COLUMPIAR, procede del leonés columbiar íd., y éste del santand. y astur. columbarse, calumbarse, ‘zambullirse’, en definitiva del gr. κολυμβĘν ‘zambullirse’, por las zambullidas que da el columpio.

1.ª doc.: colunpiar, cu-, 1475, G. de Segovia, p. 37; columpiar Nebr.; columpio, ya h. 1400, Glos. de Palacio y del Escorial.

Columbiar, forma originaria de columpiar, se conserva en el Ecuador (Tobar; también golumbiar, Lemos), en Chiloé (Cavada) y en puntos de la Arg.: la trae el cordobés Garzón, junto con columbera ‘columpio’, y recuerdo haberla oído una vez en Mendoza, aunque no es común allí. Por otra parte se conservan columbeo ‘columpio’, ‘acción de columpiarse’, en Salamanca (Lamano), columbón ‘columpio’ en Astorga (Garrote) y Maragatería (BRAE II, 637), calambearse ‘columpiarse’ en Alburquerque (BRAE III, 663). Se trata de la misma palabra que el astur. calumbarse (R, V), santand. columbarse y calumbarse (G. Lomas, 100, 115) ‘zambullirse’, cuya descendencia de κολυμβĘν íd. ya reconocieron Schuchardt (ZRPh. XXV, 496) y Spitzer (Lexik. a. d. Kat., 381; comp. Brüch, Misc. Schuchardt, 36), y confirmé yo mismo (RFH VI, 149-50). El intermedio semántico lo hallamos en el santand. columbeta ‘voltereta’, comp. alburq. calambuz (pron. calambú), calambuzazo ‘tropezadura, caída’. La voz entraría en castellano procedente del leonés, en su calidad de término marítimo para ‘zambullirse’, junto con otros tantos leonesismos marítimos (comp. RFH VI, 242), y el castellano que, a diferencia de su vecino occidental, había cambiado MB en m, y por lo tanto carecía primitivamente de aquel grupo, lo adaptaría a su fonética cambiándolo en mp. Tratándose de un leonesismo no es extraño que Andalucía se haya mostrado refractaria: un literato granadino de 1601 nos informa de que en esta región se decía mecedor en oposición al columpio de Castilla, BRAE XXXIV, 370, y es posible que se refiera particularmente a Valladolid, ciudad medio leonesa, con la cual parece haber estado en relación; hoy en la prov. de Almería sigue diciéndose mejelendero. En cambio, hasta la Rioja, según GdDD (falta en Magaña y Merino), llegaría la forma leonesa pura columbio y columbiar ‘balancear’; los escrúpulos semánticos de ese autor (1252, 1742) ante mi etimología son tan inconsistentes como sus bases «onomatopéyicas» calamb- y columb-; en cuanto a *blamb- (íd., 1057a) es del todo gratuita, pues es normal según la fonética vasca el cambio de columpio en *golunbio y luego *bolinbi-a, *bolindi-a, de donde los navarros bolimbia, -o, bolindea, bolindearse (Iribarren). En cuanto a la i de columpiar puede explicarse como un caso de i epentética leonesa o por una base vulgar *COLŬMBէARE (quizá en relación con la glosa latina «columbium λίμνƓ», es decir, ‘piscina’ CGL II, 529.21); como la ypsilon de κολυμβĘν sería probablemente breve, y la u castellana sólo podría explicarse entonces por una metafonía causada por una I del latín vulgar, la última alternativa es la más probable. Comp. COLUMBRAR.

DERIV.

Columpio [V. arriba], comp. andar a lo columpio ‘contoneándose’ (Quevedo, Buscón, ed. H. Ureña, 146). Columbeta santand. ‘voltereta’, V. arriba. Columbón leon. ‘columpio’; ast. calumbón ‘zambullida’ (V); nótese que en leonés el vocablo para ‘columpiar’ aparece también con la r secundaria: columbrón leon. (La Lomba) ‘voltereta’ (BRAE XXX, 168), Quintanilla y Magdalena columbretas, columbrones ‘volteretas’ (Fdz. Gonzz., Oseja, 234). Colimbo, ‘ave marítima, especie de somormujo’, cultismo tomado del griego κóλυμβος íd.

1 Oportunamente observa que en el columpio primitivo, tabla que se apoya por el centro en un apoyo fijo, uno de los extremos está siempre zambulléndose, mientras el conjunto se columpia.