COTORRA, ‘papagayo pequeño’, parece sacado de cotorrera ‘mujer parlanchína’, variante de cotarrera ‘mujer que gasta el tiempo en visitas inútiles’, derivado de cotarro ‘albergue de vagabundos’, y éste de COTO I; como nombre de ave, resultó del contacto de esta familia de vocablos con catalina, catita, caturra, denominaciones de la misma, procedentes de Catalina, nombre propio de mujer.

1.ª doc.: Ayala Manrique, 1693, ‘urraca’, Requejo, 1717, ‘psittacus femina’ (Gili); Terr.

Aut. dice que cotorrera es «la hembra del papagayo, páxaro bien conocido... y por semejanza se llaman assí las mugeres habladoras», pero de los dos ejs. que da, el del mejicano Martínez de la Parra (1691) significa indudablemente esto último, y el de la Pícara Justina (1605) tiene probablemente la misma ac. (hasta donde puede juzgarse por la brevedad de la cita); lo mismo significa el vocablo de Quevedo (Fcha.), mientras que Oudin define cotorrera como «une putain»1. Claro está que ha de tratarse de una variante del germanesco cotarrera que, según Hidalgo, es «mujer baja y común», y según la Acad. (ya 1843) ‘la mujer andariega que para poco en casa’ (con ej. del sevillano J. J. Bueno, † 1881, en Pagés): recuérdese que cotarro ‘albergue de pobres y vagabundos’, para Aut. es ‘habitación de gente de mal vivir’, andar de cotarro en cotarro vale ‘gastar el tiempo en visitas inútiles’, y que, por otra parte, existen cotilla y cotillero ‘persona chismosa y parlanchína’, palabras del mismo radical. En cuanto a cotorra ‘especie de papagayo’, no aparece antes de Terr. (Acad., ya en 1843, da además la ac. menos común, ‘urraca’), y hoy es voz especialmente arraigada en Cuba (Pichardo), pero también en España, y conocida asimismo en otros países americanos. El criterio cronológico indica, pues, que se sacó regresivamente de cotorrera; pero es casi seguro que intervino en esta derivación el influjo de la familia de denominaciones de la cotorra, procedentes del nombre propio Catalina, que he estudiado s. v. CATA, y que se extienden a casi toda América (cata, catita, catana, catala, catufo, catuca, catarinita; catalina en 1590, catalnica en Cervantes y Quevedo), tanto más cuanto que en Chile y en Rio Grande do Sul se dice caturra (Román, L. C. de Moraes), en otros puntos del Brasil y en Murcia catorra (Taunay, G. Soriano) y en Cuba cotica (Pichardo)2. Otras palabras del mismo radical procederán directamente del germanesco cotarrera y de cotarro sin el rodeo a través de cotorra ‘papagayo’: arag. cotorrero «se dice del que asiste a toda diversión y quiere verlo y saberlo todo»3, cotorrón, -ona ‘íd.’, y ‘hablador desordenado’ (ambos en Borao), cast. familiar cotorrón, -ona, ‘hombre o mujer de edad madura’ (Besses; Acad. falta aún 1899; Pichardo, 1836-75, lo da cómo usado en el Occidente de Cuba; en 1850-70 en el Santos Vega del argentino Ascasubi, v. 1385; hoy vivo en muchas partes: debe partirse de cotorrona ‘la mujer que ha corrido mucho y ya es muy conocida’, port. caturra «pessoa, em regra idosa, que, aferrada a ideias antiguadas, gosta de censurar todas as modernidades; é amiga de discutir e criticar, teimosa, pedantesca» (que C. Michaëlis, RL XX, 317-8, quisiera derivar del nombre de Catón el Censor, pero Leite objeta que tiene más de «bobo» que de «teimoso»), cat. cotorrista ‘vago que anda de taberna en taberna’ (Labernia). Otro derivado regresivo de cotarrero > cotorrero, comparable al nuestro, lo hallamos en el cat. cotorro ‘garito, timba’ (Labernia Cast.-Cat.), lunfardo cotorro ‘lugar donde uno vive’ (Malaret), cast. cotorro «un esgout de bouës et d’ordures» (Oudin).

Spitzer, Lexik. a. d. Kat., 154-5, después de rechazar otras etimologías de escaso valor, se detiene en coto ‘precio que se fija por común acuerdo de mercaderes’ (aplicación especial de coto ‘tasa’, de CAUTUM, aunque él lo deriva de QUOTUS), a base de la locuacidad del regatero (M.-L., REW 1784, lo acepta, si bien confundiendo los significados, y partiendo de CAUTUM): me parece más forzado semánticamente y se basa en un sentido poco común. Por lo demás, el propio Spitzer, Litbl. XLVIII, 32n., se desdijo más tarde, prefiriendo como punto de partida el prov. coto ‘gallina’, lo cual nos lleva demasiado lejos geográficamente, pues se trata de un vocablo estrictamente local de Provenza.

DERIV.

Cotorrear. Cotorreo. Cotorrera (vid. arriba); cotorrería arg. ‘parlería’ o ‘chismorreo’4. Cotorrón (vid. arriba).

1 Aut. da además un ej. de cotorrerito en unos versos burlescos de Quevedo con la explicación algo confusa «en lo literal vale el que es chico; por traslación significa galancete, presumido de lindo». El texto permitiría entender, además, ‘mequetrefe’.―

2 Como Aut. no da ejemplos de cotorrera ‘papagayo pequeño’ aunque afirma su existencia, se presenta incluso la duda de si el vocablo existió realmente o se trata de una identificación arbitraria de cotorra, que ya entonces existiese, con cotorrera ‘mujer habladora’. Entonces cotorra podría ser simplemente derivado de Catalina, con asimilación de las vocales. Pero no es común que los datos de Aut. sean arbitrarios. Martínez de la Parra opone los papagayos masculinos a las cotorreras femeninas, que no entienden lo que piden a Dios ni saben lo que ruegan, de suerte que es seguro que en su tiempo ya se conocía, bien cotorra, bien cotorrera, como nombre del psittacus minor, pero es imposible afirmar si era lo uno o lo otro, pues es evidente que el autor juega con las palabras. Convendría que un erudito americanista completara los datos del problema.―

3 En las marismas del Prat, junto a Barcelona, se llama cotorrers a los ánades que se quedan por una temporada en las lagunas: los cazadores les echan grano, porque con su presencia atraen a las aves de paso, y por esto se les llama también llépols ‘golosos’. No sé si debemos partir aquí de la idea de ‘entrometido’ o de la de ‘hablador como un papagayo’: cotorrer en este sentido, así como el propio cotorra, son también conocidos en catalán.―

4 «Las conversaciones de la minúscula cotorrería femenina no giraban sobre otro asunto que el del traje con que pensaba cada una presentarse en la gran ceremonia», Chaca, Hist. de Tupungato, 403.