CUADRIL, ‘hueso del anca’, ‘anca’, ‘cadera’, la forma primitiva parece ser la dialectal cadril que seguramente procede de hueso caderil, derivado de CADERA.

1.ª doc.: J. Ruiz, 243a.

Se ha aplicado y se aplica preferentemente a los animales. Así en J. Ruiz y en Góngora, y hoy en el Río de la Plata (Granada, BRAE VIII, 357; Carrizo, Canc. de Jujuy, 3408; B. Lynch, La Nación, 1-1-1940); el testimonio más antiguo del port. quadril, en una poesía que C. Michaëlis atribuye a Sancho I o a Alfonso IX de León (es decir, h. 1190), se aplica a un jabalí (Canc. Colocci-B. 457.17, RL XIII, 201). Por otra parte también se refiere a mujeres (así en el colombiano E. Rivera, La Vorágine; en el Minho portugués: Leite de V., Opúsc. II, 63), como ya en la Pícara Justina (Aut.). Para Aut. el cuadril es propiamente el hueso del anca (así en Fr. Luis de Granada), es la rabadilla o huesos sacro y cóccix para Sánchez Sevilla (Cespedosa, RFE XV, 279), y aunque otros definen el vocablo como mero sinónimo de cadera (Nebr., s. v. cadera; PAlc., íd.; Oudin), es probable, en vista de otros casos paralelos (cat., oc. amaluc ‘cadera’ < ár. aǷm al-huqq ‘hueso de la cadera’), que esto último sea una ampliación semántica: la aplicación primitiva al hueso nos explica el sufijo -il. Como se habrá notado por las citas precedentes cuadril es palabra del Oeste español y peninsular, y de uso muy popular en América, como tantas otras voces de esta procedencia; nótese también Sanabria kw྿rís (pl.), Sierra de Gata cuadril, cuairil, ‘cadera’ (VKR P, 85), Bogotá cuadril (Cuervo, Ap.7, § 757); como en Asturias (R, V), en el astur. occ. de Babia y La Lomba (Acevedo-F.; Gn. Alvarez, 301; BRAE XXX, 165), en el leonés de Sajambre y Quintanilla (Fdz. Gonzz., Oseja, 219) y en Galicia1 (BRAE XIV, 109; Vall.) se emplea la forma cadril, es lícito sospechar que en los dialectos gallegoportugueses y leoneses que vacilan entre ca- y cua- < QUA- (gall. cando, catro, cadrado, cadra, cadrar, callar, canto, frente a port. quando, quatro, quadrado, quadra, quadrar, qualhar pero canto junto a quanto; cast. cuando, cuatro, cuadrado, cuadra, cuadrar, cuajar, cuanto), nuestro vocablo cadril fuese atraído por la familia del lat. QUADRUS hasta convertirse en cuadril; una ultracorrección semejante presenta el ast. esguarriáse ‘descarriarse’ (V). En cuanto a cadril, saldrá de *caderil procedente de CADERA, sea que admitamos un derivado romance con síncopa tardía, o que supongamos ya un lat. vg. *CATHEDRզLE, de donde cadril por haplología o por síncopa antigua.

No es verosímil semánticamente que cuadril sea derivado de cuadro con el sentido de ‘madero escuadrado’, ‘viga’, y luego ‘hueso de la cadera’, como supuso Zauner, RF XIV, 456, seguido por M-L (REW 6921), Nascentes, etc.: el hecho es que ni cuadro ni cuadril tienen en la Península Ibérica el significado de ‘viga’2.

DERIV.

Descuadrilarse, -lado (así en Bogotá: Cuervo), alterado en descuadrillarse, -llado [Aut.; en la Arg.: Carrizo o. c.] por confusión con descuadrillar derivado de cuadrilla; por cruce con otra palabra, esguadramillar ‘derrengar’ en Cespedosa (RFE XV, 260), esguardamiyao «mal fardado; medio derrengado, que anda sin armonía de movimientos» (en Extremadura: BRAE IV, 89; y como familiar en Acad.).

1 ‘Hueso que forma el anca del animal’, DAcG., ‘íd. de una mujer’ (pl. cadrís, Curros Enríquez, ibid.) ‘íd. de un esqueleto’ (os osos dos cadriles Castelao 177).―

2 Zauner se dejó llevar por otras denominaciones de la cadera que él supone metafóricas o debidas a una comparación. Pero su explicación de todas ellas es incorrecta y no puede citarse como fundamento: el gasc. y bordelés malh es derivado regresivo de malhuc, amaluc (de origen arábigo, V. arriba), en el venec. pomoli de le cosse no hay comparación con una manzana sino extensión del nombre del pómulo, y tampoco el castellano cadera se explica por «comparación» con una silla (V. mi artículo). La única expresión de carácter geométrico es el alem. kreuz ‘lomos, riñones’, dolomítico crugeda, crogeara, pero un cuadrado es algo muy diferente de una cruz.