COPELA ‘vaso en figura de cono truncado, hecho con cenizas de huesos calcinados, y donde se ensayan y purifican los metales’, quizá del it. coppella íd., diminutivo de coppa, del mismo origen y significado que COPA, o más probablemente del fr. coppelle.
1.ª doc.: 1497, ley de la N. Recop. (Aut.).
Me parece preferible ahora pensar que este vocablo se tomaría del francés (donde ya aparece en 1431 y en Villon), más bien que del italiano, aunque si bien Prati y Tommaseo no lo documentan en este idioma más que en el S. XVI, es cierto que el Diz. dell’Accad. d’Italia dice que ya figura en Pegolotti, que es de h. 1340. Luego hay que suspender el juicio hasta que se establezca bien este punto; un oc. ant. copela, que suele citarse, es dudoso, o por lo menos será palabra muy rara y sin duda tardía, pues falta en Raynouard y el Levy grande, sólo lo da el Levy pequeño, y es bien posible que en realidad se trate del vocablo registrado por Pansier, que en verdad significa en 1492, «cucurbite de l’alambic», y en 1450, «espèce de petite écope... pour prendre des grains, épices, etc.», luego parece que no tiene que ver con nuestro vocablo. Quizá la revisión etimológica debiera ser más radical, en vista de la forma que tiene el vocablo en los dos ejs. franceses más antiguos «fait essay a la coipelle» 1431 (DGén.) y «fin comme argent de coepelle» en el Testament de Villon, v. 7082. Wartburg, que conserva la etimología tradicional CUPPA (II, 1553b), como lo hice yo, omite estas formas divergentes. Y ocurre preguntar: ¿es seguro que coipelle y coupelle designaron desde el principio el recipiente donde se ensayaba el metal, o sólo el procedimiento (como en el testimonio de 1431), o la plata depurada (como en Villon)? Pues es muy tentador relacionar este coipelle (en parte grafiado coepelle) con el fr. copeau «rognure de métal», fr. ant. y med. coispel «mince plaque métalique» (FEW II, 1593b, 1594a), de donde salió el fr. mod. copeau ‘viruta’; sabido es que en copeau las formas con i y s están muy extendidas desde el siglo XIII y todavía predominan hoy en los dialectos, lo cual conduce a Bloch y Wartburg a derivarlas, con razón, del lat. CUSPIS, -էDIS; sólo que no creo deban postularse unos *CUSPELLUS o *CUSPIA, como quieren estos lingüistas, morfológicamente incomprensibles en latín vulgar, sino admitir que el femenino CŬSPէDE(M) (-DAM) pasó normalmente a *coispe (comp. còspia en la Haute Ubaye, FEW), en forma paralela a SAPIDUS > sávie > saive, y de ese *coispe derivó coispel. En lo semántico téngase todavía en cuenta el fr. ant. coispel «boucle de ceinture, ardillon» y coispeler «piquer», bien documentados por Godefroy.
DERIV.
Copelar. Copelación.
1 El publicador supone que debe leerse copel·les, lo cual es muy dudoso, y cree que no significa ‘copela’, sino ‘cospel’, con el cual puede también estar relacionado el vocablo.― ↩
2 Ésta es la lección de la edición crítica de Thuasne; en cambio son formas corrompidas, creo por mera errata, las que dan Littré y God. ↩