CALIBRE, ‘diámetro interior de las armas de fuego’, ‘diámetro de un proyectil’, tomado del fr. calibre íd., que es de origen incierto, quizá del ár. qâlib ‘molde’.

1.ª doc.: calibio, 1583, Escalante; calibre, 1594, Bernardino de Mendoza; 1633, Tratado del Calibre en artillería, en López de Arenas, Carpintería de lo Blanco, ed. 1912, pp. 93 ss.; calibo, 1693 (FEW II, 86a).

Kluyver, Zeitschr. f. deutsche Wortforschung XI, 219-24; Mahn, Etym. Untersuch., 5-6; Dozy, Gloss., 377; Suppl. II, 391; Simonet, 227; Schuchardt, ZRPh. XXIV, 571. Hay una semejanza considerable entre calibre y al ár. qâlib ‘horma de zapatero’, ‘molde, modelo’1, que Simonet, Schuchardt y otros, seguidos por M-L, Wartburg, Bloch, etc., en sus diccionarios etimológicos, aceptaron como étimo de la voz castellana y de sus congéneres, fr. calibre, it. calibro. Desde luego, del árabe viene el turco qālyb ‘modelo’, ‘molde’, que a su vez se propagó a varias lenguas de la Europa oriental (ngr. καλούπι, rum. calúp, y formas correspondientes del albanés, búlgaro, servio-croato y checo). Pero las formas romances y sus derivados se apartan claramente de éstas por su significado exclusivamente balístico y por la adición de una r. Ninguna de las dos diferencias es decisiva. Más grave es la divergencia en el lugar del acento entre qâlib y calibre. Ahora bien, la fecha antigua del fr. calibre [1478] se opone a que lo derivemos del turco, cuyo sistema de acentuación habría podido explicar este traslado del acento. De suerte que la etimología arábiga sólo puede mantenerse si el vocablo llegó a las lenguas romances directamente desde el árabe.

Entonces esperaríamos que hubiese entrado por España, pero el caso es que en Francia es vocablo mucho más antiguo, y Aut. atestigua formalmente que en español viene del francés. No siendo verosímil un arabismo directo en francés en el S. XV, habría que pensar en una trasmisión a través de Italia. Tampoco aquí hay datos muy antiguos de la existencia del vocablo (calibro y colibro en 1611, y calibro en Galileo, † 1642, parecen ser los más antiguos); sin embargo, teniendo en cuenta el gran desarrollo de la artillería y del arte militar en la Italia del Renacimiento, podríamos admitir que en este país es más antiguo de lo que da a entender la documentación2; pero si calibro viene del ár. qâlib por vía de Italia, el traslado del acento es inexplicable3. Esto y la falta total de testimonios de que calibre haya significado jamás ‘molde’ o ‘modelo’, como en árabe, son motivos de peso para dudar de la etimología arábiga.

Dozy creyó que es una alteración del lat. aequilibrium ‘equilibrio’, teniendo en cuenta que en francés se ha empleado la forma équalibre en lugar de équilibre (comp. Pistoia calibrio en el mismo sentido)4, y que Victor, en su diccionario de 1609, traduce el fr. calibre por el cast. equilibrio y por el it. peso uguale5. Mas puede tratarse de una identificación errónea de dos palabras cultas de forma semejante, y no existe una explicación semántica completa y satisfactoria de esta posibilidad etimológica.

Kluyver insistió en que el it. calibro designaba en el S. XVII un aparato para calcular el tamaño del arma de fuego apropiada para disparar proyectiles de un peso conocido, o para calcular el peso del proyectil, cuando sólo se conocía el tamaño del arma de fuego, ac. que se halla también documentada en castellano por Aut. Sospecha él que esta ac. y la moderna se desarrollaron partiendo de un estado de cosas más antiguo, en que calibre era el nombre de un aro de metal o de una chapa perforada empleados para medir el tamaño de los proyectiles, instrumentos muy conocidos en la artillería del S. XVI. Entonces, el étimo sería el lat. chalybs, -ǰbis, propiamente ‘acero’, que en la Edad Media habría tomado el sentido de ‘argolla de metal para sujetar a un condenado’6. Como los fundamentos filológicos de esta construcción son muy hipotéticos, según detallo en nota, deberá insistirse en la búsqueda de datos, pues no creo que se pueda mirar como desechada definitivamente la etimología arábiga qâlib.

