CAMALOTE, nombre de una gramínea y de una pontederiácea americanas, de origen incierto, parece ser variante de CAMELOTE, por comparación de lo impenetrable de aquellas plantas con el carácter impermeable de este tejido.

1.ª doc.: camalote, 1609 (Morga), al parecer en la 1.ª ac; acamalote, 1653 (Cobo), 1.ª ac; gamalote, 1745, 1748, etc., 1.ª ac. camalote, 1853 (Magariños Cervantes), 2.ª ac.1. V. infra.

Como nombre de una gramínea se emplea en Méjico2, Colombia, Ecuador y en el interior argentino (Tucumán, Salta, Jujuy); además el primer documento se refiere a las Filipinas. La pontederiácea es propia de la zona del Paraná y el Paraguay. Como sugiere Friederici, Am. Wb., 120-121, es probable que el nombre pasara de aquélla a ésta por la espesura con que crecen ambas, que es tal, que no se puede romper por entre ellas, según atestiguan Juan y Ulloa para la primera, y muchos escritores, para la segunda. En todo caso no se puede buscar el origen de la segunda en la lengua indígena de la región, el guaraní, donde esta planta se llama aguapé (Segovia, 543). Cuervo, Ap.7 § 808, quiere partir de la variante reciente gramalote, y derivar éste de grama; pero la caída de la r no podría explicarse por disimilación y menos explicación habría para la c-, mientras que considerando originaria esta consonante es fácil explicar gramalote como debido a la etimología popular. Henríquez Ureña, Indig., 103, admite origen azteca, y varios indican como étimo un náh. camalotl3; la terminación -ote sugiere naturalmente esta idea, y la primera aparición en Filipinas le sería favorable, pero claro está que nada de esto constituye una prueba, y el supuesto camalotl falta en el Diccionario náhuatl de Molina. Como G. Icazbalceta cita una variante mejicana camelote, Colmeiro la da como propia de Nueva Granada y de Guayaquil, y el cubano Pichardo registra camelote ‘especie de junco que aparece en las aguas’4, no es improbable que camalote sea alteración de CAMELOTE, tejido caracterizado por su carácter impenetrable al agua. Las célebres islas flotantes de camalote indican que la planta es también impermeable. Alcedo (1789) registra gamalota como nombre de un pasto de Tierra Firme.

R. A. Laguarda Trías BAAL XXI, 1956, 445-65, además de aportar útil documentación rioplatense, estudia la historia y etimología americana. Rechaza ante todo la identificación etimológica con camelote (p. 453), porque tratándose de plantas exclusivamente americanas y empleándose su nombre, por consiguiente, sólo en América, éste ha de ser aborigen; lo cual tiene mucho de prejuicio (Vid. tabaco, algarroba, zorzal, pavo, panizo, criadilla, palisandro, pita, quina, zarza, zarazo); luego porque camalote es más antiguo que camelote, lo que es muy aventurado asegurarlo mientras se disponga de tan poca documentación del vocablo fuera de la región platense, donde no existe la variante en e, y por lo demás el propio Laguarda documenta ésta, p. 459, en 1758; en fin, porque chamelote como nombre del tejido sería más usual que camelote, afirmación que apoya con algunos datos del S. XVII; pero que en fecha tan tardía algunos prefirieran esta forma más afrancesada, no prueba que antes, en la época del Descubrimiento y la Conquista, no fuese más corriente la forma en ca-, que es la que tenemos documentada repetidamente en el S. XV. Lo más importante, sin embargo, es que el nombre de la planta no está documentado en náhuatl, y así el Sr. Laguarda concluye prudentemente que la etimología no se conoce, aunque insinúa con mucha reserva (p. 455) la posibilidad de que sea un compuesto de los dos nahuatlismos camagua y elote, aplicado aquél al maíz maduro y amarillo y éste al verde; y en ello, por lo demás, sigue las sabias pisadas de Santamaría, Provincialismo Tabasqueño, cuyo artículo es importante para el estudio de esta palabra. Es sugestión atendible en el aspecto semántico, dado el gran parecido del camalote mejicano con el maíz, atestiguado por el P. Cobo; pero las dificultades de forma no están hasta ahora superadas, y el propio Santamaría ha declarado «insostenible» esta etim. en su Dicc. de Americanismos.

1 Otros ejs. en Tiscornia, Poetas Gauchescos, 274. A menudo designa las islas flotantes que se forman en los ríos con plantas de camalote.―

2 Me informa el Prof. Luis Leal, que allí no es voz de uso común. É1 la ha oído en la costa del Pacífico, estado de Colima. Según me comunica el Lcdo. F. J. Santamaría es palabra bien conocida en todos los estados mejicanos del Sur y de la Costa del Golfo.―

3 Así Robelo, Nombres Geográficos del Estado de Veracruz, s. v. Mas parece que posteriormente cambió de opinión. En el Diccionario de Aztequismos (y en su apéndice de Seudo-Aztequismos) guarda silencio.―

4 Otro cubano, Mz. Moles, explica camalote como «planta acuática, cuyo meollo se emplea en hacer cesticos», lo cual recuerda la definición mejicana de G. Icazbalceta, reproducida por la Acad.