Segl,
ZRPh. XLII, 98. El carlear es consecuencia del calor: «mojándole la carne en agua en día de gran calor, lo qual sea después que esté sosegado, sin
carlear» (Zúñiga), «en tiempo del estío, cuando caen llamas de fuego, los perros están
carleando, sacadas las lenguas» (Valderrama).
*Calorear no me es conocido, pero sí su alteración
caloriar ‘calentar’ que el
DHist. registra como voz navarra. Comp.
ACARRARSE.