CISCO, ‘detrito’, ‘residuo de combustión’, ‘basura’, ‘excremento’, palabra común al español y al portugués, de origen desconocido.

1.ª doc.: «cisco de hogar: favillae», Nebr.

Hay otros antiguos testimonios, que se refieren también a residuos de combustión: «el polvo menudo del carbón que queda a lo baxo en el assiento del lugar donde está» (Covarr.), «a sparkle of fire, the drosse of coales» (Percivale), «estincelle morte, cendre chaude, flammesche, braise esteinte, poussiere de charbon et de fer bruslé, maschefer» (Oudin), «carbón mui menudo, o residuo que queda de esta materia, revuelto con algo de tierra, en las carboneras donde se encierra» (Aut.), «tenía oficio de herrero y andaba lleno de cisco» (Antonio de Guevara), «no tiene en su fragua sino cisco» (también Guevara, Menosprecio, cap. 13, ed. Cl. C. 1942, 139.20), «tu exercicio todo es entre carbón y cisco» (Martínez de la Parra, 1691), cisquero ‘muñequilla con carbón molido, empleada en pintura’ [Palomino, 1708], port. cisco «o pó do carvƟo, ou lixo da casa» (Moraes). Pero en los textos del S. XVI que cita este autor, tiene significado amplio y genérico de ‘impureza’, y el significado de ciscar ‘ensuciar con excrementos’, ciscarse ‘aflojarse el vientre por miedo’, ‘espantarse’ (así ya Percivale y Oudin), es frecuente ya en autores de los SS. XVI-XVII (López de Gómara, 1552; Seb. de Horozco, 3r. cuarto del S. XVI: BRAE III, 593; J. Hidalgo; otros en Aut.)1, Limia cisqueira ‘diarrea’ (VKR XI, glos.), y no hay razón suficiente para creer que las acs. ‘basura’ (Limia: VKR XI, 142; Minho: RL XXV, 33), ‘basura o inmundicia en general’ (Beira: RL II, 252), ‘broza en un ojo, en la vianda, en un líquido’ (así el ast. ciescu, V) sean menos antiguas. Cej. VIII, § 23.

Ya Covarr. le supuso procedente de un *cinisco, derivado del lat. CէNէS ‘ceniza’2, y C. Michaëlis (RL III, 140) dió forma más aceptable a la idea, proponiendo el lat. tardío CէNէSCŬLUSun poco de ceniza’, que en portugués habría pasado a *ciíscoo > cisco, y del portugués se habría trasmitido al castellano; muchos objetaron, con razón, la cantidad breve de las II latinas3, dificultad que, en rigor, podría orillarse, admitiendo que hay i, por metafonía de la -U, como en port. siso SENSUS, o por el hiato resultante de la pérdida de la nasal, como en port. zimbro JENէPĔRUS4, o por la causa ignorada que cambió CէNէSէA en *CէNզSէA > ceniza5. Pero la mayor dificultad estriba en que el tratamiento semiculto *ciísco, con conservación de la vocal postónica, no está de acuerdo con el carácter popular de las ideas expresadas por cisco, y en que no tenemos prueba alguna de la anterioridad de la palabra portuguesa respecto de la castellana (documentada antes), ni de que el port. cisco venga de un *ciíscoo puramente hipotético. En resumen, esta etimología deberá mirarse como muy inverosímil, a no ser que aparezcan pruebas fuertes en su apoyo.

Subak, ZRPh. XXX, 151-2, y Spitzer, Language XIV, 147-8, partieron del verbo ciscar, que derivaba el primero de un *SCէSSէCARE (de SCINDEREromper, partir’, part. SCISSUS) y el segundo de un *CզSէCAREcortar’ (de *CզSUS en vez de CAESUS, part. de CAEDERE, por influjo de INCզDERE, OCCզDERE), tomando como base aquél la secundaria ac. portuguesa ‘marcharse’, y éste aplicaciones modernas como port. ciscar ‘llevarse del suelo ramas quemadas’, Minho cisca «caruma seca», gall. ciscar ‘ir dejando caer por el suelo alguna cosa sólida, pero pequeña y ligera, como grano, paja, hierba’ («ciscando enriba da mesa unha manchada de cadelas» [monedas] Castelao 216.1f.); ambas son etimologías construídas, sin ninguna probabilidad: nótese que cisco se refiere a polvo o partículas diminutas, pero no a pedazos o recortes.