Existió en España un descendiente indudable de esta palabra arábiga7: el cast. gálibo ‘plantilla con arreglo a la cual se hacen ciertas piezas de las naves’ [1526, Woodbr.; 1696, Vocab. de Sevilla; nave con buen galivo 1587, G. de Palacio f° 110 v°], cat. gàlib ‘configuración general del buque de una nave’, ‘comportamiento de una persona’ [fin S. XIV]. En ambos idiomas, el vocablo significa además ‘arco de hierro en forma de U invertida, que sirve en las estaciones de los ferrocarriles para comprobar si los vagones, con su carga máxima, pueden circular por los túneles y bajo los puentes’, ac. que nos acerca mucho a las que Kluyver supone como originarias para calibre. Nuestras fuentes informativas vacilan en cuanto a la posición del acento; Aut. acentuaba la i, pero Fabra y la Acad. actualmente (y ya en 1884) ponen el acento en la a. Acaso ambas acentuaciones existieron, y la secundaria galíbo se originó por influjo del verbo galibar ‘trazar con gálibos el contorno de las piezas de los buques’, and. desgavilado (o dejavilado) ‘desvaído, desairado’, desgavilo ‘falta de gracia’ (RH XLIX, 424; VKR III, 247); cf. «de los más cobardes fué el Salvatierra... e no porque no tenía membrudo cuerpo y fuerzas, mas era mal engalivado, y no de la lengua», Bernal Díaz del Castillo I, 414 (cap. 114). Cat. galivar ‘divisar’, ‘adivinar (algo)’, galivança ‘presentimiento’, ‘esperanza engañosa’ (etimología señalada por Brüch, Misc. Schuchardt 38), aran. agalieus ‘aliento, confianza que se da a alguien’, vasco labortano kalipu ‘energía, valor’ (Azkue; Schuchardt, BhZRPh. VI, 56), port. galivar ‘dar forma adecuada’8. Me parecen confirmar la existencia de esta acentuación secundaria el ast. galipu ‘medida de grano equivalente a 1/8 de celemín’ (R, s. v. celemín y copín) o ‘a 1/16 de fanega’ (V), y el cubano, portorriqueño, peruano y boliviano calimbo, calimba, carimbo, ‘hierro de marcar animales o esclavos’, calimbar ‘marcar con la calimba’ (Pichardo, Bayo, Malaret), port. carimbo ‘sello para marcar papeles’, que a pesar de Gonçalves Viana (Apostilas I, 208) no creo que venga del quimbundo kirimbu ‘marca’ (éste, por el contrario, será portuguesismo), en vista de que calimbo ‘calaña’ ya sale en La Pícara Justina («las de mi calimbo saben hacer de una cara dos», ed. Biblióf. Madr. IX, 135). Todo esto nos indica que Kluyver no estaba en lo cierto al afirmar que faltaron en España representantes de qâlib con significados anteriores a la invención de la artillería. Nada se opone a que la variante calibo o cálibo (documentada en los SS. XVI-XVII) pasara de España a Francia, sea en la ac. náutica, o designando un aro para medir, como el hoy usado en los ferrocarriles: en Francia tomaría una r adventicia por repercusión de la otra líquida, y se aplicaría allí al calibre artillero9: no olvidemos que la voz artillería es de origen francés en todas las lenguas europeas; desde Francia en el S. XVI, el vocablo con la ac. nueva se extendería a Italia y a la propia España, donde algunos lo tomaron tal cual, y otros, más puristas, lo adaptarían a la forma autóctona calibo10. Comp. GARBO.

DERIV.

Calibrar. Calibrador. Calibración.

