isidoro, Etym. XX, vi, 7), derivado del anterior; del mismo origen port. cubo ‘medida de madera’, ‘varios recipientes en el molino’, ‘cubo de la rueda’, cat. cup ‘lagar’, cat. ant. cup ‘especie de tonel’, Agenais cub «cuve» (Mistral), mozár. kûb o qubb ‘cubo o balde’, ‘herrada’ (R. Martí, PAlc.1, y hoy en Marruecos y Argelia: Simonet, s. v. cub; Dozy, Suppl. II, 496b); la ac. ‘pieza en que encajan los rayos de las ruedas’ se explica partiendo de ‘cuba’, por la forma que tenían como de aceituna o de tonelito alargado y abultado en medio, comp. Aosta barlet, Abruzo barile, ‘barrilito’ > ‘cubo de la rueda’ (otras veces se compara con un moyo o medida: lat. modiolus, it. mozzo, fr. med. boisselet; tipo de cubo que ya se halla en la civilización de la Tène; V. para las formas y denominaciones romances del cubo de la rueda, Tappolet, Rom. XLIX, 484-6); ast. cubu ‘colmena’, ‘cubo del molino’, ‘tina de madera de una sola pieza para colar la ropa’ (V). Cubero [Fuero arag. de 1350: RFE XXII, 18; Nebr.], cubería. Cubeta [Covarr.], cubeto [1528, Guevara]. Cubillo ‘carraleja, cantárida’ [qubyêllo h. 1106, en Abenbuclárix: Simonet, s. v.; Aut. dice que figura en Nebr., pero no está en la ed. de 1495], denominación que se explica por una semejanza de forma con un recipiente, que ha sido causa de los otros nombres aceitera, carraleja y cantárida; el fem. cubilla se emplea en el mismo sentido en Marmolejo (Jaén: RFE XXIV, 228). Encubar. Gall. cubilote ‘tinaja’ [Viveiro, Sarm. CaG. 119v), probablemente tomado de un oc. o fr. cubelot (cuv-).

1 Es notable que PAlc. no da cubo como castellano, sino sólo como hispano-árabe (con plur. acuáb, que demuestra arabización ya antigua) traduciéndolo «herrada para sacar agua» 278b23. Aunque no basta esto, ni la demás documentación, para afirmar que antiguamente no era palabra de Castilla, sino mozárabe aceptada por el castellano, no es, sin embargo, indicio despreciable.