CHERNA, ‘mero’, del lat. tardío ACERNIA íd.

1.ª doc.: Aut.

Ahí está como voz común en Andalucía. Ast. cherla ‘el mero pequeño’ (V)1; gall. cherla ‘pez grande, figura de robaliza’ (Sarm. CaG. 85r, A17r y p. 211). También port. cherne m., cherna i., canar. cherne (RFE XII, 80), cub. cherna (Pichardo), val. xerna (A. Boscà, Geogr., p. 505), Lipari š?rna (VKR III, 353), mozár. chírnia (PAlc.), marroq. Ƈérna o Ƈornía (Lerchundi), argel. šêrniya (Beaussier), Ótranto ćérnja (Rohlfs, EWUG, n.º 285), svcr. kiyerna (REW 96). Lat. ACERNIA aparece en Plinio Valeriano (S. IV) y en Casiodoro y Oribasio (S. VI); ACERNA en Polemio Silvio (S. V). No es seguro si el latín viene del griego ıχερνα o al revés, pues aunque Casiodoro vivió en la Magna Grecia, la voz griega sólo se halla en Hesiquio (S. III), que recoge muchas voces del griego de Sicilia. De todos modos, en las lenguas iberorromances el vocablo presenta forma fonética mozárabe.

1 Contaminado por otro nombre de pez, quizá merluza, o robalo, -iza, o un descendiente del lat. MERULA (comp. MERO y MIRLO).