CARRAZÓN, ‘romana’, arag., del ár. qarasƫûn íd., y éste del gr. χαριστίων ‘especie de balanza inventada por Arquímedes’.

1.ª doc.: alcarraçón, inventario aragonés de 1365 (BRAB IV, 342); carraçon en otro de 1397 (BRAE IV, 219).

La forma alcaraçon, con la -r- primitiva, se halla en otro inventario de igual procedencia, fechado en 1404 (BRAE IV, 527). Hoy sigue empleándose carrazón ‘romana grande’ en Ansó, Echo y Panticosa, y la forma regresiva carrazo ‘romana’ en Ansó (RLiR XI, 233). Dozy, Suppl. II, 327a, indicó el origen griego de la voz árabe, de la cual se halla en España una variante qalasƫûn (Glosario de Leyden, R. Martí, Abulualid); de ahí, según ya indicó Moll (AORBB III, 49), procede el cat. ant. calastó, que ya se halla en el S. XIII (R. Lulio; Costumbres de Tortosa, ed. Oliver, p. 401; glosa catalana de R. Martí; cita de F. Mateu en BDC XXIV, 104). La alternancia -l- ~ -r- puede agregarse a los casos estudiados en BDC XXIV, 76. El cambio de -zt- en -z- es regular en español. Para la -rr- secundaria, vid. el artículo anterior. La etimología de carrazón no se había investigado, que yo sepa.