CANOA, del arauaco de las Lucayas.

1.ª doc.: 1492, Diario de Colón, 26 de octubre; Nebr. («canoa, nave de un madero: monoxilum»).

Friederici, Hilfswb.; Am. Wb.; 127-8; Hz. Ureña, Indig., 115; Loewe, Z. f. vgl. Sprfg. LX, 145ss (erróneamente Wiener, ZRPh. XXXIII, 529-35; Calcaño, BRAE II, 712-4). Según Friederici, el vocablo arauaco debería ser préstamo del caribe, donde tiene la forma kanawa, pues es ajeno a los dialectos arauacos del Continente. Para huellas de la forma caribe en castellano, V. CANALETE. Del español pasó el vocablo a todas las lenguas modernas: it. canoa [Anghiera, Pigafetta] o canotto [trad. de Colón; vid. Zaccaria], fr. canot [1613; canoe, 1519: BhZRPh. XCI, 50-52], ingl. canoe [1588; canoa, 1555], alem. kanú1, etc. Acs. secundarias, difundidas en América: ‘artesa’ (vid. Friederici), ‘pesebre’ en el chileno Guzmán Maturana (D. P. Garuya, 183), canoba ‘especie de rastra’ en Córdoba (Argentina; AILC III, 45). Otras, en DHist.

DERIV.

Canoero. Canotié, tomado del fr. canotier, derivado de canot, por el empleo de este sombrero en el deporte náutico.

1 Probablemente a través del holandés, con oe pronunciada u. La pronunciación actual en inglés es también kə. Acaso se deberá a influjo de las antiguas colonias holandesas en los Estados Unidos.