CUARTAGO, ‘jaca, caballo de poca talla’, antiguamente curtago, port. quartau, tomados del fr. courtaud ‘persona o animal de poca estatura’, derivado de court, de igual significado y origen que CORTO.

1.ª doc.: Lope de Rueda, † 1565 (Cl. C., pp. 46, 148; cuartaguillo, ibíd. p. 67).

Oudin, 1607, registra «quartago: un courtaut, et selon aucuns un roussin»1, «quartaguillo: un petit courtaut»; Percivale (1599): «a nagge, a small horse»; Covarr. (s. v. haca): «haca, que vale cavallejo pequeño, que por no tener su justa cantidad está falcado y cortado, de donde también le sobrevino el nombre de quartago, quasi curto: y este epíteto dió Horacio a un machuelo suyo... Y muchos cortesanos le llaman curtago y no quartago» (datos semejantes en los artículos borde y quartago). Sale también cuartago en Góngora, en La Señora Cornelia de Cervantes, Cl C., p. 184, en dos autores del S. XVII citados por Aut., etc. En portugués Moraes define quartao como «cavallo corpulento e quadrado, mas curto», citando a Rodrigues Lobo (1616), pero el vocablo ya se halla en PantaleƟo d’Aveiro (2a. mitad S. XVI), donde significa ‘caballo lleno y corpulento, pero poco largo’ (RL XVI, 98). La otra ac. portuguesa «pieza de artillería equivalente a la cuarta parte [?] de un cañón» (con cita de J. de Barros, S. XVI, y Freire, 1.ª mitad del XVII, en Moraes), la tuvo también el fr. courtaud ‘cañón de gran calibre, montado sobre ruedas’ (FEW II, 1586b, en textos de 1485 y de h. 1600), que pasó igualmente al cast. CORTAO. Claro está que de courtaud, quizá pasando por oc. cortaut (documentado en el S. XVI), salió el cat. antic. cortau ‘cuartago’ (1582, 1690, Alcover), quartau 1575 («roci o quartau: asturco» On. Pou, Tes. Puer. 34), y en castellano primero *curtao o *cortao, de donde por una parte el curtago que cita Covarr. y por la otra el port. quartao (hoy quartau) y el cast. cuartago, con influjo de cuarto, que es nombre de una parte del cuerpo del caballo2; a este cambio fonético contribuyó la vacilación fonética entre cua-´ y co-´ que hemos observado en cuantía ~ contía; un caso análogo lo ofrece el port. quartapiza (ya en autores de med. S. XVI: Moraes), alteración de cortapisa. Como no hay palabras castellanas que terminen en -ágo, y sí las hay esdrújulas que terminan en las mismas letras (órdago, rábago, cuérrago, cuérnago, relámpago, murciélago, etc.), se comprende que algunos escriban equivocadamente cuártago (así en una parte de los pasajes de la citada edición de Rueda), pero Aut. acentúa gráficamente la vocal penúltima, y dudo de que existiera realmente la otra acentuación.

1 En la ed. de 1616 agrega «de moyenne taille».―

2 Pretende Aut. que cuartago es derivado de este cuarto. Pero no existe un sufijo -ágo.