CIMA, del lat. C?MA ‘renuevo o tallo joven de la col y de otras plantas’ y éste del gr. κǢμα, -ατος, ‘brote, vástago tierno’, ‘ola, onda’, cuyo significado primitivo fué ‘hinchazón’ (comp. κύειν ‘estar encinta’).
1.ª doc.: ‘rama de árbol’, Berceo; ‘punta superior (de un mástil)’, J. Ruiz, 1268a; ‘cumbre’, APal. («culmen es la cima», 100d).
DERIV.
Cimal ‘rama o copa de árbol’ ant. (Apol., 25a), comp. cat. cimal ‘cada una de las ramas principales de un árbol’. Cimar. Cimero adj. [APal., 2b, «abacus... la parte cimera de un chapitel», 14d, 24d]. Acima de la fuente de B., 1031 (pero quizá es doc. modernizado), BHisp. LVIII, 357. Encima [1251, Calila 19.75; 1.ª Crón. Gral. 29b48; J. Ruiz, 252a]; encimar [h. 1250, Setenario fº 5 vº; Calila 23.186; Nebr.], encimero. Cimacio, tomado del griego κυμάτιον, diminutivo de κǢμα en el sentido de ‘onda’, y V. los artículos siguientes.
Cat. cim, port. cimo ‘cumbre’ (que no es gallego; aunque de uso tan general en portugués como en catalán; allí se documenta ya en 1614, Moraes y hoy en la toponimia, especialmente en la del Norte del país, donde está bastante repetido Cimo de Vila, como nombre de barrios o pueblos, en Tras os Montes y en el Bajo Támega al E. de Oporto.
1 Son erróneas las definiciones del vocablo en Lanchetas y en BKKR, vid. AILC II, 134-5.― ↩
2 «Caulis... cyma dicitur quasi coma: est enim summitas olerum vel arborum, in qua vegens virtus naturalis est», Etym. XVII, x, 4. ↩