1 Éste es el vocalismo del árabe hispánico (R. Martí, PAlc.), aunque qâlab era más general en otras tierras, de acuerdo con el étimo gr. καλάπους (o καλóπους). La acentuación en la â inicial está atestiguada formalmente para el árabe granadino, y en este tipo de palabras el acento no cambia nunca de lugar.―

2 Nótese, sin embargo, que los tratados técnicos del S. XVI estudiados por Kluyver, emplean constantemente palla o bocca en el sentido de ‘calibre’, lo cual da a entender que nuestra falta de datos no es debida a una búsqueda insuficiente.―

3 El acento calíbro parece ser el normal en italiano (Petrocchi, Rigutini-Fanfani, etc.). De todos modos, una acentuación cálibro existe también, y es la que da el Prontuario de Bertoni-Ugolini.―

4 La o primera de las formas it. colibro y colibrio del S. XVII, hace pensar también en aequilibrium.―

5 Artículo que Victor copiará de Oudin («calibre: equilibrio, peso igual»), donde está en la ed. de 1616, y supongo ya en la de 1607. Oudin no trae el vocablo en la parte castellana-francesa; tampoco Percivale.―

6 En realidad, lo común es que chalybs y su variante medieval caliba signifiquen ‘cadena de hierro’. Así ya en Lucano VI, 797, y varios testimonios en Du C. La ac. ‘horca de suplicio’ («furca poenalis») que figura en varias glosas (CGL V, 493.34, 564.15, 602.45, IV, 252.48) se aproxima a la supuesta por Kluyver, pues se tratará de la horca de los antiguos, consistente en un hierro en forma de horca, con un travesano que sujetaba la cabeza del condenado. Pero sólo en el Glosario latinoarábigo español del S. XI, figura la traducción ‘argolla’ (ár. ġull), junto a ‘cadena’ (ár. kabl), y aun ahí pueden subsistir dudas, pues ġull es también la traducción que este glosario da al lat. catena, de suerte que en estos casos quizá el autor entendía por gull los eslabones de una cadena. En cuanto a los demás vocablos medievales que Kluyver relaciona con chalybs, es muy dudoso que jamás tuvieran que ver con esto. Columbar ‘argolla de suplicio’ (ya en Plauto) es del todo independiente. Collibrum «genus poenae» en Papias, parece ser errata por «genus pecuniae» (Ugucio), según dice Du C. El origen de gabareyl, ‘collera de animal’, en una glosa alemana del S. XVI, es muy problemático. De suerte que, como prueba del cruce entre chalybs y columbar, admitido por Kluyver, sólo queda el «colliber: halseisen ( = argolla de cuello)» recogido por Diefenbach en un tardío glosario latino-alemán, y que puede ser mero error de lectura por columber = columbar. Luego habría que abandonar la idea de este cruce y explicar la o de las formas italianas colibrio y colibro, como un resultado más de la confusión formal con aequilibrium. En cuanto a la traslación de acento de chalǰbem a calibre, sería preferible, si se persiste en esta etimología, explicarlo como resultado de la pronunciación francesa (no se puede conceder gran valor al acento gráfico calíbum del glosario de Leyden, que puede ser simplemente el punto de la i).―

7 También en puntos de Italia, al parecer, véase el calapus navis citado por Kluyver, p. 220, y quizá el calabr. galipu, Cosenza gàlapu «garbo, galante» (que Rohlfs, ARom. VII, 460, interpreta de otro modo).―

8 Además, probablemente, port. calime ‘estructura de un navío’, y los términos náuticos portugueses galimar ‘cortar maderos a lo largo’, galimo ‘superficie del madero cortado’. Con el significado del labortano kalipu comp. alent. calibre ‘predisposición’ (RL IX, 167).―

9 El paso por Francia podría explicar también el traslado acentual cálibo > calibre.―

10 Ésta es, todavía, la forma que emplea Tosca para ‘calibre artillero’, en 1709 (cita del DHist., s. v. cebratana). Y vid. las variantes arriba citadas.