CHIRINOLA, ‘friolera’, ‘fiesta, buen humor’ voz familiar y afectiva que en el Siglo de Oro significó ‘bandería, disputa, pelea’, ‘junta de rufianes’, ‘enredo, embrollo’, del nombre de la batalla de Cerignola (1503), en la que muchos valientes se alababan de haber estado; el vocablo sufrió en su sentido el influjo del nombre propio Cherinos (de origen francés), que figura en obras de la época como el de un bandolero y rufián.
1.ª doc.: 1580, Bernal Díaz del Castillo.
El origen último de la voz chirinola está hoy averiguado gracias a una erudita nota de Gillet en su edición de Torres Naharro (III, 404-6). Se trata del nombre de la batalla de Cerignola (1503), en que después de una prolongada lucha contra fuerzas francesas superiores, los españoles, hábilmente dirigidos por el Gran Capitán, acabaron por aniquilarlas completamente. De ahí que los valientes acostumbraran alabarse de haber estado en la Chirinola y en el Garellano (otra batalla que precedió a aquélla), como vemos en la Comedia Soldadesca de Naharro (1517), y que en otros autos y comedias portuguesas y castellanas del S. XVI los personajes juren por la Chirinola o por el cuerpo de La Tramulla (nombre del general francés).
Permítaseme añadir un importante detalle, que nos explica la pronta desviación del nombre de una acción tan gloriosa hacia el matiz de bravuconería o de junta rufianesca. En el romance anónimo Perotudo, publicado, pero no escrito, por J. Hidalgo (RH XIII, 37), y quizá fechable hacia 1570, se habla de un rufián que «canta de la cherinola / y también del Cherinó», lo cual explica Salillas como ‘bravatea’. Luego Cherino ha de ser ‘bravucón’, y aunque ahí aparece acentuado, a juzgar por el verso, en la -ó, no resulta claro de qué manera pudo formarse este derivado partiendo de cherinola. Lo probable es que la acentuación propia fuese Cheríno, ahí deformada, según era permitido en tales romances populares en obsequio al metro3. De hecho Cherinos figura como nombre propio de uno de los miembros de la cuadrilla de Enrico, en El Condenado por Desconfiado, de Tirso (I, esc. x, p. 116 de la ed. Losada), constituida como es sabido por bandoleros que asimismo son rufianes, puesto que explotan a una serie de mujeres de vida irregular, al mismo tiempo que se dedican a saltear viajeros. Es de notar que en la comedia de Tirso, Cherinos figura como compañero habitual de otro bandolero llamado Roldán y que en la cuadrilla hay además otro que es Galván por nombre. Spitzer (MLN LXXI, 373) llama la atención hacia una confirmación de mi etimología: en el propio Condenado por Desconfiado (I, 12), cuando se presenta a Cherinos como miembro de la banda de Enrico, otro personaje exclama «¡Qué ruin nombre tiene! / ¡Cherinos! Cosa poca», observación ésta que confirma cómo en la conciencia popular el nombre de Cherinos estaba asociado con chirinola en su ac. secundaria ‘friolera’ (no importa una chirinola), evolución de la ac. ‘asociación de rufianes y gente despreciable’.
Estos apodos de abolengo épico, junto con la terminación en -s (como Arnaldos, Reinaldos, Calaínos, Oliveros, Dirlos, Gaiferos) nos recuerdan el del héroe francés Gerins, uno de los doce Pares (para la transcripción de la j francesa como ch castellana, vid. chamba < jambe, s. v. CHAMARILERO): nada tiene de sorprendente el que estos y otros bandidos solieran adoptar como nombre de guerra el de los guerreros popularizados por el romancero, y en particular el del compañero de Don Roldán sería adecuado para bautizar a un bravucón. Claro está que luego tales apodos pudieron convertirse en apellidos hereditarios, y así ocurrió con Roldán, con Galván y también con Chirinos o Chirino (véanse las enciclopedias)4. Está ahora claro que a cherino ‘bravucón’, ‘rufián’ (< fr. Gerin) había de relacionársele popularmente con el nombre de la Cherinola, acción famosa donde pretendían haberse ilustrado tantos bravos, y había de orientar semánticamente en mal sentido la evolución posterior del vocablo. Y aun es posible que la n de la forma castellana Cherinola (y no Cheriñola) se deba a este mismo influjo. Que no sólo cherinola, sino también cherino siguió vivo en el idioma lo prueban una serie de derivados que sólo pueden proceder de este último: cherinoso ‘propio del bravucón’ en otro romance publicado por Hidalgo (Hill XXVII, 321); en la Arg. se emplea chirinada para ‘algarada, revolución insignificante y descabellada’ (Segovia)5, ‘golpe militar fracasado’ (así en el ej. de Julio A. Roca que cita Garzón; en un discurso del senador Tamborini reproducido por La Prensa, 25-VIII-1940) y finalmente ‘suceso que sale ridículamente frustrado’, ‘fiesta fracasada’ (Garzón); en Bilbao chirenada es ‘broma y dislate o expresión sin sentido’ (Arriaga, citado por Malaret).
Spitzer, ARom. XII, 161, creía que chirinola era meramente onomatopéyico, lo cual no satisface.
1 Según el colombiano Eustasio Rivera es ‘lucha’, V. el glosario de La Vorágine.― ↩
2 En Andalucía es ‘charla continuada’ (AV).― ↩
3 Recuérdese el romance cantado por Preciosa en La Gitanilla: «pisaré el polvico / atan menudico, / pisaré el polvó / atan menudó». Quizá pueda deducirse de ahí que cherinol en el vocabulario de Hidalgo está por cherino y que es una de las erratas que no escasean en esta edición.― ↩
4 En cuanto al hondureño chirino ‘cangrejito’ (Membreño) se comprende bien como denominación irónica de un animal que camina hacia atrás. Ag. registra el cat. dial. (Ripollès) xerina ‘muchacha bachillera, curiosa’.― ↩
5 En este diccionario se afirma que viene del nombre de un oficial argentino Chirino, pero no lo fecha ni documenta. En los diccionarios biográficos argentinos de que dispongo, incompletos por cierto, no figura tal personaje. ↩