Las acs. vegetales que señala Spitzer, y otras como ast. ciescu ‘broza’, port. cisco «ramos, gra-vetos, etc., arrastados pelas enxurradas ou pelas ondas» (Fig.), ciscada ‘detritos vegetais que as enchentes deixam nas margens dos rios’ (Fig.), sugieren relación con el cast. SISCA, jisca, murc. cisca, ‘carrizo, planta que crece en las márgenes de los ríos’, de conocido origen céltico, para la inicial comp. murc. sisco ‘cisco’ (G. Soriano); pero aunque es posible la especialización de ‘carrizo usado como combustible’ en ‘residuos carbonizados’ y ‘detritos’, la antigüedad mucho mayor de estas últimas acs. hace desconfiar de la idea, y aunque las formas célticas admiten una base *SESCA junto a *SզSCA (Thurneysen, Keltorom., 111) ―tal como ast. ciescu (Sajambre ciesco, Cabranes, ciescu, Fdz. Gonzz., Oseja, 231) está junto a cisco―, la vocal tónica de *SESCA debió ser larga, a juzgar por oc. ant. y cat. occid. ssca, y no corresponde al diptongo de ciescu. Esta forma tiene visos de ser muy antigua, y como de ella pudo salir cisco, tal como avispa de aviespa VĔSPA, ristra RĔSTIS, es muy posible que deba tomarse como base de toda futura investigación.

En definitiva, lo más verosímil por ahora, y mientras no se hallen formas medievales portuguesas y castellanas que señalen otra pista, es la idea de Sánchez de las Brozas, referida por Covarr., de comparar con el lat. CICCUMcosa insignificante’, con cuyo descendiente, chico, puede compararse Beira chisca ‘porción pequeñita’, ‘gota’, Algarbe, Oporto cisco «aparas miudas, lixo», port. chisca, chisco, chisquinho ‘pedazo pequeño’ (G. Viana, Apostillas, I, 295), gall. chisco6: se trataría de una creación expresiva de la idea de pequeñez, insignificancia, con vacilación en la consonante inicial (cisco, chisco, sisco), en la vocal tónica (ciescu), en la consonante media (Ribera salm. del Duero cispar ‘escapar sin ser notado’, cispiar ‘quitar una cosa a hurtadillas’, Lamano, junto al sinónimo port. ciscar), y aun en los tres sonidos (port. pop. miscar, liscar, hiscar, moscar, ‘escaparse’, citados por M. L. Wagner, VKR 23n.3)7.

DERIV.

Ciscar (V. arriba); ast. ciscarse y alguna vez ciscar ‘recelar algún daño’ (V). Cisquero (íd). Cisquera. Ciscón.

1 De ahí secundariamente ‘cortarse, avergonzarse’ en Cuba (Pichardo), ‘apartarse, huir, echar a correr’, en portugués popular, y ya en Sá de Miranda (h. 1530); xiscar-se o chiscar-se en la Póvoa de Varzim (Leite, Opúsc. II, 301).―

2 La idea de Max A. Luria, Language XIII, 315-7, de rehabilitar este étimo a base de una imposible acentuación *CÍNISCUS, es extrañamente desafortunada, según observa Spitzer.―

3 En KJRPh. IV, i, 344, la autora reconoce que haría falta admitir influjo del sufijo de marisco, pedrisco, o bien derivar de CINIS con adición de este sufijo romance, todo lo cual es poco convincente. A. Castro, RFE V, 36, opina que el tratamiento de la terminación no es más sorprendente que el que presentan perigo PERICULUM, bestigo BESTICULUM, vinco VINCULUM. Pero no es ésta sola la dificultad.―

4 *Zebro > *zĩebro > zĩibro > zĩbro > zimbro. La única diferencia, en el tratamiento de CէNէSCŬLUS, habría sido la no reaparición de la consonante nasal, como consecuencia de la posición en sílaba cerrada. En favor del étimo CINISCULUS podría citarse port. dial. cinascos ‘migajas’, cinisga ‘clítoris’, ‘borrachera’, y otras formas citadas s. v. CENIZO (CEÑIGLO), pero hay graves dificultades en derivarlas de CINISCULUS.―

5 El influjo de -զCULUM que admite Norman P. Sacks (Hisp. R. VI, 264-5) es poco convincente.―

6 «Nin chisco queda dela» Castelao 213.10, 130.31.―

7 Ya Spitzer toma en consideración la posibilidad expresiva, relacionando con formaciones paralelas, como chispa ‘centella’, chistar ‘hacer ruido’, ast. chincharse ‘ciscarse, defecarse’.