CARESTÍA, del b. lat. caristia ‘escasez de víveres’, de origen incierto.
1.ª doc.: Apol., 671.
Se ha vacilado entre diversas etimologías. Tobler, ZRPh. III, 313, propuso el gr. ęχαριστία ‘grosería’, ‘ingratitud’, que habría llegado a la ac. romance pasando por ‘ingratitud del suelo, mala cosecha’: no hay en ello gran dificultad semántica, pero como no se hallen pruebas del significado originario, de la forma con a- y de la existencia del vocablo en latín antiguo4, seguirá siendo una etimología puramente hipotética. Puede rechazarse decididamente la de Th. Claussen, RF XV, 882, gr. *χρƓστεία ‘necesidad’, de χρƲζειν ‘necesitar’, que no es menos hipotética desde el punto de vista latino, y en griego es palabra supuesta de formación inverosímil. J. Ulrich, Rom. VIII, 264 (apoyado por Spitzer, Language XIV, 144-5) parte de un participio vulgar de CARୱRE ‘carecer’, a saber *CARESTUS, analógico de comestus ‘comido’ y formado como el *monestus que se ha supuesto étimo de AMONESTAR; en favor de esta idea puede alegarse la antigua forma dialectal italiana caresto di messi ‘carencia de mieses’, en un texto de fines del S. XIV, escrito en Bobbio, entre Liguria y Emilia (Salvoni, KJRPh. VIII, i, 139), pero es fecha bastante tardía y puede ser formación regresiva de carestia; sobre todo, los participios analógicos en -esto son algo exclusivo del Nordeste de Italia, y la citada etimología de AMONESTAR, es aún más incierta que ésta.
En un vocablo de esta naturaleza semántica, frecuente en textos administrativos e históricos, es posible y verosímil que la fuente de las formas romances se halle en el bajo latín (que en otros casos no es más que un cúmulo de transcripciones artificiales y ocasionales de las formas romances). Dos hechos apoyan este origen culto y escrito: la acentuación en la sílaba -rés- que registramos en el Sudoeste de Francia (Tolosa carèstio, Caussade caréstio, bearn. carèsti, -èstie, land., Teste cariste, Gironda carèste: FEW II, 373a), y la vacilación semántica: en un texto occitano debido a un trovador de Italia, el vocablo significa ‘amor’, ‘cuidado’ (Bertoni, Trovatori d’Italia, 64.40; comp. Levy ASNSL CXL, 123), y hay en Levy otros dos ejs. probables del primero de estos significados, que hoy se ha conservado en el bajo Delfi-nado. Todo esto apoya la posibilidad de que se trate de un vocablo culto de significado originariamente muy distinto (ęχαριστία, o bien quizá charistia ‘banquete familiar’, de donde ‘orgía’, ‘despilfarro’ > ‘escasez’), que en su vida artificial pudo sufrir fácilmente la atracción semántica de CARERE y CARUS.
En español el paso semántico a mero abstracto de ‘caro’, es tardío [Aut.].
1 Abundante desde el S. XIII: ejs. en el DHist. Añádanse docs. arag. de 1365, 1376 (Baer, Die Juden, pp. 967 y 456), Rodrigo de Reynosa, fin del S. XV, Philol. Q. XXI, 31.― ↩
2 El DHist. recoge dos ejs. españoles de caristía en textos del S. XVI.― ↩
3 Caristioso en 1441 (Viterbo).― ↩
4 Es verdad que se halla acharistus en médicos latinos de la decadencia, Celso y otros. ↩