CODORNIZ, del lat. COTŬRNIX, -զCIS, íd.
En J. Ruiz, 881
a, el ms.
G. trae
quadraniz en lugar de
codorniz (
S);
Densu?ianu quiso explicar una forma castellana
cuaderniz, junto con el rum.
potîrniche, como procedente de una variante lat.
QUOTURNIX, pero M-L. (
Litbl. XXII, 301) replica que esta base no soluciona la dificultad fonética de la forma rumana, y que la variante española tiene fácil explicación por etimología popular. Baist,
RF I, 142, citó un cast. ant.
guadarniz, que sería debido al influjo del cat.
guatlla, cast. dial.
COALLA (vid.); de ahí por derivación regresiva saldría el port.
guarda (
REW 2289). Otra alteración es Cespedosa
cocorniz (
RFE XV, 275), fácilmente explicable, a base de
coorniz >
cogorniz (
g antihiática) y
cocorniz, por el sentimiento de una reduplicación como en
cogote >
cocote. Para denominaciones locales de esta ave,
RDTP III, 111-2. Llamo aquí la atención hacia las dudas con que deben acogerse las encuestas dialectales de esta revista, sobre la organización y procedimientos de las cuales se mantiene el silencio más absoluto. Por lo menos en cuanto a los referentes al territorio de lengua catalana puedo garantizar que estos datos están llenos de los errores más crasos. Por ej. en esta encuesta se nos informa de que la codorniz se llama
codorniu en Barcelona, palabra que no existe ni parece haber existido en catalán (quizás en parte alguna donde se hable); no sabemos si el error viene de la despreocupación del encuestador, que se limitara a catalanizar la terminación de la voz castellana, o de haber interrogado a un barcelonés, que, por no haber nunca vivido en el campo, ignorara el nombre de esta ave (
guat[
l]
la en todo el territorio lingüístico), y se guiara por el modelo del cat.
perdiu = cast.
perdiz; pudo ayudar la existencia de un apellido catalán
Codorniu1, cuyo origen en realidad desconocemos, pero aunque venga de un representante preliterario de
COTURNIX (
guatlla es de uso constante en literatura desde el S. XIII), claro está que no puede invocarse como disculpa. La mitad de las formas catalanas citadas en esas encuestas de la
RDTP no son menos disparatadas o inexactas, y creo que lo mismo ocurre con las formas de lengua vasca y gallega; habrá menos errores quizá en las zonas de lengua castellana, que es adonde alcanza la competencia del director de la revista, a quien hemos de suponer director responsable de ese «seminario de dialectología», pero lo observado en el catalán hace sospechar unos procedimientos de recolección de datos que no auguran nada bueno para el resto de España.