CHAPÍN, ‘calzado de mujer, con suela gruesa de corcho, de cuatro dedos o más de alto, destinado a aumentar aparentemente la estatura’, vocablo de formación paralela a la del cat. tapí íd., y a la del vasco zapino, derivado de una onomatopeya CHAP-, imitativa del ruido que hacía la que andaba en chapines.

1.ª doc.: 1389, inventario de Medinaceli (Castro, Glos. Lat-Esp. de la Edad Media, p. LXXXI); Cej. IX, § 212.

Vuelve a aparecer nuestro vocablo h. 1400 en el Glos. del Escorial y es frecuente desde el S. XV (Corbacho; Juan A. de Baena). Del castellano pasó al it. antic. chiapino, chapinello, empleados por Castiglione († 1529) y Chiabrera († 1638): el segundo atestigua que es voz tomada del español (Tommaseo, s. v.), y sabemos por Franciosini que en esta época los italianos miraban los chapines como calzado extranjero, típico de las españolas1; también estarán tomados del castellano el mozárabe chipín ‘chapín de mujer, alcorque’ (PAlc.), y quizá el port. chapim íd. (a juzgar por la terminación y por el hecho de que Moraes y Vieira no dan ejs. anteriores a 1600). En catalán el mismo calzado se llamaba tapí, documentado desde 1383 y abundantemente desde el S. XV; es vocablo propio de este idioma, aunque su área se prolongó hasta el arag. ant. tapín (invent. de 1402, BRAE II, 222), y se cita un prov. tapì ‘zueco’ (sólo en el Delfinado: Mistral, s. v. patin; sin documentación antigua), Yonne tapignon íd. (Sainéan, Sources Indig. I, 203); en cuanto a sic. tappina, calabr. tappinu, tappina, ‘pianella, pantofola’, serán probablemente catalanismos. Luego el chapín parece haber sido realmente un calzado exclusiva o preferentemente hispánico, gracias a la abundancia del corcho en la Península Ibérica. Hay también vasco zapino «chapín, media corta que llegaba hasta el tobillo» (Azkue, en algunas localidades de Laburdi y Alta Navarra), que de una manera u otra se relaciona con el vasco zapatu, -aldu, ‘aplastar’ y con zapato, zapata. En cuanto al fr. ant. eschapin2, sobre el cual llamó la atención Castro, era un calzado demasiado distinto para que se imponga relacionar los dos vocablos: se trataba de una especie de escarpín ligero, de paño o de cuero, calzado para saltar de la cama, llevado por hombres y mujeres indistintamente, y cuya forma se adaptaba al tobillo y a la pierna, atándolo a veces con cuerdas bastante largas, vid. Godefroy III, 366b; Tobler, III, 849a; Alwin Schultz, Das höfische Leben im Zeitalter der Minnesinger I, 249, 295; Eunice Goddard, Women’s Costume according to the French Texts, 1123. Hay un contraste completo con las descripciones del chapín español4, comp. «no quiero / meterme agora a cavallera y herme / muger de piedra en lo espetado y tiesso, / encaramada en dos chapines, padre» (Vélez de Guevara, La Serrana de la Vera, n. 1596)5; la oposición es tan absoluta, que es lícito afirmar la independencia completa de los dos vocablos. Para el chapín como tipo del calzado pesado y como causa del andar lento y torpe, véase el texto de V. de Guevara y lo dicho s. v. CHAPETÓN. El calzado tomaría nombre del ruido característico que se hacía con él al andar, sobre todo cuando todavía era de madera, según el uso antiguo atestiguado por Covarr., Laguna y Ruices de Fontecha6. La Acad. admite que chapín viene de chapa, evidentemente por comparación de ésta con la suela de corcho o madera; pero chapa no era antiguamente una hoja de madera o metal, como hoy, sino más bien una incrustación de este material (véase el artículo correspondiente), y el cat. tapí indica claramente una onomatopeya con variante consonántica.

DERIV.

Chapinazo [1490, Celestina, ed. 1902, 115.4]. Chapinero; chapinería. Chapinete. Enchapinado, así llamado por estar sobre una especie de pedestal. Chapel ant. ‘chapín pequeño’ [ya Acad. 1843].

1 «Chapín: Le pianelle che portano le Spagnuole, che per esser differenti dalle altre son facili ad esser conosciute». Luego se equivocó Schuchardt, ZRPh. XXXVI, 37, al decir que chapín venía del it. chiapino. El vocablo fué adaptado a la raíz onomatopéyica italiana chiap(p)-, que en muchos dialectos tomaba la forma ciap(p)-.―

2 Se halla desde Raschi (h. 1100) y desde fines del S. XII (Chronique des Ducs de Normandie, Garin le Loherain) hasta los SS. XV y XVI (Villon; Loyal Serviteur). Hay variante normanda escapin, y otra forma escafin (1846), relacionada con el moderno escafignon ‘especie de calzado ligero’, ‘pantufla’, cuya -f- en alternancia con -p- permitiría sospechar un origen germánico. Sin embargo, Gamillscheg, EWFS, cree que escafignon viene del lat. scapha ‘barca’; Bloch no se pronuncia y señala el it. ant. scappino, que las ediciones antiguas de la Crusca documentan en el Novellino (fines del S. XIII). En el S. XVI eschapin fué sustituido por el italianismo escarpin ‘calzado ligero de cuero’, derivado de scarpa ‘zapato’ (para el cual V. aquí ESCARPÍN).―

3 La forma fr. chapin sólo se halla como variante menos autorizada en uno de los pasajes de los Loherains y en otro de Villon.―

4 «Calzado proprio de mugeres sobrepuesto al zapato, para levantar el cuerpo del suelo: y por esto el asiento es de corcho, de cuatro dedos o más de alto, en que se assegura al pie con unas corregüelas o cordones. La suela es redonda, en que se distingue de las chinelas. Oy solo tiene uso en los inviernos para que, levantados los pies del suelo, asseguren los vestidos de la inmundicia de los lodos, y las plantas de la humedad. En lo antiguo era trage ordinario y adorno mugeril, para dar mas altura al cuerpo y mas gala y aire al vestido». Aut. Análogamente Covarr.―

5 Si alguna vez hallamos quien dé al chapín equivalencias diferentes (así Azkue en su definición del vasco zapino), se trata de fuentes modernas, y cabe sospechar confusión o contaminación con escarpín. Para el uso dialectal y moderno de chapín, véase Krüger, VKR VIII, 313.―

6 Cabrera cita esos textos en apoyo de su opinión, ya anotada por estos autores, de que chapín tiene el mismo origen que el fr. sapin ‘abeto’. Pero este vocablo apenas se ha usado jamás en parte alguna de España, y en ninguna parte tiene ch-.