CANCHO, ‘peñasco’, origen incierto.
Es palabra propia de la Sierra de Guadarrama y de las montañas al Oeste de la misma hasta Portugal. El port.
cancho es regionalismo de la Beira y del Alto Alentejo; San Martín de Trevejo
canchu ‘piedra de superficie más o menos lisa’,
canchal «penhasco, lagedo» (Leite de V.,
RL XXXI, 224). Este mismo autor (p. 274-5) cree se trata del lat.
CALCULUS ‘piedrecita, guijarro’, disimilado en
*CANCLU, y es etimología posible, aunque los significados no coinciden bien y éste sería el único descendiente romance. G. de Diego,
Contr., § 98, y Silveira,
RL XXIV, 214, prefieren derivar de un lat.
*CANTŬLUS, diminutivo de la palabra prerromana que ha dado nuestro
CANTO ‘guijarro’. En favor de esta idea se alega el salm.
cancho ‘borde, canto o grueso de un objeto’ (
el cancho de un duro), ‘casco (cada una de las capas gruesas) de la cebolla’, ‘cáscara del pimiento’, que parece ser
*CANTHŬLUS, diminutivo de
CANTO ‘borde’; y se podría invocar el gall.
chanto ‘losa grande de piedra’ (h. 1850:
RL VII, s. v.), que podría ser el mismo
*CANTŬLUS, con metátesis *
CLANTU. Sin embargo nótese que está lejos de estar asegurada la identidad entre
CANTHUS ‘llanta’, ‘borde’ y
*CANTUS ‘piedra’, que tampoco podemos asegurar que ésta sea voz prerromana y no evolución semántica de aquélla en el sentido de ‘pedazo de piedra descantillado’, y que el significado de
cancho no corresponde nada a un diminutivo. En resolución, hay que decir que
CALCULUS es mucho menos inverosímil que el otro étimo, no sólo por ser aquél una palabra documentada y bien viva y conocida, sino también en el aspecto fonético, pues tal disimilación es un hecho certísimo y frecuente, mientras que el cambio de
TL en
CL sólo se produjo en un reducido número de palabras muy usadas (por lo demás se trata, y creo siempre, de
TL intervocálico y no postconsonántico) y en el caso presente la coexistencia del primitivo
CANTHUS hubiera opuesto al cambio un obstáculo insuperable: el resultado del grupo en un vocablo así tenía que ser del tipo del que ha triunfado en la mayor parte de los casos: el que vemos en
SPATULA (espalda),
TITULUM, ROTULUM,
CASTULO,
SCANDULA, etc. En el aspecto semántico nótese el dualismo del cat.
roc ‘guijarro’ y ‘peñasco ingente’, del diminutivo
querol ‘gran peñasco’, cast.
peñolería, etc.
La diferencia cronológica entre la aparición de cancho y la de canchal no es en realidad chocante si tenemos en cuenta que canchal aparece casualmente en el S. XIV en una lista de nombres de lugar, y no vuelve a documentarse hasta el S. XIX; además canchal se dice sobre todo de las acumulaciones de grandes cantos erráticos, y cancho de cada uno de estos cantos, por lo tanto hay más ocasiones de hablar de canchales que de un cancho, por más que convenga no olvidar el Hueco del Cancho entre Miraflores y el Puerto de Rascafría, y otros lugares muy conocidos de aquella sierra.