CIGUATO, antill., ‘el que se ha envenenado comiendo ciertos peces y crustáceos, que causan palidez intensa y relajación general de las fuerzas’, parece ser palabra indígena de las Antillas.

1.ª doc.: Pichardo, 1836-75; comp. aciguatado, 1721.

Se trata de palabra antillana y no mejicana, como había dicho la Acad.; vid. Robelo, Pichardo define siguatera, calificándola de voz indígena: «enfermedad que contraen algunos pezes y cangrejos, por haber comido cosas venenosas para su especie... en el hombre es un verdadero envenenamiento, que se contrae por haber comido pez o cangrejo siguatos». Fr. I. Abad, Historia de Puerto Rico (1788): «a esto llaman aciguatado, cuya comida causa una relaxación universal de las vías y músculos» (cita de Malaret, Voc. de P. R.). En Santo Domingo: «aciguatao, triste, débil», «ciguato, enfermizo, achacoso»; en el Salvador, chiguato ‘cobarde’ (Malaret, Semant. Amer., 10). Aciguatado figura ya en el español Pedro Silvestre, en 1721, que hablando de Tritón dice tiene la «barba de mariscos encarnada, viejo el semblante, aciguatado y lacio». Creo que de la idea de ‘paralizar’ habrá llegado aciguatar a ‘asir con fuerza para que (alguien) no se escape’, en Murcia (Sevilla) y Andalucía (AV), y de aquí, pasando por ‘fijar con la vista’, a ‘atisbar, acechar’, en la última de estas regiones, según la Acad.1; no creo que estas acs., menos concretas y menos antiguas, sean las primitivas y puedan tomarse como punto de partida, según hacen G. de Diego, RFE XVIII, 1, al mirar nuestro verbo como cruce de acechar con un *aguatar por aguaitar, o Spitzer, RFE XVIII, 235, al derivarlo del lat. SECUTAREperseguir’, cast. secutar, sicutar (Oudin), langued. assegutà ‘apretar, importunar, perseguir’; tanto menos cuanto que la andaluza F. Caballero emplea aciguatado para ‘atacado de ciguatera’ (DHist.).

Es probable sea voz indígena de las Antillas, como admite Hz. Ureña, Indíg., 120. Quizá sea derivado del cub. cigua ‘caracol de mar’ (Acad.); esta palabra es antigua en la ac. ‘árbol antillano de la familia de las lauráceas’, con la cual ya figura en Fz. de Oviedo (1557), y será voz taína, como afirman Friederici, Am. Wb., 191, y Hz. Ureña, l. c., 116, pero ignoro si las dos acs. son voces idénticas o sólo homónimas; en todo caso la primera habrá dado el ast. cigua ‘amuleto para librar a las criaturas del mal de ojo: es de azabache y tiene la figura de una mano’ (V), pues este amuleto, según Rato, también puede ser de coral2.

DERIV.

Ciguatera («une garce qui se soumet au joug d’un ruffien», mot de jargon, Oudin, 1616) (Gili) [cigatera en Covarr. estará por cicatera]), aciguatar(se), ciguatarse, V. arriba.

1 A no ser que este dato, no confirmado por AV, se deba a una confusión.―

2 No siendo voz mejicana es difícil que venga de aciguate ‘cierta hierba de raíz medicinal’, para cuyo posible origen azteca, vid. Robelo, 469-70. Y más aún que salga del náhuatl cíhuatl ‘mujer’, con el sentido de ‘afeminado’, tal como admitieron otros, creo siguiendo a Monlau.