CIFRA, del ár. Ɋifr ‘vacío’, ‘cero’: aplicóse en romance primeramente al cero y después a los demás guarismos.

1.ª doc.: Nebr., e, l, : «cifra en la cuenta: cifra».

Es sumamente probable que el uso del vocablo en castellano sea muy anterior, pues es creencia común y verosímil que Alfonso el Sabio introdujo el uso de los números arábigos1, y es de creer que usaría el vocablo cifra para denominarlos. Directamente del árabe tomaría el cat. xifra Raimundo Lulio, que ya emplea el vocablo en la Doctrina Pueril («les xifres e les figures del algurisme», ed. G. Gili, p. 187)2, port. cifra [Heitor Pinto, † 1584]. Las demás formas romances pueden venir directamente del árabe, por vía culta, o a través de los romances ibéricos: fr. ant. cifre m. y f. [S. XIII], hoy chiffre m. [1486], it. cìfera o cifra (Tommaseo no da ejs. anteriores al S. XVI: Bembo, † 1547); gr. τζίưρα [S. XIV]3, en bajo latín se halla cifra ya en Alano de Ínsulis († 1294), vid. Du C., y ya en el S. XII Leonardo de Pisa latinizó el vocablo dándole la forma zephirum. Como de ahí viene el it. zero, propagado modernamente a los demás romances, es verosímil que así como la forma cero entró en Europa por Italia, la forma cifra penetrara por la Península Ibérica, y singularmente gracias a la escuela de traductores alfonsíes y a la instituida por Lulio en Miramar. En el propio romance, cifra significó primeramente ‘cero’, ac. que sigue viva en portugués y en inglés, y era usual en francés del S. XVII (Devic) y en el italiano del XVIII (Tommaseo); sin duda casualmente, faltan testimonios de la misma en castellano (excepto en Franciosini) y catalán. El paso a la ac. genérica ‘guarismo’ se explica por ser el cero lo más nuevo del sistema de numeración arábiga y su misma base. En nuestro idioma se desarrollaron pronto las acs. secundarias y figuradas ‘escritura en clave’, ‘abreviatura’, ‘enlace de iniciales’, ‘suma, compendio o emblema’ [S. XVI], que probablemente nacieron aquí, pues alcanzaron mayor desarrollo que en las lenguas hermanas. Para bibliografía, vid. CERO.

DERIV.

Cifrar [Fr. L. de León, † 1591, comp. Cuervo, Dicc. II, 150-1]; cifrado. Descifrar [h. 1600: Babia]; descifrable, descifrador, descifre (también es usual desciframiento, no admitido por la Acad.).

1 Hay ya casos sueltos más antiguos, entre los cuales interesa, por tratarse de la Península Ibérica, el del futuro papa Gerberto, a. 999, que aprendió matemáticas en Urgel, vid. Viterbo, s. v. algarismo y cifra.―

2 Ag. sólo trae un ejemplo de xiffra en el S. XV, y otro de la variante cat. cifra en documento de 1461-5 (Doc. Arch. Cor. Ar. XXII, 200). Sería bueno asegurar el dato de Lulio con otras ediciones y comprobar si tiene x- o c- en los manuscritos. Es punto importante, porque es costumbre derivar el fr. chiffre del italiano, a causa de su ch-, opinión que convendrá revisar; «el cambio fonético de s- en x-, por influjo de la i, es posible en catalán.―

3 Krumbacher había creído que cifra podía venir del gr. ψƓưοưορία ‘cálculo’, quizá fijándose en que éste es el título que da a su libro Máximo Planudes, el que introdujo nuestro vocablo en griego. Pero P. Tannery, Rev. Archéologique XXIV, 48-53, defendió la etimología arábiga, y el propio Krumbacher la aceptó posteriormente como probada, Byzant. Zeitschr. II, (1893), 299-303.