CANASTILLO, del lat. CANէSTĔLLUM, diminutivo de CANէSTRUM íd.
Suele decirse que
canastillo es diminutivo de
canasto y que éste viene del gr.
κάναστρον íd., pero no se explicaría entonces la desaparición de la
r. Es verdad que se cita una forma
canastro, que la Acad. cataloga como «usada en algunas partes» (sin documentación en el
DHist.), y puede ser que exista, puesto que en francés (1694-1803) se ha empleado
canastre con referencia a la América Española (
FEW II, 198
b), y formas semejantes existen en portugués, en catalán y en holandés (
kanaster, ¿de origen español, o del francés?). Pero en catalán,
canasta es la única forma medieval y la que hoy sigue usándose en las hablas conservadoras de Tortosa y del País Valenciano (
canastra en el resto de Cataluña, y
canastra pero
canastell en las Baleares), de suerte que es lógica la sospecha de que
canastro y
canastra sean formas secundarias debidas a influjo del sufijo
-astro1.
La extensión geográfica de los descendientes de
CANISTELLUM (dialectos italianos, sardos y franceses, lengua de Oc y Península Ibérica) es mucho mayor que la del tipo
canasta,
canasto (iberorromance y algunas hablas occitanas)
2; en lengua de Oc
canestel está documentado desde 1358, mientras que
canasta no aparece hasta cien años más tarde; las formas romances en
-ELLUM tienen antiguamente
e o
i en la segunda sílaba:
canestillo,
canistillo en J. Ruiz, port. ant.
canistees (doc. de Pendorada, 1359, en Viterbo, s. v.
canhamaço), cat. ant.
canistell (1427;
canistrell vive en el habla arcaica de Ribagorza, y recogí
canyistrell en Vall Ferrera, con
r repercusiva), oc. y anglonorm.
canestel, logud.
canisteddu, veron.
canistrello; en italiano, engadino y rumano sólo se conservan representantes de
CANISTRUM. En español mismo, si bien
canasta ya aparece una vez en J. Ruiz, otros textos medievales como
Calila sólo conocen
canastiello,
-illo, o
canastiella (
Canc. de Baena, los tres glosarios de 1400), y en toda la Edad Media el diminutivo sigue siendo más frecuente que el supuesto primitivo (APal. 52
d, 55
b, 55
d, 515
d, frente a un solo
canasta, 55
b). De todos estos hechos conviene deducir que lo único conservado en iberorromance fué
CANէSTELLUM >
canestiello, de donde
canastiello, por el influjo coincidente de la disimilación ante la tónica y la dilación de la inicial; de
canastiello se sacaron secundariamente
canasto y
canasta para designar cestos mayores
3.