CAMELAR, ‘galantear’, ‘seducir, engañar’, palabra jergal de origen incierto, quizá del gitano camelar ‘querer’, ‘enamorar’, y éste del scr. kama , kāmara, ‘deseo’, ‘amor’.
1.ª doc.: Ya a fin S. XVIII, en la acepción de ‘galantear’, en C. M. Trigueros, BRAE XXXIII, 78. Bretón de los Herreros, † 1873.
El ilustre Hugo Schuchardt, ZRPh. V, 265, puso en duda esta etimología, ya indicada por Machado y Álvarez, Col. de Cantes Flamencos, en 1881, fijándose en camelo ‘engaño’. Pensaba Schuchardt en una variante de camello, tomado en el sentido de ‘tonto, hombre estúpido’. Entonces debería ser portuguesismo, lo cual no sería imposible en vista de que esta ac. es usual en el idioma vecino (también camelório ‘tonto’); de ahí procede el anticuado camelo ‘cañón de artillería para batir murallas, de poco efecto’, camelete, íd., ambos usados por Argensola, Conquista de las Malucas, en las cuales el autor aprendería este portuguesismo. Por lo tanto quizá tenga razón H. Schuchardt.
Sin embargo, camelo ‘galanteo’, ‘engaño’, está escasamente representado en portugués, pues sólo lo registra Fig., y exclusivamente como palabra jergal brasileña, de suerte que debe de ser castellanismo procedente del Plata. Y como la ac. fundamental parece ser la de ‘galantear’, es más verosímil separar las dos palabras y buscar origen gitano al término jergal.
DERIV.
Camelador. Camelo ‘galanteo’ ‘engaño’ [1881: Machado y Álvarez].